[Como decir hasta luego] •Troy Otto•

20.

El cuerpo inerte del viejo Otto con una pistola humeante en su mano le dio a entender a Elizabeth que Madison había planeado los sucesos de aquella noche y habían salido de acuerdo a sus ideales. No sabía que hacer, no tenía idea de cómo comenzar a consolar a los hijos de Otto sin que le dijeran que no molestara. El muchacho castaño se enojaría con ella por no haber permitido que saliera de la casa, quizás pensaba que de haber salido con anterioridad su padre alcohólico ahora estaría vivo.

Lo primero que hicieron cuando Nick acudió a la casa de Troy fue correr siguiendo los pasos del moreno, luego se sumó Jake aunque sin rastros de Alicia por ninguna parte. 

La noche estaba fría, se avecinaba una gran tormenta. La tierra bajo sus botas se encontraba pegajosa, la humedad les estaba adelantando que pronto la lluvia cubriría todo el rancho como si el clima conociera su sentir.

Iba justo detrás de Troy, en medio de los dos hermanos. El menor abrió la puerta de un golpe, y pronto los tres se encontraron en la sala de estar en donde Madison aún se encontraba sentada frente a lo que quedaba de Jeremiah. Había dos vasos llenos hasta el tope de bebida alcohólica, es decir que si había habido una charla anterior al disparo.

Troy cayó de rodillas frente a su padre, sosteniéndolo de los brazos como si aún estuviera vivo y pudiera hacer algo por él. Jake mantuvo distancia de la escena con sus labios sin parar de temblar, su mirar escaneaba todo el escenario en busca de algún paso en falso.

- No...Oye, papa despierta.- el muchacho susurró, casi como un suspiro, las lágrimas salían como cascadas mojando las mejillas del ojiazul.- No.

La pelirroja estaba envuelta en miedo, no por el disparo o el cuerpo que se hallaba frente a ella sino por Madison, quien no parecía tener ni una pizca de tristeza como si fuera ella quien hubiera apretado el gatillo. Los brazos de Jake envolvían la espalda de su hermano, como si de esa forma pudiera darle fin a los aullidos del pequeño o intentar que se calmara en vano. La habitación olía a pólvora, y podía apostar a que la arma aún seguía tibia con las huellas dactilares de quien sabe quien. 

El cuerpo de Troy cayó al suelo, se cubría los ojos como si de esa forma pudiera esconder sus lágrimas. Elizabeth se arrojó junto a él, colocando la cabeza del muchacho en su regazo para que dejara de golpearla contra el suelo. Sus manos recorrieron su cabello una y otra vez sabiendo que quizá eso lograría calmarlo, con desesperación el muchacho solo atino a abrazarse de las piernas de la muchacha con fuerza como si ella fuera ahora lo único que le quedaba.

Trevor apareció instantes después, cuando el silencio lo invadía todo y nadie se atrevía a abrir la boca hasta que los hermanos pudieran tener sus últimos momentos con su padre muerto. El pelirrojo ayudó a Jake a envolver el cuerpo en una de las sábanas de la casa, como si se tratara de un cuerpo más que nadie quería reconocer. 

El menor no asistió, ni siquiera quiso ver como enterrarían a su padre luego. No podía, simplemente se había quedado tieso sobre el regazo de Elizabeth como un niño pequeño que no tenía idea de lo que pasaría después. La pelirroja limpió cada una de sus lágrimas, como si de esa forma pudiera sentirse menos culpable. 

Estaba claro que no sabía que Madison quería que retuviera a Troy para poder terminar con la vida de Jeremiah, quería que estuvieran a solas para fingir que había sido solo un suicidio cuando ella había decidido acabar con su vida. No estaba en contra de la muerte de Otto como ofrenda de paz, pero debía decir que dejar a dos muchachos sin su padre con el peso de un entero rancho esperando sus ordenes no era la mejor idea ahora. 

Madison haría un trato nuevo con Walker por la mañana, estaba segura. De todas formas decidió que no asistiría, no si eso implicaba ser cómplice de la muerte del padre de Troy. Si bien Jeremiah Otto era un grano en el trasero, para sus hijos seguía siendo la única familia que les quedaba.