8.

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Elizabeth decidió correr despavorida en dirección hacia la enfermería, era el único lugar, después de todo, que tenía personas con las que podría hablar para despejar su mente. Tenía razón, ya que el lugar pronto se serenó especialmente para ella. Quizá Troy solo se había encariñado con ella, quizá le había recordado a Trevor y la tomó como a su hermana menor.

Había cientos de posibilidades para refutar la única opción que no quería aceptar, que le decía que posiblemente el muchacho había desarrollado cierta obsesión. Su cuerpo estaba ahí con su amiga y Nick haciéndoles compañía en la enfermería, pero su mente no podía dejar de divagar una y otra vez sobre la pregunta que su hermano le había hecho a Troy.

- Ellie, ¿estás bien?- le susurró la castaña repleta de tierra a su lado, sus ojos eran grandes puntos blancos debajo de su piel sucia y le hicieron un poco de gracia. 

- Aquí no.- le susurró, intentando no sonar sospechosa frente a los enfermeros y doctores que rondaban a su alrededor.

Una vez que ya habían terminado de suturar las heridas de Alicia en la instalación, ambas se dirigieron hacia la pequeña habitación que compartían, siendo seguidas a lo lejos por un Nick enfadado que iba pateando piedras. Un leve vistazo de reojo hacia su derecha le hizo basta a la pelirroja para comprobar que Alicia estaba observándola, podía sentir en la mirada de su amiga que debía explayarse de inmediato, pero por obra del destino, Madison ya estaba dentro de la recamara y los esperaba a los tres.

- Cierra la puerta.

Nick, quien fue el último en entrar, hizo caso a la petición de su madre. El lugar lucía diferente, las persianas ahora estaban bajas y las ventanas cerradas sin que el aire del exterior pudiera si quiera colarse por algún sitio. Los tres menores le dedicaron a la rubia una mirada de tristeza, recién había llegado la noticia de la muerte de su esposo y Madison lucía lúcida y calculadora al igual que cualquier otro día de la semana. Se notaba a millas que estaba evitando hacer el luto que se merecía, estaba intentando mostrarse sobria y con lucidez vivaz frente a los desconocidos del rancho, pero no podía engañarlos a ellos.

- Estoy bien, estoy bien.

Sin confiar en la declaración de la mujer, todos tomaron asiento en sus respectivas camas, ya que al parecer la rubia tenía algo importante que anunciar.

- Me preguntaste si tenía un plan, Nick.- le recordó al moreno sentado a su lado, este frunció el ceño ya en desacuerdo.

- Mamá, eso fue antes.- "antes de la muerte de tu esposo", pensó él, sólo que Nick no junto la valentía suficiente para siquiera nombrarlo.- Nosotros no...

- Era la pregunta correcta.- Madison interrumpió a su hijo, casi podía decirse que la mujer estaba en un estado de éxtasis y aquello no era bueno.- Vamos a quedarnos aquí.

- ¿Que?- preguntó perplejo.

- Vamos a hacer de este nuestro hogar, incluso si tenemos que hacernos cargo de ciertas cosas.

- Mamá, es una locura.- sentenció Alicia, pero su amiga comenzó a negar. Lo bueno del punto de vista de Elizabeth era que ella nunca sentía que debía apoyar ni satisfacer a cualquiera.

- No me iré, Madison tiene razón.- Elizabeth protestó contra sus casi hermanos.- Encontré a Trevor, no voy a dejarlo ahora.

- Eso es porque este es nuestro destino. Sufrimos para llegar hasta aquí, Travis murió para llegar hasta aquí.- la rubia señaló a la irlandesa.- Elizabeth sufrió para llegar hasta su hermano, tenemos que aceptarlo. Tenemos que ser más fuertes...solo necesito saber como pasó, así que cuéntame todo.

Alicia fue honesta pero decidió obedecer a su petición, evitando los detalles pero contando la historia final de Travis, en la que defendió su honor antes de fallecer. El helicóptero, tal como Elizabeth había oído por boca de Jake, había sido derribado a causa de un tiroteo masivo que había acabado con la vida del prometido de Madison, la prima de los Otto y con la hélice también.

[Como decir hasta luego] •Troy Otto•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora