Capítulo 3

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Cinco meses antes de la fiesta.

Narra Jonah.

🎶

El tiempo.

En tan corto tiempo he escuchado tantas frases "reflexivas" sobre el tiempo, que podría escribir un libro con todas ellas.

Sin embargo, si algo entendí del tiempo, es el gran maestro que puede llegar a ser.

Tuve mis días de optimismo, mis días de negativos, días depresivos y en que no dormía (la mayoría), pero finalmente tuve mis días más importantes: donde encontré paz interior.

No necesité drogas, cortarme a mi mismo, tomar o ir a terapia para superar mi dolor. Fue el tiempo quien hizo todo por mi, quién encajó cada cosa en su lugar y me hizo ver la importancia hasta de las cosas más simples.

Por unas semanas me torturó, eso no lo puedo negar. Mario siempre quiso escuchar de mí palabras tan sencillas como un Te Amo o Te Quiero. Nunca le dí la importancia que se merecía y pensaba que con demostrarlo era suficiente. Tarde me di cuenta que eso fue un gran error.

A veces, la vida no alcanza para querer regresar el tiempo y decir o hacer cosas que en su momento no nos atrevíamos.

El tiempo... Juez y verdugo.

De forma atípica, el mar sanó mis heridas lo más que pudo. Me sentaba en la terraza esperando pacientemente el amanecer, salía a caminar la cálida arena mojada y regresaba en la tarde para contemplar el sol escondiéndose detrás del mar.

Había estado bien, muy bien... demasiado bien diría yo. Pero se acerca la fecha de mi cumpleaños y el que sería mi segundo año de relación con Mario Andrés.

La tristeza y la soledad pueden llegar a ser más mortales que muchas armas y, en momentos así, es que me doy cuenta de que el tiempo es un sanador tardío.

Ayer, por primera vez en estos cinco meses, fue el momento que me levanté con una motivación, con ganas de hacer algo y de comenzar a tomar acciones. Me senté en la terraza y comencé a hacer una lista de las cosas que necesito completar antes de volver a verle la cara a Olimpia.

Principalmente, siento que le debo algo, de una manera u otra, a Fernando Carotelli. Deseo conocer la tumba del amado abuela de Mario, pedirle perdón por no haber podido salvar a su hijo y a su nieto, valientemente así como lo hizo él, y dejarle algunas flores. Sus únicos familiares vivos tenían mucho tiempo sin ir y ya no la harán más, de seguro está lleno de hojas cejas y polvo.

Para completar la primera tarea de la lista, tenía que contactar a alguien que haya estado en el entierro de Don Fernando. Sabrina o Jorge serían las personas indicadas para que me digan cómo llegar, pero es un riesgo que no quiero correr. Pensando en Jorge, se me ocurrió la idea de viajar a Vienna y verme con la única persona que me puede ayudar.

Lucas.

Vamos, yo sé que en la Agenda Mei hay personas que me pueden ayudar. La verdad es que necesito ver a alguien conocido, darle un abrazo a una persona que me haga sentir querido. Aunque entre él y yo las cosas no quedaron de la mejor manera, estoy seguro que querrá ayudarme sin traicionarme.

Por eso me vine a Vienna.

Maté y enterré a Lester Humpridge y cambié a Kiros Jelani, un turista africano conociendo el mundo. Tenía tiempo pensando en una identidad diferente para cuando saliera de Tailandia. El significado de ambos describe como me siento en ocasiones. También, estuve viendo películas y series, incluso escuchando canciones para familiarizarme con el acento sudafricano.

Enséñame a Vivir IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora