Ser tragado por la basura de una cuidad no era divertido ¿de acuerdo?. Yo ni siquiera había aguantado el aire. La miles de cosas que nadaban en lo que seria agua me golpearon por todo el cuerpo, bolsas, paquetes, embaces y zapatos me dieron el rostro sin la mas mínima delicadeza y el dolor en mi hombro fue tan insoportable que deje de ver por varios segundos. El resto no vi por la suciedad.
Cómico ¿eh?. Me haría ecologista.
Me sentía en un inodoro publico a las ocho de la noche, cuando toda la cuidad lo uso de diferentes maneras y termino por tirar la cadena cuando no cupo mas desechos.
Ew, eso es demasiado asqueroso, así que pasemos a la parte donde el inodoro de la ciudad me escupió. Y esa es una manera delicada de decirlo por que de repente me lanzaron hacia un suelo mojado y sucio donde me dedique a escupir el agua. Sentía que mis pulmones ardían, me sentía sucia y por alguna razón mi cabello se sentía áspero y olía asqueroso.
Adiós a los caros tratamientos de belleza de Louisa.
—¿Sabes? Thor nunca rechazaría ayuda—dijo una divertida voz a mis espaldas.
Me hubiera gustado voltearme y aclararle a quien sea que yo no era Thor, pero estaba ocupada vomitando parte del océano en su piso, lo cual si lo pensamos bien es como una respuesta.
El tipo rió y, con desdén, dijo:
—Es broma, Thor no acepta ninguna ayuda.
Oh dioses, otra visita de algún simpático colega divino.
Me senté sobre los talones, las arcadas ya no eran tan fuertes aunque el olor se hizo cada vez peor así que decidí respirar por la boca. Alce la vista y miré unos pies limpios, cuidados y pediculados con esos esmaltes extraños que Louisa se ponía en los salones de belleza.
Seguí hasta sus rodillas, su camisa hawaiana y luego el rostro sonriente de un hombre de ojos verdes me recibió con bienvenida. No era extraño que los dioses fueran hermosos, Frey tenia algo de adonis que quedaba completamente opacado por su personalidad, Freya y Loki también pero de una manera asquerosa y Hela quedaba excluida desde el ya, pero este tipo se llevaba el premio al buen aspecto.
Su tez era tan oscura como el chocolate, su cabeza completamente rasurada, sus brazos enormes y su sonrisa tan blanca que deslumbraba. Llevaba unas bermudas caqui con varios bolsillos, un cinturón multiusos de esos que venden en los negocios y la camisa hawaiana azul con hojas blancas y naranjas que casualmente tenían forma de calaveras.
¿Coincidencia? No lo se, pero esos detalles nunca que invitaban a quedarte a conversar.
—¡Eres una cobarde!.—A pocos metros de mi estaba la hija de Loki, Saa, también devolviendo parte del agua sucia que nos había tragado, y mas lejos el chico de la ballesta que temblaba acostado. Ambos se veían horribles, lo cual no me dejaba con ganas de mirar a un espejo, pero seguían débiles. Saa alzo la cabeza entre arcadas y me gruño—¡Necesitas ayuda de otro dios para vencerme!.
—Yo no necesito ayu...—La furia de los rayos creció en mis cansados brazos y me apoye en un pie para lanzarme sobre ella y darle una buena bofetada mundana, pero en cuanto me impulse me tambaleé hacia la derecha y caí como tronco.
Todo mi cuerpo agonizo de dolor los siguiente segundos, me recosté sobre mi espalda, cerré los ojos y al abrirlos vi la cabeza sonriente del dios desconocido inclinado hacia mi.
—No eres tan tierna como dijo Thor—confesó con la mano en el mentón.
—Es que olvide ponerme las orejas de conejo—gruñí fastidiada, girándome para apoyarme en las manos—, lo siento.
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El Cuerno del Fin del Mundo [#2] ✔️.
FantasyComencemos por el principio, en vacaciones, durante aquellos calurosos días de Enero, mi hermano pequeño encontró un elfo herido dentro de una cueva extraña, me pidió ayudarlo y encontré un anillo. Yo creo que fue ahí cuando se desenlazo la historia...