–¿Pero qué...?
Me miro la camisa ya mojada, cierro los ojos un segundo y cuando los vuelvo a abrir miro a la persona que me echo el agua encima. Él me mira de pies a cabeza y me da una sonrisa de burla, sus ojos cafés brillan por la diversión que le causa al verme sería, su pelo negro brilla bajo las luces del lugar.
–Mira por dónde vas, niña.
Abro mi boca indignada.
–Tú fuiste quién me echó el agua encima, una disculpa no está de más.
El tipo resopla.
–Tú fuiste la atravesada, no tengo que disculparme.
–Idiota.–Susurro mientras ruedo los ojos.
–¿Qué?–Sus ojos no dejan de mirarme en ningún segundo.
–Nada, permiso.–Camino pasando por su lado.
No miro para atrás en ningún momento, mi camisa se ciñe a mi pecho y hace que se note más el sostén, agarro un jugo para Mad y dos Coca-Cola. Entro por otro pasillo y agarró una bolsa de gomitas y otros dulces para más tarde, cuando vuelvo a encontrarme con Alex y Madison caminamos hacia la caja.
Cuando volvimos a casa nos sentamos en los muebles, prendimos la tv y vimos una película de princesas que Madison pidió, ninguno de los nos quejamos ya que nos gusta y para Alex es un secreto entre los dos. Al terminar de ver Mulán un fuerte golpe nos hizo brincar del susto, un grito de un hombre se escuchaba afuera, Natasha resopló y se pasó las manos por la cara.
–¿Todo bien?–Pregunto mirándola.
Ella se descubre la cara y asiente. Otro grito se hace escuchar y alguien golpea la puerta, mi ceño se frunce ya que los golpes se vuelven consecutivos.
–¡Natasha, ábreme!–Atrás de la puerta seguro había un hombre, su voz gruesa lo delata.
–¡Vete!– Natasha deja su bolso en el piso y se pasa las manos por el cabello.
–¡Solo escúchame! ¡Tú no puedes dejarme!
Mi ceño se frunce, miro a Alex quien también está más confundido que yo. Él alza los hombros sin entender nada y asoma su cabeza por la ventana para ver quién es el que golpea. La puerta de la casa se abre y el hombre casi cae de cara al piso, Natasha lo coge de una oreja y se lo lleva con ella cerrando la puerta.
–¿Pero qué acaba de pasar?–Pregunto. Madison quien nos mira confundida se pega a mi brazo.
–¿Por qué ese hombre le grita a mamá?
Paso mi brazo por su cuerpo abrazándola y ella apoya su cabeza en mi cuerpo.
–No lo sé.
Vuelvo a mirar a mi mejor amigo quien no a despegado la cabeza de la ventana, él parece sentir mi mirada y voltea hacia mi.
–Lía, creo que deberías ver esto.
Miro a la rubia sentada a mi lado, ella me mira igual y después a la ventana.
–¿No quieres ir a jugar con tus peluches? –Madison asiente, se baja del sofá y se va hacia su cuarto.
Me acerco a Alex apoyando mis rodillas en el sofá, busco con la mirada a Natasha y la veo junto un auto gris bastante lindo. A los dos se les veían manoteando, al parecer están discutiendo.
–Mira su mano izquierda, Lía.
Achino mis ojos para poder ver mejor, el hombre alto calvo levanta su mano izquierda hacia ella.
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Sálvame
Teen FictionEl futuro que le espera a Lía no será nada fácil, ella intentará proteger a su hermana y no dejará que la renten a aquel lugar al que su madrastra la obligará a ir tomando el puesto de su hermanita. Lía buscará la forma de escapar llevando con ella...