I'm your biggest fan [Markson]

ATADO Y AMORDAZADO

Jackson conducía su Ferrari color azul. Cada vez que pisaba el acelerador, disfrutaba con el ronroneo de la máquina. Qué estupendo era volver a encontrarse detrás del volante. Había pasado demasiadas noches en el asiento de atrás de la limusina y echaba de menos la sensación de control que disfrutaba al conducir.
Se había comprado el Ferrari hacía poco más de un año para celebrar que su último álbum había llegado a multiplatino. Pero, por el momento, el cuentakilómetros apenas si registraba unos pocos miles de kilómetros. Quizá sería una buena idea desplazarse con su propio coche durante la gira que estaba a punto de empezar. Dejar el autobús para el personal. Jackson tomó nota mentalmente de que tendría que proponérselo a Maury por la mañana.
Maury...

Jackson tamborileaba con los dedos sobre el volante. No podía sacarse de la cabeza su torpe conversación con el mánager. Maury no sabía de qué hablaba, por supuesto. Todos aquellos disparates sobre el amor... El mánager había llegado a esa conclusión tan solo porque no conocía todos los hechos. No sabía nada de la cuenta falsa en Twitter... y no tenía ni idea de que el chico con el que conversaba era un fan. ¿Cómo habría podido Jackson Wang enamorarse de uno de sus fans? ¿Un fan como cualquier otro, un fan que no era capaz de decirle su apellido, ni su dirección? ¿Un chico que no había visto ni en foto?

-Vaya tontería- murmuró mientras su coche entraba por la puerta principal y enfilaba el camino privado en su nueva casa en Hollywood Hills.
Frenó y abrió la puerta del vehículo, y se preparó para recibir el aire frío de la noche. Mientras entraba en el edificio, su mano buscó de manera mecánica el móvil que llevaba en el bolsillo, pero entonces se detuvo. Quizá le convenía un descanso... una noche sin contarle a Mark todas las ideas que le venían a la cabeza. Sería la primera vez en varios meses que no se dormiría después de haber leído sus mensajes, ni se imaginaría la voz del chico susurrándole las buenas noches.
Pero Jackson era perfectamente capaz de dejarlo a un lado, ¿verdad?

Se quitó las zapatillas deportivas y se tendió en el sofá. Se dijo a sí mismo que tal vez fuera aquello lo que necesitaba. Un poco de soledad. Escuchar música comiendo un helado de vainilla con cookies. Basta de móvil. Basta de Twitter.

¿Dónde estaba el equipo de música? Sus ojos merodeaban sin cesar por una habitación demasiado grande. Techos abovedados. Suelos de madera noble. Muebles forrados de cuero negro. El piano de cuarto de cola, de color blanco, en un rincón. Alguien había ordenado la colección de trofeos. Hogar, dulce hogar. Todo de muy buen gusto... y muy poco acogedor.
Aquella casa no le resultaba más propia que las lujosas suites de hotel donde dormía la mayor parte de las noches. Entre las giras y sus obligaciones como artista y modelo, a duras penas lograba pasar seis semanas al año en Los Ángeles. No había exagerado al decirle a Maury que no le quedaba tiempo para tener una relación. A menos que encontrara a alguien que pudiera llevarse a todas partes, alguien que no tuviera problemas para ir de un lado para otro, alguien del tamaño de un teléfono móvil, que le cupiera en el bolsillo de atrás de los pantalones de jean.

No podía dejar de preguntarse qué habría pensado Mark de la canción navideña de aquella noche. ¿Se habría dado cuenta del desastre que había armado en la segunda estrofa? Lo disimuló con una sonrisa presuntuosaben dirección a la cámara y Maury incluso le dio una palmada en la espalda por el trabajo bien hecho. Pero ¿se habría dado cuenta Mark?

-¿A quién voy a engañar?- se dijo Jackson. Y metió la mano en el bolsillo de atrás. Si tenía que pasar la noche solo, comiendo helado del envase de cartón, se moriría de aburrimiento.
Sacó el teléfono y abrió Twitter, pero vio enseguida que no era la cuenta que quería.

Jackson Wang @JacksonWang852
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3,8 M

Y aumentando.
Ya casi no se preocupaba de abrir su cuenta de verdad, pero le habían ordenado desde arriba que tuitearabsobre el especial de Navidad. Sus ojos resbalaron sobre el mensaje que había mandado justo antes de empezar.