El viaje a la Isla de Bali, es maravilloso ni Lupe ni el Chino me molestaron para nada, amo la naturaleza me sentía como un pájaro con las alas libres, sin dudas este viaje de puras niñas no se compara con nada, tomamos de todo las noches eran días, y los días sin duda traían placeres tan simples como el tomar cientos de fotos a mis amigas, a las aves, al infinito, la verdad es que la alberca era el centro de reunión donde la fiesta se prolongaba horas y horas, Jessy como es costumbre coqueteaba con cualquiera que se dejaba, Andrea a y María Jose.
Los días van pasando en el calendario y de apoco me voy convenciendo que con y sin Sergio me siento igual de bien.
Aunque a veces me quedo viendo el horizonte y recuerdo a esa niña que creció sola porque Lupe y el chino siempre andaban de viaje mi madre sumergida entre telas, bordados, encajes, botones y al final los grandes desfiles.
El chino entiende más de bienes raíces y de autos de fórmula uno que dé como ser simplemente un padre, es un magnifico proveedor que es muy diferente.
De los primeros recuerdos que tengo es como n una navidad me obsequio un gol-car en lugar de su presencia todo lo sustituye con mimos y regalos finos.
Recuerdo perfecto que mi primera borrachera fue a los 12 años a ambos se les olvido mi cumpleaños y solo la servidumbre me celebro, entonces tome un tequila añejo ese que siempre decía mi padre – Hey Lupe, vieja este no te lo vayas a tomas, porque es muy fino-
Recuerdo que fui, lo destape y bebí lo suficiente ni un cuarto serio, y me quede absolutamente ebria y dormida, el resto de la botella se derramo.
Cuando amanecí, ese día me prometí a mí misma nunca más volver a estar sola, así que buscaría tener tantos amigos, como estrellas en el cielo, me volví popular poco a poco en la escuela grado a grado.
Él nunca me reprendió por tomar su botella colección del siglo pasado que le había regala no se quien, pero sin duda era importante para él.
Todo a la fecha es más importante para el menos yo.
Aunque a la fecha el ser su hija me abre todas las puertas de cualquier lugar solo con decir soy la hija del chino Valdés, es como si dijera las palabras maginas todo se pone a mi alcance, aunque trato de no abusar de ello, porque el dinero solo sirve para solucionar problemas, pero no para arreglar o comprar almas, a menos eso siempre me dice mi madre.
Pase el mayor tiempo posible con mis amigas en Indonesia, pues al regreso otra vez la costumbre de las borracheras y los regaños de Sergio.
Al llegar a casa increíblemente me esperaba mi padre:
Jacobo. - Hola Juliana, ¿qué tal las vacaciones? me ha dicho tu madre que saliste excelente este periodo en la universidad, así que esperaba ansioso tu regreso para regalarte, esto digo pues espero que te guste, verdad.
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INTERCAMBIANDO DESTINOS
General FictionEsta historia Juliantina, te ofrece un mundo donde Juliana, es una niña rica, su padre es un magnate en el area financiera y de negocios, la sencillez los caracteriza. La familia Valdez, es un matrimonio donde Lupita es la guia promordial ya que...