One shots (Multifandom)

65. Harry Styles (2/2)

Advertencia: mención de temas delicados.

Nota: Lo que está en cursiva y entre comillas son recuerdos.

"—¿Harry? – Tu mano giró la perilla de la puerta, tus piernas reaccionaron inmediatamente ante lo que había detrás de la madera. — Mierda, ¿estás bien? 

Él parpadeó lentamente, como si apenas estuviese dándose cuenta de que te encontrabas arrodillada a un lado de él. Tomaste su rostro entre tus manos para que dejase de mirar el suelo y enfocase sus ojos verdes en ti. Esperabas que su piel estuviese fría ya que el frío era más intenso que la noche pasada, sin mencionar que él solamente vestía sus bóxer negros y nada más. Sin embargo, su piel estaba caliente. ¿Hace cuánto estaba sentado solo en el duro suelo del baño?

— Tranquila. – Su voz era más ronca de lo normal, tratando de reglarte una sonrisa que solamente aumentó tu preocupación. 

— Amor... – El enojo que había dejado su discusión más reciente estaba esfumándose al verlo de aquella manera. — Ven, vamos a la cama. Te voy a hacer un té, mañana tienes rodaje, pero no creo que sea buena idea. 

No querías interferir en su trabajo, de verdad que no. No obstante, la palidez en su tes junto con la lentitud en sus movimientos te daban una mala sensación. 

— No. – Esa fue su respuesta antes de alejarse de tu toque, levantándose antes de que pudieses ayudarlo. Ahora eras tú la única arrodillada en el frío suelo del baño.  

Harry aprovechó ese instante para esconder lo que mantenía empuñado en su mano izquierda, nunca agradeció tanto el hecho de que fueses un tanto, de lo contrario hubieses visto lo que estaba alado de su cuerpo cuando entraste al baño. La realidad era que ni siquiera te detuviste a mirar la habitación, tu atención se había enfocado en él, que estuviese bien porque lo amabas con cada fibra de tu ser.

— ¡¿Harry?! – Un par de segundos lo seguiste. Estabas preocupada y frustrada por su actitud, pero antes de que pudieses decir algo más, su teléfono sonó. ¿Quién lo llamaba a las tres de la mañana? 

— Olivia. – El anhelo con el que dijo su nombre se sintió como una puñalada a tu corazón, algo que caracterizaba a Harry era lo expresivo que podía ser a través de su mirada y de su voz. — Sí, claro, voy saliendo. 

Era como tener un déjá vu de las ultimas cinco semanas, tu maldito novio haciéndote a un lado por ella. 

— ¿De verdad te vas a ir con ella? ¡Por Dios! Son las tres de la mañana Harry, lo que sea que quiera puede esperar. – Te odiaste al sentirte tan vulnerable, prácticamente le estabas rogando. 

Él no dijo nada, simplemente se limitó a vestirse de una manera sorprendentemente rápida. Tú estabas parada en medio de la habitación, sintiendo en enojo burbujeando en tu interior, pero también sentías cómo poco a poco tu corazón comenzaba a quebrarse; tal como un vidrio que ya no podía soportar tanto peso y poco  a poco comenzaba a tener fisuras. 

— Volveré en unos minutos. – Intentó acercarse a ti, pero te alejaste. — Amor...

Claro que él podía notar el daño que te estaba haciendo, pero ya no podía evitarlo, ya había pasado del punto de no retorno.