-Oh por Dios.
Mis piernas se movieron inmediatamente al ver ese rostro tan conocido para mí.
-Sabía que no podía creerle a esa bruja.
Los brazos de Alex rodearon mi cintura con fuerza, hice lo mismo sintiendo mi corazón latir con fuerza, mis ojos se llenaron de lágrimas y lloré cuando mi mejor amigo me dio un beso en la frente al separarnos.
-Creí que no volvería a verte, Alex.
Ambos nos volvemos a unir en un abrazo y después nos sentamos en la cama.
-¿Cómo es que terminaste aquí? Estuve buscándote por días, cuando logré dar con Natasha ella me dijo que te habías ido, que no soportabas la muerte de tu padre.
Un suspiro se me escapa y el corazón se me vuelve a romper. No culpaba a mi padre por dejarnos deudas y que por eso acabé aquí, nadie sabe si aún así Natasha habría pensando lo mismo al verse más adelante sin dinero.
-Es una larga historia.
Dos golpes en la puerta llamaron nuestra atención, Alex se quitó la camisa, se despeino y mostrándome su dedo índice, se levantó para abrir un poco la puerta.
-Disculpe, señor. ¿Cuánto piensa estar con la señorita?
Alex me miró de reojo y después al señor.
-¿Cuánto es lo máximo?
-Dos horas y media.
-Cargue el valor a mi tarjeta.
Hubo silencio por varios segundos y después mi mejor amigo cerró la puerta con seguro.
-Natasha no puede verte aquí, Alex.
-Todo estará bien, aquí estoy contigo.
-Te extrañé mucho.
-También yo-Alex besó mi frente y después me miró-Ahora cuéntame como terminaste aquí.
Tiempo después de contarle todo a mi mejor amigo hablamos de una forma de poder salir de aquí, él había sugerido llamar a la policía, pero de nada servía pues ellos lograban conseguir contratos falsos para las personas que vendían aquí trayendolas a la fuerza, es algo que .e contó Abigahil.
-¿Entonces cambiaste tu libertad por la de tu amiga?-El pelinegro me miró un poco confuso.
-Sí, Alex. Pero todo fue por una buena razón, ella lleva años aquí, su padre fue un desgraciado. Ella merece una mejor vida.
-También tú, Lía.
-Lo sé-dije mirando esos ojos que tanto extrañaba-Sé que algún día dejaré de servirle, quizás ese día me deje ir.
-¿Y si eso no pasa?-me dijo-Dijiste que hay un hombre que siempre viene solo por ti y paga mucho.
-Pero él se cansará de mí en algún momento, así como hizo con otra chica de acá.
El teléfono del cuarto sonó y ambos quedamos callados. Minutos después Alex y yo nos estábamos despidiendo.
-Vendré cada vez que pueda a verte, te ayudaré a sacar de aquí.
Alex se puso de pie y yo le seguí.
-No olvides visitar a Madison, hace mucho no la veo.
Mi mejor amigo me miró con pesar y asintió.
-Te quiero, Lía y no olvides que no estás sola.
Cuando el lugar cerró volví a la habitación que compartía con Abi, ella ya estaba bañada lista para dormir. La saludé con un movimiento de mano e ingresé al baño, cuando salí ya bañada y vestida, me acosté a su lado, sé que tengo mi cama, pero quiero contarle lo que pasó hoy. No había dejado de pensar en eso en lo que quedó de la noche, mis esperanzas de salir volvieron a nacer.
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Sálvame
Teen FictionEl futuro que le espera a Lía no será nada fácil, ella intentará proteger a su hermana y no dejará que la renten a aquel lugar al que su madrastra la obligará a ir tomando el puesto de su hermanita. Lía buscará la forma de escapar llevando con ella...