Aprieto el volante con algo de fuerza, tratando de alejar la imagen de aquel hijo de puta lastimando a mi novia, a mi ángel. Debí matarlo, ahí mismo y con mis propias manos. Pero prometí no lastimar a Bailee y ciertamente, matar a una persona delante de ella, era como lastimaría indirectamente.
Sacudí la cabeza y me concentré en el camino, no pretendía tener un accidente y mucho menos en plena autopista.
Mi teléfono suena sacándome de mis pensamientos, coloco el aparato en altavoz y la voz de Joel no tarda más de dos segundos en llenar el pequeño espacio.
—¿Bailee está contigo? —ruedo los ojos, deteniéndome en un semáforo.
—Soy tu hermano, Joel —digo—. Por lo menos salúdame, ¿no crees?
—No seas marica, en estos momentos, tú no eres importante —suelto una risa—. Ahora mismo, Bailee es el centro de atención.
—Ya me doy cuenta, es un poco tímida, Joel —comento rápidamente—. Trata de no decir algo que la avergüence, ¿está bien?
—Haremos todo lo posible porque se sienta cómoda —confirma—. Papá se está volviendo loco, le pidió a Elena que hiciera una cena por todo lo alto...
—Y tú lo estás apoyando.
—Sí, es la primera novia oficial que traes a casa, es un acontecimiento histórico —sacudo la cabeza, divertido por su comentario—. Te llamaba para otra cosa también...
—¿Es algo malo? —cuestiono frunciendo el ceño—. Por tu tono de voz deduzco que sí.
—No sé si es... malo, en realidad. Es sobre Jonathan... y Rachel —aprieto el volante inmediatamente, sintiéndome tenso de un segundo a otro.
—¿Qué ocurre con Rachel? —pregunto, lo escucho suspirar—. Háblame, Joel. ¿Qué le hizo el estúpido de tu hermano a mi mejor amiga?
—Es tu hermano también, Jordan. Aunque sea frío y distante es nuestro hermano, de todos modos, tú también eres así —reprocha—. La cosa está en que Jonathan trajo a Rachel a casa anoche y ella estaba llorando... Rachel estaba muy molesta y supuse que era por él.
—Voy a estrangularlo —prometo, Joel ríe al otro lado de la línea—. No entiendo porque Jonathan es tan estúpido.
—Jena lo tiene loco...
—Es solo una oportunista que busca sacarle dinero, ¿es que acaso no lo ve? —casi gruño—. Hablaré con Rachel, ella no merece estar con alguien tan imbécil como Jonathan.
—Lo sé, pero es difícil, Jordan —dice, me estaciono en frente de los bloques dónde vive Bailee—. Está enamorada de Jonathan desde que tiene uso de razón y en un corazón enamorado no gobierna nadie y creo que tú debes saberlo mejor que nadie —se burla de mí, ocasionando que ruede los ojos. Bajo del auto, colocando el teléfono en mi oreja, caminando hacia las escaleras—. No le arruines la tarde a Rachel hoy, se quedará a cenar con nosotros y la he notado bastante ida en las últimas horas.
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Una bestia bajo la tormenta
RomanceCada uno de mis muros se vinieron abajo cuando te vi, no pude aplacar mis sentimientos y todo mi mundo se puso de cabeza. Amarte fue como volar y salir de órbita. Pertenecerte fue como arrodillarse sobre lava caliente. Formar parte de tu vida fue co...