17. Niall Horan 3/3

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Aviso: Cursiva son recuerdos.

En mi mente todo sucedía como lo había planeado; los atendía como si no los conociera, evitaba mirarlos a los ojos, sobre todo a Niall porque según yo, él no tendría razones para querer hacerlo. Las horas pasaban y ellos salían del restaurante para nunca más volver a verlos, incluso si eso significaba ya no ver a Theo y a Freddie.

Sin embargo, la vida era una perra que me odiaba. Louis, Harry, Liam y Zayn trataban de hacerme plática, preguntándome cosas cuando acudía a su mesa para llevarles la comida o para cerciorarme de que todo estuviese bien. Ellos comenzaron a bromear, recordándome esos momentos de tiempo atrás y al instante me arrepentí de reír junto con ellos porque eso simplemente había terminado cuando ellos me mintieron. Los había considerado mis amigos, los amaba... pero terminaron hiriéndome de la peor forma —aunque los entendía— Niall era su amigo desde que empezaron One direction y por otra parte, yo era la novia de su mejor amigo.

Hailee no decía nada cuando me acercaba a la mesa, hubiese deseado que lo hiciera porque dolía como el infierno verla besar a Niall frente a mis narices para después mirarme y así poder ver 'discretamente' mi reacción y sonreír con autosuficiencia cuando le dejaba ver lo mucho que me afectaban sus acciones. Y luego estaba Niall, que cuando no estaba ocupado besando a su novia, trataba de conectar su mirada con la mía. Cada vez que pasaba cerca de él, se movía deliberadamente para rosar alguna parte de mi piel y aquello me estaba volviendo loca. Estaba dando lo mejor de mí para no perder la compostura y mis compañeros se habían dado cuenta de eso. Quería gritarle que dejara de joder con mi mente, y al mismo tiempo quería jalarlo de su ropa para poder besarlo.

Cada vez que iba a la barra o a la cocina, Layla, Matty o James me sonreían para tratar de darme su apoyo, ellos lo sabían todo.

La mayoría en el restaurante sabía la triste historia de la pobre estudiante de intercambio que se había enamorado tanto de un cantante que cambió drásticamente su vida por él; aunque ellos no sabían su nombre, nunca se los había dicho, pero ahora era imposible ocultar la verdad y no había que ser unos genios para darse cuenta de que era él.

Había conocido a Niall en mi primer semestre de intercambio, no fue nada fuera de lo normal; nos habíamos conocido en un pequeño bar y enseguida hubo una conexión. Obviamente yo sabía quién era él, y por eso luché en contra de todo lo que estaba sintiendo por Niall Horan. Sin embargo, él me hizo creer que sentía lo mismo por mí —tal vez lo hizo en algún momento— y por eso terminé perdidamente enamorada de él a tan solo 4 meses de conocernos, fue en ese tiempo también conocí a los otros miembros de One Direction. Niall había insistido en que sus amigos debían conocer a la chica que le robó el corazón.

Después de ese corto tiempo, prolongué mi intercambio académico porque no quería estar lejos de él y todo fue como un cuento de hadas a partir de ese momento. Ningún medio sabía sobre nosotros, habíamos ocultado nuestra relación perfectamente porque yo no quería ese tipo de atención en mi vida y él lo aceptó porque tampoco quería que eso influyera en nuestra relación. Todo comenzó a desmoronarse cuando mi tiempo con él comenzó a llegar a su fin, tenía que regresar a mi país. Traté de terminar las cosas con él porque sabía que una relación a larga distancia nunca funcionaría, sobre todo con sus giras en solitario a punto de volver a comenzar. Sin embargo, Niall fue a buscarme a mi departamento, no le había importado la torrencial lluvia que caía esa noche; el rubio estaba decidido a no perderme y por primera vez en mi vida seguí los deseos de mi corazón. Fue esa noche cuando hicimos dos promesas; Niall me había regalado un collar con una pequeña Luna, mientras que él se había quedado con uno con la forma de unas olas, simulando el mar, todo malditamente cursi. Fue así como estúpidamente prometimos que la distancia no rompería nuestro amor, los collares serían la promesa física de eso y mientras terminábamos de revolver las sabanas de mi cama después de amarnos, Niall decidió que era buena idea adueñarse de mi corazón con una —ahora— vacía y francamente, ilusa promesa.

One shots (Multifandom)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora