I'm your biggest fan [Markson]

CAMBIO DE TONALIDAD

Jackson deambulaba por la sala de estar, con los ojos pegados a la pantalla. Estaba actualizando de nuevo su Twitter —Vamos, Mark.— ¿Acaso no había visto la notificación? ¿Por qué tardaba tanto? —¡Vamos! ¡Seguro que lo has visto!

Como en respuesta a sus palabras, apareció un nuevo mensaje al inicio de sus tuits recientes.

Mark T @MarkAmaAJackson
¡¡¡¡¡DIOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS!!!!!

Sonrió de oreja a oreja.
—Ya estamos.

La respuesta estándar de un fan. Solo un poquito mejor que cuando tuiteaban series de mayúsculas tecleadas al azar.
Se imaginaba cómo debía de estar saltando de un extremo al otro de la habitación, chillando hasta que casi le reventara la cabeza.
Hubo algo en aquella imagen mental que frenó a Jackson. Un nuevo pensamiento acababa de invadirlo. ¿Le iba a mandar algún privado? Por lo general, los fans lo hacían en cuanto empezaban a seguir su cuenta. Lo más habitual eran las selfies. Al cabo de tantos meses, ¿iba a tener por fin algún vislumbre del rostro de Mark?

Se dejó caer pesadamente sobre el taburete, frente al piano de cuarto de cola, y sus dedos tocaron una progresión armónica menor mientras aguardaba. No dejaba de mirar con impaciencia la barra de mensajes, a la espera de un nuevo privado. Pero al cabo de un momento se rindió.
Al diablo. No podía aguantar el suspense. Sentía la necesidad de leer algo más que «¡¡¡¡¡DIOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS!!!!!».

Cambió de cuenta y regresó a @JacksonWangEsUnaMierda, y lanzó un nuevo mensaje desde allí.

GaGa: ¿Mark? ¿Estás ahí? ¿Qué te pasa?

Mark T: ¡¡¡¡¡JACKSON ME SIGUE EN TWITTER!!!!!

GaGa: ¡Wow!

Mark T: DIOSMIODIOSMIODIOSMIO

GaGa: Estás alucinando, ¿no?

Mark T: DIOS KMO ME TIEMBLAN LA MANOS

GaGa: Respira hondo. Respira hondo. Ahora no te me pongas a hiperventilar.

Mark T: No puedo dejar de sonreír. DIOS MÍO, ¿por qué se ha puesto a seguirme?
¡Esto no tiene ningún sentido!

GaGa: Será porque le has deseado Felices Navidades.

Mark T: ¡DIOSSSSS DEBE DE HABERLO VISTO! ¡HA VISTO MI TUIT! ¡¡¡¡¡¡¡JACKSON WANG HA VISTO MI TUIT!!!!!!!

Jackson soltó una carcajada. Su mano izquierda todavía se hallaba sobre las teclas del piano y se puso a tocar una melodía sencilla, en una tonalidad mayor. Era incapaz de recordar la última vez que se había sentido igual: tan feliz que no podía evitar una sonrisa boba.
Feliz porque podría hacerlo feliz a él.

—Ah, Mark— dijo, soltándole risitas al móvil —Mark, Mark, Mark. Te quiero.
La música se detuvo de pronto y sus palabras quedaron flotando en el aire. Lo que acababa de decir era una figura retórica. Por supuesto. No lo había dicho en serio. Por supuesto que no.

Jackson parpadeó y trató de sacarse de la cabeza aquella idea. Giró sobre el taburete y dirigió la conversación por privado hacia el tema que tenía en mente.

GaGa: ¿Y le has mandado una selfie?

Mark T: Para. No vuelvas a hablarme de eso.

GaGa: Probablemente quiere ver una foto de tu reacción.

Mark T: Hummm... ¿ah, sí? No me gusta que me mire un desconocido. Ese es uno de los mecanismos desencadenantes de mis fobias.

GaGa: Nada de desconocidos. Tan solo Jackson. Nadie más te va a ver.

Mark T: NI HABLAR.

GaGa: Confía en mí, Mark. Le va a gustar.

Mark T: ¿Y tú qué sabes? ¡No tienes ni idea de como me veo.

Jackson se mordió el labio.
—Dentro de poco lo voy a saber— murmuró. Las comisuras de los labios le temblaron de pura expectación. Notaba que la resistencia del chico
empezaba a agrietarse. Solo tenía que darle otro empujoncito...

GaGa: No, no con exactitud, pero sí sé que eres lindo.

Mark T: Eso no lo sabes.

GaGa: Sí lo sé. Quizá TÚ no lo sepas.

Mark T: ¿No sé si soy lindo?

GaGa: Es posible.

Mark T: Bien, GaGa. Ahora déjame que lo piense... ¿Qué es lo que me hace lindo?

Jackson guardó unos instantes de silencio. Se dio una leve palmada en la frente al darse cuenta de lo que había hecho.

Gaga: Mierda. Acabo de plagiar una canción, ¿verdad que sí?

Mark T: No me digas que ahora eres fan de One Direction.

GaGa: Eh, esa canción es genial. A todos los adolescentes les encanta. :P

Jackson hizo un mohín. Su sonrisa de desconcierto se volvió maliciosa. Por supuesto que sabía muy bien por qué la mente se le había ido hacia aquella canción. La había estado escuchando el otro día. Tenía previsto sacar un nuevo sencillo en la misma línea. Estaba previsto que Copos de nieve saliera a tiempo para las vacaciones. Un regalo sorpresa navideño para sus adorables fans.

Veo caer los copos de nieve
y no los podría contar.
Pero son todos hermosos,
cada uno es singular.

Jackson volvió al piano e interpretó el estribillo. Algo le decía que iba a arrasar. Quizá no sería un éxito. La población entre los trece y los dieciocho años iba a enloquecer con ella, siempre que entendiera bien la metáfora: los copos de nieve eran los fans. Y suponiendo que Jackson convenciera a la discográfica para que no le retocara demasiado la letra. Al parecer, amenazaban con hacer entrar en juego a un escritor de canciones profesional. Maury le había dado la noticia aquella misma noche después del programa.
—No te lo tomes a mal, chico. Es que les parece que algunas de las letras resultan poco auténticas.

Jackson frunció el ceño al recordarlo. ¿Poco auténticas? ¿Y qué esperaba la discográfica? Si hubiera escrito una canción sobre lo que pensaba de verdad de sus fans, la habrían prohibido en todos los países por grosera.

—Entonces reescríbela tú mismo— le había dicho Maury —Tal vez podrías componer una canción sobre la persona misteriosa con la que intercambias mensajes de texto.

—Ya te he dicho que...

—Escríbeles una canción de amor que se base en la realidad, Jackson. Es lo único que te piden.

Jackson había permanecido lívido durante toda la conversación, pero quizá no fuera un mal consejo. Acababa de encenderse dentro de su mente una idea...
Había titulado la canción Copos de nieve, pero tal vez fuera ese el problema. Quizá debiera llamarse Copo de nieve. En singular. No una canción sobre todos sus fans, sino sobre un solo chico. Una canción que hablara de la sensación de frío y soledad, y de lo que supone encontrar el copo de nieve perfecto en medio de una furiosa ventisca. ¿Una canción de amor?
¿Era posible?

Jackson negaba con la cabeza sin acabar de decidirse. ¿Cómo podía ser de amor? ¿De verdadero amor? Y lo más importante: si era amor de verdad,
entonces, ¿qué diablos podía hacer?
Sabía que Mark aún esperaba una respuesta.

Mark T: GaGa, ¿tú sabes cuántas selfies debe de recibir Jackson Wang? Ni siquiera le prestaría atención.

Jackson se desanimó. Por el momento, cambió de parecer. Podía ser que, después de todo, aún no quisiera ver la foto. Todavía no. De pronto se dio cuenta de adónde podía ir a parar todo aquello, y la mera idea le provocó un estremecimiento. Sabía que si se enamoraba de Mark no podría seguir ocultándolo con un perfil falso. Si quería que aquella historia llegara a algún lado, no podría. Tendría que decirle la verdad. Y eso significaría enseñarle su propia cara.

GaGa: Ya, tienes razón. Demasiados fans. Demasiadas caras como para que se fije solo en una.

Mark T: Lo más probable es que ni siquiera sea él quien me sigue. Apuesto a que un publicista estaba usando su cuenta y se ha equivocado.