FIESTA PRIVADA

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Jackson estaba frente a la entrada del club, bajo la marquesina engalanada con letras brillantes:
¡FELIZ AÑO NUEVO!
CERRADO POR FIESTA PRIVADA
Por supuesto que aquello no precisaba lo privada que sería la fiesta. Jackson
no podía evitar reírse para sus adentros. Nunca había actuado para un público tan reducido, ni siquiera antes de firmar con la discográfica. Aquella noche iba a cantar solo, sin el acompañamiento habitual. Sin coristas. Sin bailarines. Sin una pirotecnia elaborada. Cuando subiera al escenario lo miraría un único par de ojos. Y también la terapeuta, que observaría desde las sombras.

Jackson se restregó las manos húmedas contra los pantalones vaqueros. Ya debían de ser casi las seis. Mark iba a aparecer en cualquier instante.
Maury se había superado con la elección de la sala para aquella noche.
Claro que no era fácil encontrar un local vacío en Nochevieja, pero... ¿Un local de carretera desvencijado, al pie de un lugar apenas transitado, a kilómetros de distancia de cualquier barrio que pudiera pasar por céntrico? Durante todo el tiempo que llevaba frente a la puerta, el número de vehículos que había pasado por delante de sus ojos había alcanzado un fabuloso récord: un único camión articulado. Aparte de eso, sus ojos no habían detectado ni el más mínimo indicio de vida. ¿Lo que se veía en el aparcamiento era una planta rodadora?

Se rodeó el cuerpo con ambos brazos. Habría tenido que ponerse alguna prenda más gruesa que una delgada chaqueta de cuero de motorista. No se
imaginó que haría tanto frío. Echó un vistazo a los negros nubarrones de tormenta que se agolpaban por encima de él.
Quizá había estado bien que Maury escogiera aquel cuchitril. Jackson habría tenido que considerarlo un golpe de suerte. Cada vez que daba un concierto privado tenían que bregar con los intrusos. De una manera u otra, el nombre del local siempre acababa por filtrarse y los fans locales acudían en manada. Pero no le ocurriría lo mismo en aquel lugar abandonado de la mano de Dios.
Jackson trataba de convencerse a sí mismo de que todo se desarrollaba de acuerdo con el plan. Tan solo faltaban unos instantes para que el coche entrara en el aparcamiento. La puerta se abriría... y, por fin, vería el rostro que tanto había deseado ver durante todos aquellos meses.

Entonces, ¿por qué sentía aquel deseo tan fuerte de escapar y ocultarse?
Debía de ser el silencio. Le atacaba los nervios. Al caer la noche, el paisaje se había vuelto espeluznante. Mark tendría que haber llegado ya.
Debía de haberse retrasado por algo. Jackson se metió las manos en los bolsillos y forzó la vista para ver mejor el trecho de carretera que se prolongaba en ambas direcciones. Oyó el leve murmullo de un motor en la lejanía. Se dio cuenta de que el sonido se acercaba y contuvo el aliento.
Entonces apareció el vehículo y Jackson, decepcionado, dio un golpe sobre el asfalto con la suela del zapato. No era Mark. Tan solo un autobús que avanzaba a toda velocidad por la carretera.
El chico tomó el móvil. ¿Y si lo había entendido mal? Entró en Twitter y volvió a mirar los privados de aquella mañana.

Registro 31/12/2016, 9.23 h

GaGa: Lo de esta noche sigue en pie, ¿eh?

Mark T: Allí estaré. Me estoy entusiasmando.

GaGa: ¡Estupendo! ¿Estás así porque vas a conocer a Jackson?

Mark T: Ver a Jackson me da miedo. Es porque te conoceré a ti. ¿O era el revés? La verdad es que ya no lo sé. Todo esto es surrealista.

GaGa: No tengas miedo. Soy buen chico.

Mark T: ¿No habrá mucha gente, verdad?

GaGa: ¿Cómo va a haber mucha gente? Será un concierto privado. Estaremos
solos tú y yo, y además habrá un cretino creído sobre el escenario que nos cantará una serenata para nuestro primer baile.

I'm your biggest fan [Markson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora