CAPÍTULO 51.

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(Ucker bajó corriendo hasta el muelle, pero cuando estaba haciéndolo se tropezó por lo resbaladizo de las escaleras por culpa de la lluvia haciéndose una brecha cerca del ojo.

Cuando consiguió levantarse, Dul ya no estaba donde la vio por última vez).

•Ucker: - ¡Dul!, ¡¿Dulce, dónde estás?! - cuando llegó a la pasarela del muelle, veía cada vez menos por la lluvia y ella no estaba por ningún lado.

Miró por cada lancha y por cada barco que estaba anclado pensando - "¿Y si me lo he imaginado?...¿Por qué ella?, ¿por qué a mi?...Estás cada vez peor, necesitas una chava..." - y cuando se iba a girar para irse, vio unos tacones enredados en la lona de uno de los barcos, los coge - "Estos son de Dul, no me lo he imaginado"...¡DUL!.

(La lluvia le golpeaba la herida y a la vez el dolor le golpeaba la cabeza. Ya estaba cansado y mareado, pero con los tacones aún en la mano, de repente ve una figura en el lago).

•Ucker: ¿D...Dul?, ¡DULCE! - Y se tira al agua nadando con todas sus fuerzas, sintiendo que se le agotaban con cada brazada, hasta que por fin llega hasta ella.

Dul estaba boca arriba y las gotas de lluvia le salpicaban en la cara - ¡Qué haces aquí, vámonos Dul! - la coge por la cintura y Dul abre los ojos asustada.

•Dul: ¡AAAAH!, ¡¿QUIÉN ERES?, ¡SUÉLTAME! - y le empieza a dar patadas al agua que hacen que a Ucker le entre agua por la boca y por los ojos - ¡SUÉLTAME!.

•Ucker: ¡DUL DEJA DE HACERLO TODO TAN COMPLICADO!.

•Dul: ¿U...Ucker?, ¿e...eres t...tú?, ¿q...qué haces a...aquí? - temblando por el agua, por el frío...Y por los brazos de Ucker a su alrededor.

•Ucker: ¿No crees que es mejor hablar cuando salgamos de aquí? - la mira y aunque quisiera quedarse ahí como para siempre con ella, el frío era insoportable - cógete de mi brazo y yo nado, vámonos ya.

(Y así Ucker con las fuerzas que le quedaban nadó con un solo brazo y con el otro arrastraba a Dul. Alcanzó la pasarela y ayudó a Dul a subir del agua. Cuando fue su turno de subir, ya no podía más así que ella le cogió como pudo y al final se quedó tendido en la pasarela tosiendo por todo el agua que había tomado sin querer).

•Dul: - le miraba de pie - "¿Estará enfadado después de todo lo que ha pasado esta noche?...¿Qué hago, le hablo o me voy?...Me voy, seguramente necesite espacio..." - y coge sus zapatos para irse.

•Ucker: ¿Es en serio?, ¿te salvo y te vas? - se gira como puede todavía tumbado - así de fácil ¿no? - y empieza a toser casi ahogándose.

•Dul: ¡Ucker! N...No, no...Pero no te mueras, no te mueras - se agacha a su lado - ¿me ves? Ya estoy aquí, ya estoy aq...

•Ucker: Tranquila, tranquila - tose un poco más - estoy bien - y le acaricia la cara - ya sé que no puedes vivir sin mi, pero...¡AY! - Dul le había pegado.

•Dul: No de verdad, ni ahogándote dejas dejas de ser un idiota - se levanta.

•Ucker: ¡No, no, no! Perdona, perdona...Gracias por preocuparte pero no te vayas por favor, no sabes lo que me ha costado encontrarte.

•Dul: - se sienta como puede por culpa del vestido - Ay, espérame, ¿no tendrás una navaja o algo para cortar?.

•Ucker: ¿Una navaja? Sí, espera, la traigo todos los días por si me quedo sin lana atracar a alguien o algo...¡Pues no, no traigo mensa! Jajajajaja

•Dul: ¡Ah, ya sé! - se levanta y coge una de una lancha. Cuando se gira ve la cara de susto de Ucker - Jajajajaja relájate niño, a ver ayúdame.

•Ucker: Mmm...¿Está bien?...Jajajaja

•Dul: ¡Que no me mires como si estuviera loca! Vale a ver, coge de aquí - y le pasa una esquina de su vestido - pero sujétalo bien eh, ¿estás estirando bien?.

•Ucker: ¿Algún día me tomarás un poco en serio?...- suspira - Sí, sí, estoy estirando bien, ¿qué vas a hacer loquita?.

(De repente y a sorpresa de Ucker, Dul se empieza a cortar el vestido para que se quedara más corto mientras Ucker no podía dejar de mirarla, ni a ella, ni a sus piernas que poco a poco se iban descubriendo. Se estaba perdiendo en ellas y Dul lo estaba notando...).

•Dul: - se sienta a su lado, muy cerca de él y le acaricia para que le mire directamente a los ojos - ¿Te puedo hacer una pregunta?.

•Ucker: ¿Desde cuándo preguntas para preguntar?.

•Dul: Calla y escúchame Uckermann.

•Ucker: Esa ya eres tú jajajajaja

•Dul: - le coge la cara y se acerca a ella - quiero que me digas por qué has venido hasta aquí buscándome.

•Ucker: - titubea un poco - ¿Y por qué no? Digo, te fuiste corriendo y necesitaba una explicación.

•Dul: No.

•Ucker: ¿No me vas a dar la explicación, no te fuiste corriendo...? No qué....- todavía más nerviosa.

•Dul: Que no te creo. Que quiero otra explicación.

•Ucker: Está bien, está bien...Pero que conste que no me dejas de otra ¿eh?.

•Dul: - asiente - Val...- pero no le da tiempo a acabar la palabra porque Ucker ya se había encargado de cerrarle la boca con un beso.

Después de cinco minutos, Dul le quita de un empujón - ¡No, no, no!.

•Ucker: ¿No?...Bueno ya te había dicho que no me dejabas opción, ya te había avis... - de repente Dul le devuelve el beso. Pasan otros cinco minutos más hasta que la separa de él - No te entiendo, ¿no habías dicho que...?.

•Dul: ¿Vas a hablar mucho más? O...No sé, ya casi me habías convencido - y le acaricia el pelo.

•Ucker: - la mira fijamente y con ternura - no sé si seguir convenciéndote, no quiero que sientas presión ni que luego creas que te has equivocado - le acaricia la cara.

•Dul: Bueno...Pero tú ya estás...Bueno ya sabes, que han pasado muchas chavas por tu vida y...Este...Por tu cama y...

•Ucker: - sonríe al ver a Dul sonrojada e intenta que se sienta cómoda - No, no, no shh...No quiero ni que pienses en eso, ni que lo compares. Contigo todo es distinto; sería distinto. Contigo todo cambia y ya lo sabes... - se levanta - de verdad no quiero que te sientas presionada - le da un beso en la frente - buenas noches preciosa.

•Dul: ¡Ucker! A ver ven, ¡ven! - le acerca a ella y junta su frente con la de él - Cuando...Cuando me fui corriendo fue porque entendí que Mariano ya no puede formar parte de mi vida de ninguna forma...

•Ucker: Ya...- como molesto porque él siempre tenga que salir en sus conversaciones.

•Dul: - se da cuenta y le sonríe - Y porque he empezado a entender que no puedo seguir huyendo de lo que realmente quiero.

•Ucker: - nervioso - ¿Y es...?

•Dul: - suspira y muy cerca de sus labios le susurra - Creo que eres tú Ucker. De hecho, estoy segura de que eres tú.

(Y después de mirarse intentando retener ese momento para siempre, y a pesar de que llovía como nunca, ambos se volvieron a meter en el lago entre besos y caricias. A cada paso que daban la ropa iba cayendo a sus pies, y el contacto con el agua no fue tan frío porque contaban con el calor de sus cuerpos y de todos los sentimientos que habían guardado durante más tiempo del que ellos mismos creían.

Empezaba una noche larga, de esas que se hacen hasta cortas. Una noche en la que Dul y Ucker se demostraron sin palabras cuánto se necesitaban y cómo se querían).

Cómo poder recuperar tu amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora