Sálvame

Capítulo siete.

Al día siguiente volví a casa temprano y volví a dormir en mi cómoda cama. Cuando desperté eran las tres de la tarde, ordené comida rápida y con eso llené mi estómago hambriento.

Anoche después de lo que dijo el primo de Nath rápidamente cambiaron de tema y dejé pasarlo, con mi padre volví hablar en la mañana cuando venía a casa, entre los dos todo estaba arreglado y me prometió que pronto iríamos los dos solos de paseo, le dije que sí aunque sabía que a última hora Natasha se pegaría. El resto de la tarde la pasé acostada leyendo y viendo tv, me encontraba viendo Mulán acostada en el sofá acompañada de un paquete grande de doritos y coca-cola fría, mi celular vibró, pause la película y miré el celular. Una chica de nuestra escuela subió varias fotos de anoche, miré todas las fotos sonriendo porque todos se veían felices, habían fotos mías en donde estaba agarrada del brazo de Alex mientras cantábamos a todo pulmón, otras donde me encuentro acompañada de demás chicos y chicas de la fiesta bailando, sigo pasando las fotos hasta que aparece un vídeo, le doy play y la música se hace escuchar, varios chicos y chicas bailan, se ríen y beben como si el mundo se fuera a acabar, la chica que está grabando se mueve por la casa y cuando pasa por un lado de la casa veo algo que me hace unir mi cejas.

–¿Pero qué?

Devuelvo un poco el vídeo y lo paro para observar bien la escena. Guardo el vídeo en mi galería y me levanto rápido de sofá, apago la tv y corro hasta mi cuarto para ponerme unos zapatos, cuando lo hago salgo de la casa lo más rápido puedo, paro un taxi y le doy la dirección, cuando llego golpeo la puerta varias veces hasta que Margareth abre la puerta.

–Hola.–Saludo cuando la puerta está totalmente abierta.

–Hola, linda. Pasa.

Margareth se hace a un lado y entro cerrando la puerta.

–¿Alex está?

La morena asiente y señala las escaleras.

–En su cuarto con su amigo.

Le doy una sonrisa rápida y subo las escaleras, cuando llego a su puerta golpeo y entro cuando escucho su voz, cuando sus ojos chocan con los míos una expresión de sorpresa adorna su rostro.

–Lía, ¿Qué haces aquí?

Cierro la puerta de su cuarto pero esta se vuelve a abrir, Nathaniel entra y nos mira a ambos.

–Hola, ¿Qué haces aquí?–Nath se sienta en la cama.

Ambos siguen sin quitarme la mirada de encima.

–¿Ya no puedo venir sin avisar?

Alex junta sus cejas.

–Sabes que sí, pero creí que hoy estarías acostada viendo películas.

–Solo vine para preguntarte una cosa.

Mi voz sonó segura y sé que por mi expresión que tengo hizo que Alex tragara nervioso.

–¿No pudiste llamarlo?–Nath habla.

–Cállate.

Sé que quizás me pase por hablarle así, pero me siento engañada.

–¿Qué quieres decirme?–Alex me mira atento esperando a que hable.

–¿Tú y Nath están saliendo?–Los ojos de Alex se abren tanto que creí que se le saldrían, su mirada para en Nath y luego en mí y niega–Dime la verdad Alex, soy tu mejor amiga.

–Nathaniel y yo no salimos, te lo juro.

Miro a Nath y pudo ver en sus ojos tristeza, lo que me confirma más lo que vi en el vídeo.