Capitulo dos.

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El fin de semana llegó y me encontraba poniéndole un bikini de una pieza a Madison, después de desayunar con mi padre habíamos acordado ir a la piscina para compartí tiempo, sus horas en el trabajo cada vez son más largas y siempre llega cansado a casa, algunas veces me toca rogarle para que cene antes de irse a dormir.

–Listo.–Mad se baja de la cama y da una vuelta para que pueda ver su bikini rosado.

–Te ves linda.

Sus mejillas se tornan rosadas y sonrío encantada. Le extiendo mi mano y salimos de su cuarto, Alex quien sale de mi habitación nos mira sonriente, lleva un short negro y una gorra junto con unas gafas ovaladas negras.

–Señoritas.–Mi mejor amigo hace una reverencia y Mad suelta una risita.

Habíamos invitado también a Alex ya que a mi padre me le cae muy bien y más tarde haríamos tareas juntos. Los tres salimos al área de la piscina y nos encontramos con Natasha y mi padre muy sonrientes, comparto una mirada con Alex y nos acercamos a ellos.

–Llegamos.–Hablo y mi padre es el primero en mirarnos.

–Perfecto, ya podemos entrar a la piscina.–Mi padre se levanta de la silla playera y coge la manita de Mad para poder entrar.

–Ahorita los alcanzo, me quedaré tomando sol un momento.–Natasha se acuesta en la silla y con una de sus manos nos hace una señal para que nos vayamos.

Ella lleva puesto un bikini de dos piezas color salmón y sombrero que tiene su nombre bordado. Tomó la mano de Alex y nos dirigimos a las sillas del otro lado de la piscina, las risas de papá y Mad no se hacen tardar y llenan el espacio.

–Deja las cosas aquí.–Alex asiente y dejo mis sandalias a un lado, el piso está caliente pero es soportable.

Cuando quiero volver a ver a mi amigo siento sus manos tomarme por la cintura y alzarme hasta sus hombros.

–Respira hondo.–Alex alza la voz y segundos después siento el agua chocar en mi cuerpo.

Pataleo para que me suelte y poder volver a la superficie, respiro hondo y cuando Alex aparece en mi campo de visión lo golpeo.

–¡Bravo!–Las risa de Mad se hacen presente y me giro para verla.

Ella está encima de los hombro de mi padre, los dos están sonrientes mirándonos.

–¿Una carrera?–Vuelvo a mirar a Alex y él asiente.

–Prepárate para perder, Lía.

–Ya lo veremos–Nadamos hasta quedar cerca de mi padre–Mad, tu miras quien gana, ¿De acuerdo?

–Sip.

Alex y yo tomamos posiciones, mi padre contó hasta tres y empezamos a nadar. Alex tiene ventaja ya que es muy bueno nadando, pero aún así no me rindo, muevo mis pies tan rápido como puedo y de vez en cuando saco mi cabeza para tomar aire, cuando toco la pared y salgo Alex ya estaba mirándome con suficiencia.

–Perdedora.

–Solo perdí porque me dio un calambre y tuve que parar.–Finjo demencia y Alex me abraza.

–No sabemos mentir, chiquita.

–Idiota.–Le digo separándome de él.

Vuelvo a nadar para volver donde Mad y siento un tirón en mi pie que me hace hundirme, trago un poquito de agua y cuando salgo empiezo a toser. Mi padre golpea mi espalda y Alex se ríe a carcajadas mientras toma a Mad en sus brazos.

–¡Tírame, tírame!–Madison se tapa la nariz e infla sus cachetes.

Alex la lanza hacia donde estoy yo y el agua salpica cuando ella cae, la ayudo a salir aunque estamos en la zona bajita y ella se ríe cuando nos mira, retira su pelo rubio de la cara y beso su mejilla.

SálvameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora