Capítulo Doce ||La pequeña azabache||

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Nathan

Contempló al chico parecido a Jack Frost llegar, gritar, pelear y desmayarse, y durante toda esa escena que habría sido épica de haber salvado a la chica y acabado con los monstruos, Nathan aceptó su miedo a volverse loco, tomó una rama que encontró y la usó para impulsarse y pelear contra su cuerpo el cual quería salir corriendo tan lejos como le fuera posible, avanzando hacia la chica.

Ya que su príncipe de brillante armadura no fue hacia ella, él sería su príncipe.

El invierno era calador, al igual que la sensación de miedo.

Un grito.

⎯⎯ ¡¿Qué es eso?!

Nathan miró hacia una pareja de mochileros. Ambos adultos cargaban con mochilas que llegaban a medir hasta el metro de altura, con botas de montaña y ropa térmica que los aislada del espantoso frío que los envolvía. El rostro de ambos no daba crédito a lo que veían y Nathan se sintió reflejado en ellos. Veía en sus ojos cómo buscaban una explicación lógica ante el avistamiento de un ser que sólo existía en la mitología.

Sabía lo que tenía que hacer.

⎯⎯ ¡Váyanse! ⎯⎯ agitó como pudo la rama a la cual se aferraba como si su vida dependiera de ello ⎯⎯ ¡Corran!

⎯⎯ ¡¿Qué le hicieron a la chica?! ⎯⎯ gritó la mujer. Se dirigió a su compañero ⎯⎯. Llama a la policía ⎯⎯ Corrió hacia Leyla.

Nathan la observó sin dar crédito a lo que veía, ¿por qué ella podía moverse libremente y él y su compañero parecían pegados al suelo?

El acompañante de la mujer la miró con un miedo paralizante inundando su rostro y balbuceó un par de cosas sin coherencia.

⎯⎯ ¡No te quedes ahí parado! ⎯⎯ la mujer miró hacia atrás ⎯⎯ ¡Hazlo!

⎯⎯ ¡No te acerques! ⎯⎯ advirtió Leyla. Su voz era rasposa y por primera vez desde que la conoció vio el terror en sus ojos.

La mujer se detuvo de golpe. La observó con extrañeza y luego lo miró a él. En sus ojos había desprecio y repulsión.

⎯⎯ ¡Aléjate de ella! ⎯⎯ lo apuntó acusadoramente con su dedo índice. Dejó caer su mochila y corrió hasta quedar junto a Leyla ⎯⎯ No estás sola, amiga, él ya no te hará daño ⎯⎯ ¿es que acaso no veía al demonio y a Jack Frost junto a ella? Miró a su alrededor sin encontrarse con ninguna de las personas sombra, eso le puso los nervios de punta ⎯⎯. ¡Ni se te ocurra acercarte! ¡Llamaré a la policía, enfermo! ¡Matías! ¡¿Qué haces?! ¡Llama a la policía para que arresten a este enfermo! ¡Sí corres no podrás esconderte! ¡Te funaré y haré tu vida imposible!

⎯⎯ ¡¿Qué mierda, Monse?! ⎯⎯ respondió el tal Matías mirando al demonio. Nathan también hizo lo mismo y se encontró con la bestia contemplando fijamente con sus ojos rojos a la mujer, de su sonrisa afilada escurría saliva y su cuerpo se encorvaba lentamente disminuyendo la distancia entre él y la mujer, sin soltar a Jack Frost ⎯⎯ ¡Sal de ahí!

⎯⎯ ¡No seas una mierda y ayúdame con la chica!

¿No podía ver la amenaza que respiraba tras su nuca?

Leyla se acercó arrastrándose hacia la tal Monse y Nathan se aferró con más fuerza al palo y avanzó cada paso como si llevara pesas en los pies.

⎯⎯ ¡No te acerques!

⎯⎯ Sal de aquí ⎯⎯ le suplicó Leyla.

⎯⎯ No te dejaré sola, amiga.

⎯⎯ ¡Monse, sal de ahí!

Luz de Luna [Virtus Lapidi #1] ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora