One shots (Multifandom)

38. Dean Winchester (1/3)

Nota: No sigue ninguna linea de la serie, aunque tal vez tenga algunos spoilers.

—¿Cuándo pensabas decirnos que tus poderes regresaron? —Interrogó con una evidente molestia. Castiel y Sam compartieron una mirada pues no querían que volviese aquella tensión entre Jack y el ojiverde.

—No lo sabía. —Contestó Jack mirando con el ceño fruncido a los hermanos Winchester. Castiel permanecía a su lado, dándole apoyo. — De verdad, no lo sabía. No sé lo que sucedió.

—Cálmate, Dean. —Pidió su hermano cuando le vio bufar ante la respuesta del ojiazul. — Te creemos, Jack, solo que... es extraño, no sabías que tenías tus poderes y aun así te enfrentaste a los monstruos de Michael como si los tuvieses.

—Lo sé, yo tampoco lo entiendo. —Su ceño se profundizo más, buscando las palabras para explicarse. — Cuando nos atacaron y vi que nuestros amigos comenzaron a morir, simplemente quise ayudar... sentí este hormigueo y cuando me di cuenta ya estaba sucediendo.

Los tres adultos se miraron entre sí, había algo raro en todo eso. La gracia de Jack no podía haberse renovado en tan poco tiempo, no había ningún otro arcángel en la tierra y Lucifer estaba muerto. Así que, ¿qué rayos había sucedido?

—Recuperar mi gracia es algo bueno, ¿no? — Dean miró a Jack, al instante sintiéndose como un idiota por seguir desconfiando del chico. Era obvio que Jack se sentía feliz pues con sus poderes de vuelta ya no se sentiría como un estorbo.

—No lo sabemos, Jack. —Habló Castiel con su seriedad habitual. — Es imposible que de la noche a la mañana recuperaras tu gracia y me temo que, si la tienes, no es para nada bueno.

.............

Jack estaba sentado en medio del cuarto con Castiel a sus espaldas. El ojiazul no estaba preocupado pues sabía que Cass nunca le haría daño, además, él también quería saber si había pasado algo por alto. Quería saber si existía algo dentro de su mente que les ayudase a entender cómo su gracia había vuelto. Por otra parte, los hermanos Winchester estaban sentados en la mesa, cruzados de brazos con la esperanza de que Cass pudiese encontrar alguna pista en la mente de Jack. Nada bueno sucedía sin que trajese consigo una desgracia, ambos lo sabían.

—Dolerá un poco, pero no es algo que no puedas soportar. —Avisó el ángel.

—Lo sé, estoy listo.

...........

—¿Cass? —Preguntó Sam con cautela. El ángel les daba la espalda y no había dicho nada desde hace varios minutos.

—¿Quién es ella, Jack? —Ignoró la pregunta de Sam, girándose para enfrentarse a los Winchester y al hijo de Lucifer. Los hermanos se miraron entre sí, confundidos pues no entendían nada.

—Una amiga. —Respondió sabiendo a quién se refería Castiel. — ¿Por qué? — Al ojiazul no le gustó la mirada de uno de sus padres, no diría más hasta que tuviese la certeza que la chica no correría ningún peligro.

—¿Pueden dejar de hablar en clave y decirnos a Sam y a mí qué demonios está sucediendo? — Dean había llegado a su límite. Nunca le había gustado el no saber lo que sucedía. — Cass, ¿qué mierda viste? ¿Qué chica?

El de gabardina dejó escapar un suspiro, sabía que la información que le diría a los hermanos le traería una serie de reclamos, pero ya no les podía ocultar información.

—Hace unos días, después de que Jack muriese y reviviera, sucedió algo en el cielo. —Los tres le miraron con sorpresa, sabían que el cielo estaba a nada de colapsar, ¿qué otra cosa pudo haber sucedido? — Todos los ángeles fuimos capaces de sentir esta... energía, era pura y completamente poderosa. Fue como una explosión que nos dejó cegados, como si una luz brillante nos estuviese quemando y después nada, se fue tan pronto como apareció. —El ángel aún se estremecía al recordar la sensación. — Sin embargo, hace dos días esa misma energía volvió, pero no con la misma intensidad. Estoy bastante seguro de que se trata del mismo poder, los pocos ángeles que quedan han decido buscar la fuente pues desde la primera aparición el cielo de alguna manera comenzó a renovarse, pero eso no durará mucho tiempo, solo fue algo provisional. El problema es que nosotros no fuimos los únicos que sentimos aquella energía.

—Los demonios también la sintieron.

—Así es Dean, estoy bastante seguro que cualquier otra criatura sobrenatural pudo sentirla. — Caminó unos cuantos pasos más cerca de Jack y de los hermanos. — Esta energía es lo más poderoso que he sentido nunca, estoy seguro que Michael también la siente por eso no nos ha atacado nuevamente.

—La está buscando. —Adivinó Sam.

—Sí, Michael no es un idiota, casi muere a manos de Jack antes de que Lucifer le robara su gracia y esta energía es más fuerte que Jack. No dudo de que intente adueñarse de la fuente de este poder. —Era un nuevo problema, uno más que agregar a la lista, pero que rápidamente se había convertido en el más importante de todos pues si Michael conseguía encontrar aquella energía antes que ellos, sería imposible poder ganarle al arcángel.

—Es ella, ¿verdad? —Preguntó Jack aunque por dentro ya sabía la respuesta.

Cass no dijo nada, simplemente asintió en un breve y corto movimiento. Los hermanos sintieron como si una nueva carga, más pesada que las demás, se instalaba sobre sus hombros. Todavía no conseguían salir de un problema para entrar en otro.

—Si Michael la encuentra antes que nosotros... —Comenzó a decir Castiel, diciendo en voz alta la peor de las opciones.

—Estaremos jodidos. — Terminó Dean por el ángel. — Cass, ¿estás seguro de que es la chica que viste en la mente de Jack? — Quiso saber el ojiverde, era mejor asegurarse y no perder el tiempo con pistas falsas.

—A pesar de que solo es un recuerdo dentro de la mente de Jack, de alguna manera fui capaz de sentir esa atracción por la energía que despedía la chica, era un aura que le rodeaba y estoy bastante seguro de que es la misma.

Jack estaba más preocupado por la chica que por ellos, que por el mismísimo mundo. Se encontraba en un dilema, pues quería ayudar a los Winchester, pero también quería protegerla y sabía que una vez que ellos se presentasen frente a su puerta, su vida estaría en peligro hasta que averiguasen cómo protegerle.

—¿Ella le devolvió su gracia a Jack? —Quiso saber el de cabellos largos. Castiel murmuró un seco 'sí' — ¿Cómo? Me refiero a que, bueno, ¿cómo lo hizo sin que Jack se diese cuenta?

—Ella sabe sobre sus poderes y eso la vuelve peligrosa. —Afirmó Dean con enojo, lo que parecía ser el constante estado del mayor. — Necesitamos traerla al búnker, hacer que nos diga qué demonios es y sino, ponerle una bala en la cabeza. Eso solucionaría nuestros problemas, ¿no?

—No. —La seriedad se apoderó de la voz de Jack, sus ojos convirtiéndose en dorados sin siquiera poderlo evitar. — Tienen que jurarme que no le harán nada, ella es buena, estoy seguro de que no sabe lo que puede hacer y, si lo sabe, nunca haría algo para lastimar a otros.

—Jack... —Sam quiso intervenir porque, aunque pensaba que la idea de su hermano parecía drástica, no dejaba de ser una opción.

—No, Sam. —Le interrumpió. —Prométanme que la vamos a proteger, no le haremos nada o no me va a importar que me odien, no les diré dónde encontrarla.

Los Winchester miraron a Castiel en busca de apoyo, pero por los gestos del ángel se dieron cuenta de que estaba de lado de Jack.

—Joder. —Bufó Dean completamente cabreado. — Lo prometemos, ¿feliz? A la mierda todo, solo espero que tengan razón.

Sin esperar una respuesta dio media vuelta perdiéndose por uno de los pasillos del búnker. El haría su mejor esfuerzo por mantener la promesa, pero si la 'amiga' de Jack intentaba algo, de alguna manera le pondría fin a su vida.