50.

749 61 6
                                    

El pequeño grupo de jóvenes se había levantado casi de madrugada, habían tenido tiempo para asearse y desayunar antes de que Madison y los demás despertaran para partir sin ellos. Internamente, Nick parecía debatir como decirle a su madre que no querían ir con ella de la forma más sutil que se le ocurriera. La excusa que había decidido poner en práctica era simple y tenía sentido, se quedarían un par de días más para tener un punto de apoyo por si las cosas en la presa salían mal, tendrían provisiones aseguradas y si necesitaban vender algo él estaría por ahí.

El desayuno ya le había sentado mal a Elizabeth, quien se había decidido a no dejar que las cosas con la rubia no terminaran tan mal como lo harían con su propio hijo. Madison era una persona inteligente y perceptiva, no era una mujer a la que se le era fácil de engañar y la pelirroja lo sabía. Quería que su relación con la mujer no se fuera por la borda solo porque su hijo la abandonaba otra vez, así que se dijo a si misma que intercambiaría un par de palabras con la rubia.

- Ahí están.- señaló el moreno que aún conservaba algo de sangre en el cuello.

Los tanques de agua eran monumentales, tan colosales que le era imposible a la Irlandesa creer que se encontraban hasta el tope de agua fresca y purificada. Si solo eso era un vuelto que regalar para la presa, no quería ni imaginar que tan inmensa llegaría a ser y en lo segura que podría convertirse una vez fortificada. También quería ver a Daniel, luego de tantos meses le parecía increíble la capacidad que ese sujeto había desarrollado para sobrevivir, aunque claro estaba sus métodos eran mucho más considerables que los corrientes.

En cuanto Salazar acabó de acomodar el poco equipaje que cargaban en su camión y bajó del vehículo, solo pudo ocupar su atención una extensa cabellera pelirroja que se aproximaba a él con ligereza. Elizabeth prefirió no estar presente en la posible discusión de Madison con su hijo mayor, el hecho de que Daniel se encontrara allí hacía mucho más fácil el eludir la situación. 

Mientras Troy se había ofrecido a acompañar al moreno levemente intoxicado a hablar con su madre, Trevor siguió de mala gana a su hermana intentando convencerse de que aquel hombre no era tan intimidante como parecía.

- ¡Elizabeth!- profirió un alarido el hombre, su sonrisa era débil y sin vida...Ofelia había muerto la noche anterior.

- ¡Daniel!

Ambos dos se fundieron en un pequeño abrazo, ninguno era muy demostrativo pero luego de todo lo que habían presenciado juntos no había razón por la cual no dedicarse unos pequeños momentos dignos de un reencuentro. Los brazos del latino ya no eran fuertes y decididos, sino que se aferraban a la espalda de la muchacha como si realmente hubiera necesitado confesarle algo.

- Ofelia, mi hija...Madison me contó lo que te hizo.- el hombre apretó los ojos, por más dolor que cargara en sus hombros no iba a llorar.- Quizá yo la cambié, el saber como realmente era su padre la hizo elegir el camino incorrecto.

- Quería ser una heroína para su gente, defendió a los que quería.- la pelirroja le dio una ojeada a Víctor, por más excelente que le cayera a la Irlandesa, Daniel no pensaba lo mismo de él.- A veces viajamos acompañados de personas que no toleramos, de personas con principios diferentes a los nuestros o con las que no queremos ni vernos. Pero estamos en un mundo en el que no podemos elegir un bando, y cuando esa elección nos es posible y podemos escoger con quien queremos caminar...la hacemos, como lo hizo tu hija. 

- Ella te tenía afecto.

- Lo se, pero lo tenía antes de verme en el bando contrario.- no sabía bien porque estaba justificando las pasadas acciones de Ofelia, quizá se debía a que no quería darle a su padre una última mala impresión de lo que había terminado por ser su hija.- Taka ahora camina con nosotros, camina con el hijo de la persona que mató a cientos de los suyos y robó sus tierras sagradas. Madison también caminó con tu hija, a pesar de haber envenenado a Nick. No somos mejores que el otro, estamos sobreviviendo.

[Como decir hasta luego] •Troy Otto•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora