Inevitable Amarte

OJITOS

Daniela irradia una especie de fuerza que me atrae hacia ella inevitablemente, algo que no pueso explicar por que hasta ahora desconocía que alguien lograra ejercer ese poder sobre mi. El olor de su piel, su aliento golpeaba mis labios y lo bien que encaja su cuerpo con el mío, logran distanciarme de mi cordura. Decido seguir mis impulsos y besarla, pero el sonido de la puerta corta mi trance de inmediato.

La preciosa mujer que esta junto a mi se separa inmediatamente, sonrojada y nerviosa por la cercania. Ella camina rápidamente para abrir la puerta a un niño de cabello castaño y sus ojos tan avellana como los de ella. El pequeño está en el pasillo con una gran maleta, la cual deja caer al suelo para saltar a los brazos de Dani, quien sin pensarlo dos veces lo toma con fuerza y lo eleva por los aires sin contener la emoción.

C: ¡ Hola, Julian! - ellos prolongan su abrazo hasta finalmente soltarse. Dani toma la maleta del pequeño y entran al departamento.

J: Siempre es un gusto verte, castaña tonta - Dani lo mira sorprendida con las manos en la cintura y está apunto de decir algo cuando el niño me mira, se acerca a mi con una sonrisa simpatica y me extiende la mano, tan encantador como Dani - Hola, me llamo julian, soy el hermano de Daniela, ¿cómo te llamas?

P: Hola, Julian, me llamo Maria José, pero mis amigos me dicen Poché, mucho gusto. - le sonrio con simpatia y noto que Dani nos mira con una sonrisa de oreja a oreja; Julian porta una camiseta de un conocido equipo español, asi que no dudo en hacerle conversacion - Te gusta el futbol, ¿ no es asi?

Julian me sonrie y abre su maleta dejando ver un sin fin de camisetas de diferentes equipos, las mira con orgullo y despues me llama para acercarme a observarlas.

J: Creo que eso responde a tu pregunta. Aunque no creo que sólo me guste, creo que lo amo. ¿ a ti te gusta, Poché?

C: Ella es entrenadora de futbol en una escuela, Julian. Creo que eso también responde a tu pregunta- Dani interrumpe y se acerca a nosotros con una sonrisa- podrias pedirle que te enseñe algunos movimientos, por como juega en el equipo que dirige seguro te vuelves profesional.

J: ¡Eso seria genial! ¿ podrias hacer eso, Poché? Claro, cuando tengas tiempo. Por favor - el pequeño junta las manos en un gesto de suplica.

P: desde luego, pequeño. Puedes decirle a tu hermana que me llame y coordinamos un en entrenamiento, ¿ de acuerdo? - yo le dedico una sonrisa y escucho reir a Dani.

J: ¡cool! Espero sea pronto, ahora iré al baño, bebi demasiada agua antes de que vinieramos hacia acá - el pequeño sale disparado al baño de visitas dejándonos solas en el salón.

C: Espera, cierto... ¿Qué haces aqui, Julian? ¿Tú y quienes? - la hermana mayor mira al menor con mi confusión y el no se detiene en su camino al baño.

J: ¡Mamá y Papá! ¡Te explico en un momento! - escuchamos la puerta cerrarse y volvemos a mirarnos.

C: Quiza la nueva entrenadora personal de mi hermano puede darme su número telefónico. Claro, si quiere que la llame... Dani me observa con una picara sonrisa e imita mi gesto de la ceja elevada extemdiendome su celular con el teclado activo; pongo mi número y se lo regreso, se produce un roce entre nuestras manos y la chispa brota de nuevo.

P: debo ir a trabajar, Dani. Lamento no poder quedarme más tiempo- el anuncio me sale con desesperación, en verdad no quiero irme.

J: ¿te vas tan pronto, Poché?- Julian está parado al principio del pasillo con los brazos cruzados y nos mira de forma acusadora una sonrisa maliciosa aparece en su rostro, como si supiera lo que está pasando entre la castaña y yo- ¿ tienes entrenamiento hoy o algo asi?