Mark estaba echado en la cama, a oscuras, con los ojos clavados en el techo. Eran cerca de las doce, pero sabía que aquella noche apenas podría dormir.
Su rutina para acostarse había quedado desarticulada por completo. Era uno
de los maravillosos efectos secundarios de pasarse veinticuatro horas al día
encerrado. Habían transcurrido semanas desde la última vez que había visto el sol. Pero los ritmos circadianos eran el menor de sus problemas. Había tomado una dosis del medicamento contra la ansiedad, pero aún sentía sobre sus hombros todo el peso del pánico que a duras penas lograba reprimir. Veía aquellos feos mensajes cada vez que cerraba los ojos, como si se le hubieran quedado impresos en el interior de los párpados.GaGa: ¿Sabes qué tipo de animal vería Jackson si se diera cuenta de que
existes?«Jackson. Jackson Wang. Jackson uno... Jackson Wang... Jackson tres...»
No le servía de nada. Los ejercicios de respiración tenían sus límites.
Mark se revolvió sobre la cama y alargó el brazo para alcanzar el teléfono. Sabía que no tenía que volver a mirar los privados, pero, a decir verdad, ¿qué importaba? No podía dejar de pensar en ello. Lo más probable era que se pasara todo un mes analizándolos palabra por palabra.
¿Acaso no tenía que estar orgulloso de sí mismo? Había manejado bien aquella situación. Lo habían atacado y él se había defendido. Había luchado contra su atacante. No había dado media vuelta ni había huido. No como en junio...Mark se frotó la cara con una mano para espantar ese recuerdo. No quería enfrentarse a él. Todavía no. Probablemente no lo haría jamás. Le salía más a cuenta obsesionarse con aquella conversación en Twitter, por horrible que fuera.
Bajó los ojos a la cita de Tumblr con la que finalizaba el diálogo. Había algo que lo inquietaba. Quizá fueran las tres palabras del final.
«Muéstrate gentil. Siempre.»
No: «Muéstrate gentil. A veces».
Ni: «Muéstrate gentil. Aunque la otra persona sea mezquina desde el principio».Se dio cuenta de que eso era lo que más lo molestaba. No que lo hubiesen atacado, sino que él mismo hubiera contraatacado. Había estado tan concentrado en defenderse que ni siquiera se había parado a pensar por qué la otra persona había ido por él.
«Todas las personas libran una batalla...» ¿Qué clase de batalla podía estar librando Gaga para actuar de aquel modo? Quizá también padeciera problemas de salud mental. Quizá no se los habían diagnosticado, no se había sometido a tratamiento. Quizá tan solo necesitaba hablar con alguien.Mark cerró los ojos un instante y el pánico y la tensión que había sentido en el pecho desaparecieron. Había llegado al fondo de la cuestión. Sabía lo que tenía que hacer.
El hilo de privados seguía abierto en su teléfono. Mark asintió con resolución e introdujo un nuevo mensaje.***
Jackson se repantigó en el asiento de atrás de la limusina y se frotó los ojos legañosos. El recorrido en coche desde la granja de pollos hasta el hotel iba a llevarle poco más de una hora.
Probablemente habría tenido que echar una cabezada, pero presentía que no le resultaría fácil dormirse. No después de aquel día infernal. Se había pasado la jornada entera con los nervios de punta, a la espera de que los publicitarios descubriesen su escapada de aquella mañana en Twitter. Por algún milagro, la selfie les había pasado inadvertida. Debían de haber pensado que se trataba de un Photoshop perverso de algún fan, en la misma línea que las porquerías que escribían sobre él a todas horas.Jackson trató de suscitar dentro de sí mismo un poquito de justa indignación, pero sabía que no le iba a servir de nada. No podía culpar a nadie, salvo a sí mismo, por el malestar que sentía en el estómago.
Contempló por la ventana de la limusina el paisaje oscurecido que iban dejando atrás, pero su mente seguía clavada en la cuestión que había ocupado sus pensamientos durante todo el día. Recordaba una y otra vez retazos del intercambio de mensajes privados que había sostenido. No podía sacudirse el recuerdo, ni la sensación, cada vez más profunda, de que había actuado mal.
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I'm your biggest fan [Markson]
FanficJackson está descubriendo el lado amargo de la fama: las exigencias de la discográfica, la persecución de la prensa, la presión de las redes sociales. Harto de los admiradores que lo acorralan, decide utilizar un perfil falso para boicotear a sus fa...