{ 7.- Amigos }

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Mateo salió de la piscina y se sacó las gafas de natación. Echó su cabello húmedo hacia atrás para que no le molestaran las gotas que caían una tras otra.

Caminó hasta el banquillo y cogió su toalla para secarse.

—Casi te gano.—Dijo Dante posicionándose a su lado y cogiendo la otra toalla.

Mateo se burló.

—En tus sueños.—Dijo antes de colocar la toalla alrededor de su cuello y caminar hacia los vestuarios.

—Estaba bastante cerca.—Dante rodeó los hombros de Mateo con su brazo alcanzándolo.—La próxima quedaré primero.

Mateo soltó un sonido divertido.

—Claro, claro.—Rodó los ojos.

—¿Vas a venir al gym luego?—Dijo Dante mirando a su amigo.

Mateo sacudió la cabeza,—Nop, tengo otros planes.

Dante se detuvo y observó a Mateo caminar hasta su taquilla y sacar ropa limpia.

—¿Qué planes?

—No es asunto tuyo.—Dijo Mateo con una sonrisa bajando su bañador, quedándose completamente desnudo.

Dante frunció el ceño.

—Ou...—Sonrió pícaramente.—¿Secretos, Matty?

Mateo lo miró divertido.

—No. Solo asuntos que me los guardo para mí mismo.—Señaló y caminó a las duchas.

Dante hizo un puchero, intrigado. Observó la espalda de su amigo.

—¿Cuándo tienes la próxima cita para darle los últimos retoques al tatuaje?—Preguntó yendo detrás de él, también para darse una ducha rápida.

Mateo se metió debajo del chorro, se miró a sí mismo la espalda por encima del hombro, esta se contrajo, haciendo los músculos notables.

Dante envidiaba aquella espalda. A pesar de que había hecho natación desde los 6 años parecía imposible conseguir una espalda tan ancha y musculosa como la de Mateo. Sin hablar de los brazos.

—Hmm...Tengo que ir la próxima semana.—Dijo.—Ya queda poco, haré que me lo terminen en esa sesión. Será la última.

Dante miró el gran atrapasueños que se encontraba en la espalda de su amigo. Era bastante grande, con plumas y pequeñas decoraciones extras. Quedaba bien. Las pecas en sus hombros y cuello resaltaban, haciéndolo ver sexy.

Mateo se dio la vuelta y Dante pudo observar los demás tatuajes del primero. Las máscaras de teatro en sus pectorales, en el lado izquierdo, eran de tamaño medio y también era bonito. La frase que llevaba arriba "Smile now..." (sonríe ahora) y la de abajo "cry later"(llora después); hacía ver al tatuaje más...Intenso y profundo. Daba qué pensar.

Dante sabía el significado de ese tatuaje, pero ¿Mateo? ¿Por qué Mateo decidió hacerse aquel tatuaje?

Miró más abajo, pasando por alto los abdominales marcados del hombre, un poco más arriba de su muslo, cerca de su entrepierna se encontraba una pequeña pero bastante detallada ancla.

Había diferentes significados pero en el caso de Mateo, le recordaba al mar. Mateo amaba los sitios con la suficiente agua como para poder nadar: mar, ríos, pantanos, lagos, lagunas, piscinas...Y la ancla era su forma de representarlo.

Mateo no tenía tantos tatuajes y tampoco eran tan extravagantes, el único con gran tamaño era el de su espalda.

Dante era amante de los tatuajes, él tenía muchos en mente. Solo había un pequeño problema: Le tenía pánico a las agujas.

Dejemos de fingir (3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora