Capitulo nueve.

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–¿De donde lo conoces?

Las clases iniciaron y Alex trataba de sacarme información. Aunque de información no había nada. Mi mejor amigo se había abstenido de preguntarme algo por dos clases, ya estábamos en la última clase del día.

–Solo me lo he cruzado un par de veces, no es nada del otro mundo.

–Ajá, hazte la boba que así te quedarás.

Suelto un risita. La voz del profesor se deja de escuchar y miro al frente.

–Señorita Davies y compañía. ¿Si ya dejaron de adelantar carpeta me dejan seguir con la clase?

Yo asiento. El profesor mira a Alex y este responde con un simple sí. Continuo prestando atención a la clase y evitar que me regañen, el sonido de un papel rasgandose suena, miro de reojo a mi mejor amigo y lo veo escribir algo.

–Pss.–Alex me pasa el papel.

Lo abro. Cuando termino de leer miro a mi mejor amigo, le devuelvo el papel sin contestarle nada. Segundos después me lo vuelve a alcanzar, lo vuelvo a abrir y antes de que lo pueda leer el papel es arrebatado de mi mano.

–Ya les había dicho que dejarán de hablar.–El profesor nos mira enojado y lee la nota.

–No estábamos hablando, nos estábamos escribiendo.

Me golpeo internamente al escucharlo.

–Mis clases no es para que se pasen papelitos, para hablar tienen el receso y la salida.

–Solo fue una nota, profesor.

–Una nota donde habla de un chico, ¿Por qué no respetan mi clase?

–Siendo sincero profesor, estoy aburrido de su clase.

Mi boca se abre un poco por la sorpresa, las cejas del profesor se unen tanto que ya no son dos sino una sola.

–¡Suficiente! Se me salen los dos.

–¡Bien!–Alex guarda sus cosas.

–Pero yo...

El profesor no me deja terminar de hablar, me vuelve a repetir que tengo que salir y de mala gana lo hago. Estando fuera miro por última vez el aula, el profesor cierra la puerta en mi cara y miro mal a mi mejor amigo.

–¿Estás loco o qué?–Me acerco a él y le pego en el hombro.

–No, pero en serio no quería oírlo más.

–Alex, es nuestro último año. Lo único que no debemos hacer es reprobar a último momento.

–Relajate, no pasará nada.

***

Al llegar a casa con Madison mi padre me esperaba de pie en la puerta.

–Hola–Saludé.

–¿Me puedes explicar el por qué te sacaron de clases? El director llamó.

–Todo fue culpa de Alex.–Me defiendo.

–Madison, ve al cuarto de tu madre.–Madison asiente y se va–Lía, no culpes a los demás.

Me quito el bolso de los hombros y lo dejo en el suelo.

–No lo hago, todo empezó porque Alex me estaba hablando en clase y después me pasaba papelitos preguntándome por un tipo.

–¿Qué tipo?–Mi padre se cruza de brazos.

–No es nadie, solo lo he visto un par de veces por casualidad.

–¿No será tu novio?–Mi padre me mira tan fijamente que siento que puede ver através de mi.

SálvameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora