Jared
Jared chocaba su espada contra la de su compañero, con brutalidad. Se encontraba en la clase del maestro Killigän, quien les enseñaba acerca de la manipulación de armas con las cuales se podía pelear a corta distancia. Daniel, el compañero de combate de Jared, le mandó una estocada y él alcanzó a frenar el ataque en un veloz movimiento. Jared le sonrió y le devolvió el ataque con mucha más fuerza, desestabilizando a su compañero, quién, para no caerse, ocupó su pie derecho de apoyo. El cambiaformas hizo un rápido movimiento atajando la espada de su contrincante y hacerla girar hasta lanzarla lejos, terminando por desarmar a Daniel. Colocó la punta de su espada en el cuello de su compañero y recibió aplausos.
Hizo a un lado su espada y le extendió la mano a Daniel, quien la tomó para estrecharla y felicitarlo por haber ganado la pelea. Se separaron para dar paso a la siguiente pareja. Se encaminó al fondo del gimnasio para ir a dejar su espada en la caja donde se encontraba el resto de las espadas y, cuando la dejó, una sensación incómoda se propagó a lo largo de todo su cuerpo, crispando los vellos de su piel a la vez que su musculatura se tensaba. Giró examinando a todos en el gimnasio, uno por uno. Sentía su pulso aumentando y la adrenalina se le disparó por los cielos. Vio a los chicos pelear con sus espadas, escuchando perfectamente el pulso de ambos y la velocidad de sus respiraciones, como si todo sucediera en cámara lenta. Luego observó el rostro de todos sus compañeros, quienes alentaban, hasta terminar en el estructurado rostro del profesor Killigän. Algo andaba mal y Jared lo sentía. Era algo así como un sexto sentido animal.
Sin que nadie se diera cuenta, caminó hacia las puertas dobles del gimnasio y salió, guiado por sus instintos. No sabía a dónde iba ni mucho menos por qué, pero tenía bien en claro que lo que sentía no era nada agradable; como si pudiera anticiparse al peligro. Dobló a su derecha, encontrándose con Leyla quien se hallaba con la bata que daban en la enfermería, viendo a hurtadillas algo en el pasillo a su izquierda. Sus pies retrocedieron automáticamente en cuanto la vio. Su cuerpo empezó a temblar y luego no supo cómo reaccionar. El corazón le palpitaba desenfrenado gritándole que corriese, sin embargo, no era capaz de sentir calor, sólo un frío abrazador que lo mantenía petrificado en ese punto solitario de la academia. Se sentía indefenso. Las historias de la familia Nobiles que se sentían tan reales ahora y el descomunal poder que le vio aquella vez a Leyla en la sala de entrenamiento sólo agrababan su miedo creciente. Tragó saliva, pero le costó que esta lograse ir más allá que la mitad de la garganta. Sus ojos empezaron a lagrimear. Tenía que salir de ahí.
⎯⎯Tranquilo, respira y recobra el control sobre tu cuerpo
Aquella voz en su mente ya era capaz de reconocerla, era de Leyla. Sin siquiera estar mirándolo lo había percibido, pero eso no era lo más impactante, sino cómo sus palabras habían logrado el efecto esperado en él. Se sentía confundido, y una vez logró serenarse se dio cuenta que ya nada lo detenía para que se quedara más tiempo en ese lugar, Leyla lo había librado a través de su poder, pero, ¿por qué no se iba?
Con su mente en calma volvió a sentir esa amenaza que le llevó hasta ese punto, pero tal sentir no venía de Leyla, sino de algo oculto en el pasillo que la azabache miraba. Detuvo los pensamientos que querían volver a resurgir. Sabía que si su mente se hallaba ocupada sus instintos no serían capaces de hablarle con claridad. Hizo a un lado la tortuosa realidad de saber que alguien a quien siempre quisiste y viste como a una hermana se volviera en una desconocida de la cual no sabes qué esperar. Ya no era respeto lo que sentía hacia ella, sino miedo.
Respiró profundo y se acercó a ella. No podía preguntarle telepáticamente qué hacía ahí porque por mucho que la hubiera escuchado, Jared no aceptó el lazo telepático que Leyla quiso crear con él, y tampoco le nacía hablarle. Al llegar a su lado mantuvo cierta distancia entre los dos y miró sobre ella. Al observar hacia el pasillo se encontró con su amigo Nathan hablándole a alguien que no podía ver porque una pared se lo impedía, y su instinto le decía que ese alguien era el peligro que lo impulsó a llegar hasta ese sitio. Ahora sabía dónde se encontraba su amigo y porqué no había llegado a la clase con el maestro Killigän, pero lo que no entendía era qué hacía allí, y más aún, por qué Leyla los vigilaba y no hacía nada.
![](https://img.wattpad.com/cover/233393170-288-k986317.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Luz de Luna [Virtus Lapidi #1] ✓
Viễn tưởngUn pasado rodeado de muerte, un presente prometedor y unos poderes magníficos que no desea ocupar, Leyla se enfrenta a un infiltrado que amenaza con su vida y con la de quienes ama. 💮💮💮 Los siete mundos se encuentran unidos y tienen un pasado en...