Entrada de diario n.º 32 - 20 de septiembre de 2013
No voy a mejorar jamás. Me siento como si hubiera pasado los últimos tres meses trepando para salir de un hoyo profundo y oscuro, y de pronto me hubiese soltado y hubiera vuelto a caer hasta el fondo. Ya no sé si quiero volver a intentarlo.
Mark trató de concentrarse en las palabras que había escrito en el diario donde plasmaba sus pensamientos para la terapeuta, y la visión se le nubló.
Se sentía abatido, sentado sobre el puf, vestido tan solo con un pijama arrugado.
Desde la discusión de tres días antes con Jinyoung, no había logrado sacar fuerzas de flaqueza ni levantarse de la cama. No había movido ni un solo músculo, salvo para marcar el número de Jinyoung. Aquella noche, por fin, él le había contestado. Pero la alegría de Mark se había esfumado nada más leer el mensaje:Jinyoung: Deja de llamar. Hemos terminado. No me obligues a cambiar de número.
Mark sintió que los ojos se le llenaban nuevamente de lágrimas y se secó los párpados con una mano. Al diablo con Jinyoung. Como si Mark hubiera sido un patético incapaz de entender que molestaba...
Por lo menos el mensaje lo había sacado de su aletargamiento durante el tiempo suficiente para escribir en el diario. Se dijo a sí mismo que tenía que seguir. No parar. No importaba lo que dijera. Lo único que tenía que hacer era llenar una página, porque así tendría algo que enseñar en la siguiente sesión de terapia.Sin moverse del sillón, encorvó el cuerpo y apoyó el bolígrafo en el papel. Podría aguantar el perder a GaGa, e incluso perder a Jinyoung. Pero ¿los dos? ¿En un solo día? ¿Cómo voy a recuperarme de eso? No me queda nada. Es una situación desesperada.
Mark cerró los ojos y trató de canalizar la voz de su terapeuta interior.
Sabía lo que le diría la doctora Regan cuando leyera la entrada: «¿Mark,
piensas que es posible que estés catastrofizando?».
Se acordaba del día en el que la terapeuta le había explicado por primera vez el concepto.Catastrofizar: una variedad de pensamiento distorsionado que hace que los problemas parezcan más graves de lo que realmente son.
¿Era eso lo que hacía?
Mark negó con la cabeza y su bolígrafo se deslizó por la página.
¡No estoy catastrofizando, es que esto es una catástrofe! Una catástrofe de verdad. A veces suceden cosas horribles. ¡No puedo fingir que no ocurren!
Respirando con dificultad, Mark cerró de golpe el diario. No le servía de nada. Lo único que sentía en aquel instante era una angustia abrumadora. No sabía a quién odiaba más. ¿A Jinyoung, por haberse librado de él como si nada? ¿A la doctora Regan, por su carácter reservado e imperturbable? ¿O a GaGa... a GaGa, el mentiroso que le había destrozado la vida con sus chistes y sus insinuaciones de chico listo?Tenía que distraerse con algo... lo que fuese, con tal de que se le pasara el intenso dolor que sentía en el pecho. Sus ojos se posaron en el móvil, que se encontraba en el otro extremo de la habitación, y Mark fue a buscarlo. Aun cuando no hubiera una sola persona en el mundo interesada en él, siempre le quedaba Jackson Wang.
Mark se colocó los auriculares y puso su canción favorita.
—Habla conmigo, Jackson— susurró —Cuéntame un secreto. Dime cómo estás.Como en respuesta a su pregunta, la voz cantó la primera estrofa:
Nos quedamos en tu terraza.
Bebí tu vino embriagador.
Y tú me decías: «Desnúdate».Mark exhaló un leve gemido y presionó el botón del volumen con el pulgar hasta que la música le dolió en los oídos. La voz de Jackson retumbaba dentro de su cabeza. Era tan fuerte que no podría aguantarla mucho rato. Pero no lo bastante fuerte como para ahogar la cólera que lo abrazaba por dentro.
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I'm your biggest fan [Markson]
FanfictionJackson está descubriendo el lado amargo de la fama: las exigencias de la discográfica, la persecución de la prensa, la presión de las redes sociales. Harto de los admiradores que lo acorralan, decide utilizar un perfil falso para boicotear a sus fa...