AMIGOS Y UNA CENA

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Mi cabeza está a punto de estallar, estoy harta de las paredes blancas del consultorio, de las luces del quirófano del hospital y demasiado aturdida para salir del pequeño estudio que improvise en el consultorio para cuando no tuviese pacientes. Dejó caer todo mi peso en el respaldo de la silla, como si estuviera a punto de desmayarme, no me siento ni siquiera con energía para regresar a casa.

Comienza a anochecer, hace unos momentos que termine de hacer limpieza en mi lugar de trabajo para volver el lunes sin preocupaciones. Es el primer sábado en meses, quizá años, que el trabajo es así de agobiante. Debido a la cantidad de citas, empecé a trabajar a las 8 am, al mediodía apenas tuve dos minutos para comer algo y partir al hospital de pequeñas especies para realizar una cirugía, y mi trabajo no terminó ahí porque tuve que volver de nuevo al consultorio a atender otras citas. A pesar del cansancio, sonrió al recordar la satisfacción de los clientes  al ver sanas a sus mascotas, eso me llena el alma.

Me encuentro de espaldas a la puerta, cuando reuno todas las energías necesarias para ir a casa, unos cálidos brazos me envuelven por los hombros y evitan que me levante. Los labios de Dani besa mi mejilla y su mano derecha me acerca un termo con té caliente.

Hace una semana que Dani y yo comenzamos nuestra relación, y puedo decir que todo fluye perfecto. La química entre nosotras es indescriptible, poco a poco vamos construyendo algo verdaderamente sólido. No nos habíamos visto mucho esta semana, por los horarios de mi trabajo y por los del suyo, las vacaciones comenzaron en la universidad y para el señor Calle es época de entrenar a Dani en el manejo de la compañía.

Bebo el té mientras las manos de Dani se deslizan para tomar mis hombros y liberar toda la tensión de mis músculos, la sensación es tan buena que cierro los ojos y me dejo llevar. Ella detiene el relajante masaje y da vuelta  a la silla  para quedar frente a frente inclinándose hasta estar a mi altura. Aun sin poder levantar los párpados , le sonrió, un poco cansada y ella besa mis labios.

C: Hola, bombón. ¿Estas bien? - me encanta la ternura de su voz cuando quiere mimarme, acaricia mi cabello y enseguida besa mi frente.

P: Solo estoy cansada, cielo. Aunque no lo creas esta es mi mejor cara - al fin abro los ojos para encontrarme con las preciosas gemas avellana que brillan aun mas ahora que tiene mi atencion. Ella toma mechones de mi cabello y uno por uno los acomoda hacia el lado izquierdo de mi cabeza.- ¿Tu como estas?

C:Mucho mejor que tu,  eso es obvio - antes de que pueda reclamarle por su chiste me llena el rostro de besos termina terminando en mis labios - Es broma, Poche. Ahora ven, te llevo a casa para que te pongas cómoda - Dani me da la mano para irnos, al llegar a la puerta tomo mi abrigo del perchero y me ayuda a ponermelo, no sin antes retirar la bata blanca que llevaba usando todo el dia - Cielo, no sabía que terminarías tan cansada, así que se me ocurrió decirle a Alejo que cenaremos en tu casa y me tomé la libertad de llamar a Abisambra, me hace ilusión que la conozcas... - Dani me mira con duda, creo que piensa que se ha equivocado organizando la cena - Si gustas puedo cancelar, entiendo si quieres descansar - ella acomoda el cuello del abrigo y deshace todas las arrugas de la tela que quedan sobre mis hombres.

P: No, amor, es perfecto.¿ Como crees que no voy a querer pasar tiempo con las dos personas que mas quiero en este mundo? Y bueno, obvio tambien quiero conocer a Abisambra - miro para todos lados y luego me acerco a su oreja. - Dicen que en una relación es bueno ganarle  a la mejor amiga porque es la que aconseja a tu pareja, pero no le digas a mi novia sobre mi plan - se lo digo como si fuera el secreto más preciado del mundo, ella solo sonríe y niega con la cabeza mientras abre la puerta para irnos.

Apago las luces del consultorio, reviso que todo esté en orden y nos dirigimos a la salida.

P: Ven, cielo, te acompaño a tu auto y luego regreso por el mio - La tomó de la mano y alcanzó a dar tres pasos, pero ella no camina conmigo.

Inevitable AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora