Aedus.
-Solo escúchame, hijo-Mi madre trató de tocarme pero di un paso atrás.
-¿Para qué? Ya sé todo. Ya sé que te violaron y de ahí nací yo.
Mi madre sollozó y se tocó el pecho. Hacia una hora ya que ella había llegado junto a su esposo, al que ahora sabía que no es mi padre biológico.
-Sí-habló sorbiendo su nariz-Y no me importó, ¿Sabes por qué?-no respondí-En mi corazón sabía que tú no tenías la culpa, ni tú ni yo. La culpa es de ese... Desgraciado.
Saber por medio de un papel que a mi madre la habían violado en su adolescencia fue un golpe duro para mí. Mi madre me había comentando que sus padres habían muerto frente a ella de una sobredosis lo que la dejó a ella en la calle, hasta que un día pidiendo limosna conoció al que es su esposo. Un reconocido abogado de la ciudad de Seattle.
-¿Por qué nunca me dijiste? Al menos merezco la verdad.
-Y te la diré cariño, siéntate conmigo.
-Así estoy bien.
Mi madre me miró con tristeza pero no me moví. Prefería estar de pie en medio de la sala dispuesto a oírla, mi padrastro está sentado en el sofá largo mirándome. Lo miré también y cuando él con sus ojos me hizo una seña de que me sentara también, negué.
-Cariño-mi madre me miró con súplica.
-Madre si no vas hablar, pueden irse por dónde vinieron.
Pude ver en sus ojos como mis palabras la hirieron, así que dejé de mirarla.
-Está bien. Todo empezó cuando tenía siete años, mis padres desde que se conocieron en su juventud solo vivían para ellos y para las drogas, hasta que un día, ese mismo vicio les arrebató la vida-Mi madre miró a mi padrastro y éste se acercó para abrazarla-Una mañana desperté con mucha hambre así que decidí salir a buscar algo, busqué en los basureros de los restaurantes hasta que un día al entrar en un callejón desesperada por calmar el hambre no vi que un hombre me perseguía, tapó mi boca y entró conmigo hasta las sombras del aquel callejón.
-Basta, mamá.
Pero ella me ignoró.
-Me pediste toda la verdad, así que escúchala-no hablé-Aquel hombre después de hacer de las suyas me dejó ahí tirada, destruida y sin saber que hacer. Tan solo era una niña que había perdido a sus padres. Lo mismo se repetía en diferentes lugares y cuando cumplí los diecisiete supe que estaba embarazada, por suerte tu padre me encontró en la esquina de un restaurante, me sacó de las calles, me ayudó a conseguir un hogar y cuidó de mi embarazo hasta que un día con temor, le declaré mi amor.
Mi madre miró a su esposo agradecida por todo lo que había hecho por ella y por mí.
-Y yo, me había enamorado de ella cuando me dijo que sin importar como había quedado en embarazo, iba a luchar por los dos-Adam besó la mejilla de mi madre.
Respiré profundo sin saber que decir, las palma de mis manos picaban y el corazón me latía con fuerza. Miré mis pies y después a las dos personas que habían cuidado de mi.
-Lo siento-susurré-No sabía que habías sufrido tanto, fui un imbécil.
Di un paso adelante dudoso pero cuando vi a mi madre acercarse tomé su rostro entre mis manos.
-Quiero que sepas-habló dejando caer una lágrima, la cual limpié rápidamente-Que sí me hubieran puesto a elegir entre cambiar mi pasado y tener uno mejor, lo rechazaría.
-¿Por qué? Podrías evitar tanto dolor.
-Puede que sí, cariño. Pero quizás no te tendría a ti y tu eres de las mejores cosas que me a pasado en la vida.
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Sálvame
Teen FictionEl futuro que le espera a Lía no será nada fácil, ella intentará proteger a su hermana y no dejará que la renten a aquel lugar al que su madrastra la obligará a ir tomando el puesto de su hermanita. Lía buscará la forma de escapar llevando con ella...