La presa hacía justicia a su hinchada reputación, se sumía prepotente frente al camino rural y rocoso que poco a poco llegaba a su fin. Elizabeth había intentado opacar el grotesco sonido de hambruna que producía su vacío estómago con los rugidos de su motocicleta, solo esperaba que ya no fuera demasiado tarde y que aún contaran con tiempo para comer algo antes de que los problemas dieran comienzo.
- ¿Entramos y ya?- le preguntó su pelirrojo hermano a un lado de ella, con la campera de cuerina que llevaba ajustada a los trabajados brazos y unos anteojos de aviador que había encontrado en el compartimiento de la motocicleta, podía decirse que realmente se estaba esforzando para parecer rudo.
- No parece que haya ocurrido nada aún.- observó Nick, cauto ante la posible presencia de francotiradores en las torres. Todo parecía normal y no había signos de invasión, así que sin más rodeos forzó los cambios de la camioneta y avanzó por el oxidado enrejado lúgubre que les dio la bienvenida.- Bueno, de algo hay que morir.
Ingresar a las instalaciones no había sido tan difícil después de todo, hasta habían podido aparcar sus vehículos con la seguridad de que no habría persona que pasara por allí para robarlos. Troy caminaba a la par de Nick con los azulados ojos clavados en la tierra, si bien la acalorada y emotiva conversación que tuvo con Elizabeth acerca de hacer oficial su relación había quedado inconclusa, la pena comenzaba a aflorar en su estómago y ahora no juntaba el suficiente valor como para al menos conectar miradas.
Por otro lado, los hermanos Nolan no paraban de tapar sus bocas intentando recobrar la compostura antes de que llegaran con los respectivos guardias del lugar, se la habían pasado bromeando sobre quien sabía que y ahora no podían parar de reír.
- Por favor, hazme el favor y ya deja esos anteojos.- la pelirroja había intentado que Trevor se deshiciera de aquel par de anteojos desde que los había hallado, no solo estaban chuecos sino que el verdadero dueño de ellos tenía la cabeza mucho más pequeña que su hermano y las patillas le apretaban las sienes.
- Yo digo que me quedan bien.- el Irlandés se revolvió el cabello coquetamente intentando recobrar su confianza y, luego de meditarlo durante unos segundos, se decidió por fin a quitarse los anteojos.- Te molesta ser la hermana opacada, lo entiendo. Pero míralo de esta forma...serás fea, pero muy inteligente.
- Está mas que claro quien es la inteligente, Trev.- Elizabeth sonrió con genuina felicidad a pesar del cambio de rumbo repentino, si bien no estarían seguros allí por mucho más tiempo y las cosas se complicarían, al menos ahora recorría el mismo camino que su hermano luego de tantos meses creyendo que estaba muerto. Para ella, aquel era el mejor regalo que aquel mundo repleto de miseria pudo haberle obsequiado.- Vamos a tener que cortarte ese cabello.
- Habérmelo dicho antes, podríamos haberlo vendido en el Estadio.
- Nadie te pagará nada por cabello de perro.
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[Como decir hasta luego] •Troy Otto•
FanfictionFamilia, un concepto difícil de interpretar cuando la tuya ya no está. La familia es quien permanece a tu lado aún admitiendo tus monstruos internos. La familia es aquella que, en un mundo en donde las almas abandonan sus cuerpos y estos solo tiene...