Capitulo #19

30 3 0
                                    

-No fue tu culpa-dijo Tae llegando a la ventana donde yo me encontraba parado, no podía contarle aquello viéndolo a los ojos, me abrazo por la espalda-eras un niño no sabías lo que hacías.

-Yo quería no verlo nunca más y mi deseo se concedió-le dije llorando.

-Kookie, todos hacemos cosas de niños y no nos damos cuenta de las consecuencias que van a traer, la culpa no es tuya, la culpa es de tu papá por no estar al pendiente de ustedes dos.

-Del sí, de mí no- dije al mismo momento el me volteo para quedar cara a cara de él me abrazo, puse mi cabeza sobre su pecho mientras él me besaba la coronilla.

-Ves es su culpa, tú también eras su hijo, tenía que estar al pendiente de ti-me dijo en un susurro.

-Abecés sueño que el que caigo soy yo, no el, todo sería tan diferente-le dije mientras seguíamos en esa posición-lo extraño mucho, él era un gran amigo, siempre me consolaba y por mi está muerto, estaba destinado a grandes cosas que nunca van a pasar-le dije mientras rompía nuestro abrazo y me sentaba en la cama.

- Tienes razón, pero no es tu culpa, las cosas pasaron y fue un accidente aunque tú lo empujaras fue un accidente-me dijo sentándose a mi lado.

-Hoy hace 13 años murió-le dije metido en mis pensamientos.

-No deberías de estar en el cementerio, Kookie si es porque te sientes culpable....-Comenzó diciendo Tae pero lo interrumpí.

-No es eso, mi papá no quiere que vaya, nunca me han llevado a verlo, ni siquiera se en que cementerio esta, cuando era niño pensaba que no querían que fuera porque sería muy traumático para mí, pero luego crecí y nunca me dejaron ir incluso cuando les pido que quiero ir me regañan y se van desde temprano para que no mire cuando se van-le dije a Tae.

-Eso es injusto, es tu hermano y si quieres verlo tienes derecho a ir-me dijo Tae llevándome a sus brazos.

-Mi papá dice que perdí ese derecho, creo que lo ve muy hipócrita dado que yo fui la que lo mate-le dije acomodándome en su pecho.

-Te digo algo, no me lo tomes a mal pero tu papá me empieza a desagradar.-dijo acercándose más a mí.

-Y no te he contado lo peor-le dije.

Era cierto habían cosas que no se las conté, pero sentía la necesidad de contárselas, estaba cansado y harto de llorar en soledad sin nadie que me consolara, Tae podría ser ese alguien, se sentía bien sacar todo el peso que llevaba dentro pero no sé cómo se lo tomaría, y si me deja, no sé qué podría hacer sin él. Por otra parte mi relación con él estaba bastante avanzada sabia muchas cosas de mi que nadie más sabia, lo de mis cortadas y lo de mi hermano.

-Cuéntame-me dijo-sé que te dije que te daría espacio para que sintieras confianza con migo, pero Kookie te veo tan destruido, que para que te pueda construir y levantar necesito saberlo.-Dijo levantando mi rostro para que lo viera.

-Te tengo confianza, lo único que no sé cómo te lo vayas a tomar, sé que cuando te diga vas a quieres huir de mí.-Le comente con tristeza

-Eso jamás pasara, te amo pase lo que pase, y sea lo que sea estoy aquí amor no estás solo.-Dijo viéndome a los ojos

No Estás solo, palabras que me consuelan, tome un respiro y comenzó antes de que me arrepintiera.

-Después de eso mis padres se alejaron de mí, papá iba y venía de viajas y no se estaba mucho tiempo aquí, mi mamá también se alejó ya no me consentía como antes, ella también se iba de viaje y me dejaban solo. Decidieron que ya no viviría en la casa de los abuelos, así que me quede aquí de manera permanente y contrataron a mi nana Yanmi para que me cuidara- Comencé a contar mi relato.

Yanmi me tomo mucho cariño, pronto comenzó a intentar animarme, mis padres nunca me llamaban solo dejaban cartas que eran más frías que un hielo y solo por parte de mi madre, las navidades las pase solo, mi cumpleaños también, a excepción de mi nana que siempre intentaba hacer más llevadera la soledad. Ya nunca más volví a tocar el piano, eso era algo que teníamos Junghyung y yo así que deje de tocarlo.

Así pase muchos años, hasta que cumplí 14 me había resignado a que nunca volvería a tener el cariño de mis padres que siempre estaría solo. Estaba en un instituto público, pero por un comentario que le hicieron a mi mamá de "cómo era posible que el hijo de la gran modelo estudiara en un lugar público", me cambiaron a la secundaria. Me dio mucho miedo pensé que no encajaría ya que de por si siempre he sido muy tímido y poco comunicativo, en mi anterior escuela no tenía ni un solo amigo. Pero como te diste cuenta en la secundaria lo que importa es el dinero, hacía que no faltaban personas que querían ser mis "amigos" decir que conocían al hijo de la gran modelo Jeon Han-eul, tuve muchos amigos solo por interés, uno de ellos fue Bambam.

Bambam desde que supo quién era yo me agrego a su grupo de amigos, la verdad me la pasaba bien me sentía que pertenecía a algo, al fin no estaba solo. Pero como siempre me confundí, Bambam no era la mejor influencia que podía tener, más en esa etapa de la vida en lo que todo es descontrol, al ser el menor del grupo siempre me retaban a que hiciera cosas de grandes. Así que tomaba alcohol ilegalmente, me metía en miles de problemas en peleas, al igual que me dieron alguno que otra droga para probar.

Traque saliva, analizando su reacción, peor no miraba en los ojos de Tae más que tristeza.

-Baya, no creí que tú fueras así-me dijo Tae.

-Ves cuando te digo que no soy el angelito que tu pensabas-le dije a Comente resignado contándole mi historia.

-No, no se trata de eso, estabas muy mal, necesitabas de apoyo y comprensión es normal que hayas caído en malas manos, te entiendo, pero para mí sigues siento mi ángel-me dijo Tae agarrando mi mano para que prosiguiera.

Siempre me había fijado que Bambam era un poco extraño, no sé, andaba con chicas de un lado a otro pero también coqueteaba con compañeros nuestros así que no le entendía. Por mi parte no había fijado mi orientación sexual, no me relacionaba con niñas sino solo con varones, inclusive acercarme a las mujeres me daba miedo, porque no sabía que decirles y no las entendía. Fue un día que como era usual estábamos en una fiesta de un amigo y me dijeron que jugáramos el juego de la botella. Yo la verdad estaba muy nervioso porque yo nunca había besado a una niña y me daba miedo no darlo bien.

Para mi sorpresa no me toco con una niña sino con otro chico llamado Jackson que lo conocía porque Bambam me contaba de él. Me recuerdo que me asuste y muy inocente pensé que tendría que repetir ronda para que me tocara una chica, pero no lo hicieron es más insistían en que nos diéramos el beso. Y recuerdo exactamente lo que me dijo Bambam "Un chico puede besar sin problema a otro chico". Y así fue que nos besamos, y mi vida cambio.

Después de ese beso Jackson y yo nos volvimos muy unidos, andábamos para todos lados juntos, incluso salíamos de compras o al cine. Y muchas veces repetimos el beso que nos dimos en la fiesta. Yo estaba muy confundido, no entendía no podía decir que lo amara o algo a ese chico pero si sentía algo por él. Me recuerdo que me ponía a llorar porque no entendía porque no me podía gustar una chica y en cambio me gustaban los besos de ese chico.

-"El cambio"-Dijo Tae recordando ese proceso por el cual posiblemente el también paso.

-Sí, pero siempre Jackson me consolaba y me decía que no preocupara por esas cosas, el está bien o está mal no era importante solo que yo me sintiera a gusto y que fuera feliz.-Le dije recordándolo con cariño.

-¿Y su relación fue seria?-Pregunto Tae visiblemente celoso.

-No te pongas celoso, solo éramos amigos con derecho, no sé cómo llamarnos, pero me ayudó mucho-Le dije a Tae para calmarlo.

-Lo siento, no me gusta escucharte a ti con alguien más que no sea yo-Dijo Tae abrazándome más fuerte.

-Lo sé a mí tampoco me gusta-Dije recordándome de su historia con J-hope.

-Y que paso con el chico-Pregunto Tae para que siguiera la historia.

Lo malo de que yo estuviera tanto tiempo y pasando tantos momentos con Jackson no le agradaba a Bambam y no porque yo lo viera menos, sino porque Jackson se preocupaba y mostraba mucho interés en mí. Fue un gran error, un grave error que lo pagaría muy caro.

Y desde entonces me daría cuenta que con Bambam no se debe de meter uno porque solo sale lastimado.


Save meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora