Mateo se bajó del taxi con su maletín y maleta, le agradeció al conductor y cerró la puerta.
Miró el hotel con disgusto. Él tenía un departamento aquí en Alemania, pero aún así, se iba a quedar en aquel hotel reconocido de la ciudad.
Se dispuso a entrar cuando una pareja se le adelantó. Mateo hizo una mueca, ellos se estaban besando, y el hombre tenía una mano masajeando el culo de la chica sin descaro.
Bueno, después de todo era un hotel. Tal vez por eso le disgustaba tanto los sitios así, eran un poco lascivos y sucios por más estrellas que tuvieran. En ellos ocurrían muchas cosas de las que ningún empresario se sentiría orgulloso.
Decidió ignorarlos hasta que miró bien al chico.Era alto, moreno y fuerte. ¿No era...?
Los ojos de Mateo se abrieron por el asombro y corrió hasta ellos. Le dio la vuelta al tipo con fuerza, Stewart y la chica soltaron un jadeo sorprendido.
—¿Qué mierda?—Dijo ella con el ceño fruncido.
—Hey, amigo, ¿tienes algún problema? —Dijo el hombre más calmado.
Mateo asintió.
—Sí, ¿qué haces con esa?
La mujer abrió la boca ofendida y parecía que iba a hablar hasta que Stewart se puso entre ellos. Él lo miraba estudiándolo.
—¿Tú no eres...?—Señaló y se calló, se dio la vuelta.—Hermosura, espérame arriba, en unos momentos voy.
Mateo lo miró mal. ¿Cómo? ¿Tenía tal descaro de serle infiel a Sian enfrente de él?
—Se lo voy a contar a Sian, qué vergüenza de hombre, no tienes respeto.—Lo miró decepcionado.—Él se merece algo mejor que tú.
Stewart lo miró confundido.
—¿A quién se lo vas a contar?
Mateo se percató de que tal vez este tipo conocía a Sian como Dylan. Ja. ¿Conque Sian no había tenido aún la confianza de contarle su verdadero nombre? Ja.
Aunque pensándolo bien, Sian tampoco se lo había contado a él en su momento, Mateo lo había descubierto por un error de Cole.No debería estar celebrando nada.
—¿Tú no eres el chico que tuvo sexo con Dylan en mi coche?—Cuestionó Stewart, señalándolo.
Mateo se cruzó de brazos, trató de no verse avergonzado.
-Ese mismo.-_No debería comportarse con orgullo, después de todo, el que tuvo poca educación fue él y no Stewart.
-_Wow. No te había reconocido, estás un poco diferente.—Dijo el chico mirándolo de arriba abajo.—Además, ¿respeto? Fuiste tú quien jodió con alguien más en el auto de otro.
Mateo se encogió de hombros.
—Es diferente. Le estás siendo infiel a Dylan.
Stewart lo miró extrañado nuevamente.
—¿De qué hablas? Dylan y yo...Oh...¿Estás molesto?
Mateo le cogió del cuello de la camisa y se acercó a su rostro con fuerza.
—Claro que estoy molesto. Sian no se merece que le hagas esto.
Stewart lo miró divertido.
—Cálmate, amigo.
—No soy tu amigo.—Escupió Mateo.
Stewart rio.
—Wow, estás dolido, ¿eh? Que Sian me haya elegido a mí antes que a t-
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Dejemos de fingir (3)
Novela JuvenilMateo es listo, guapo, coqueto y con un sentido del humor fascinante. Y por si fuera poco, popular. ¿Que si tenía dinero? Dinero no le faltaba. Definitivamente lo tenía todo. Era perfecto. Solo que tanta perfección era un poco abrumadora para los d...