Capítulo - 77 -

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Una hora después llego a Milán, y mi amiga Carolina ha venido por mi, no quiero ir a casa asi que me lleva al teller.

- ¿que tal te fue en Londres y en París ? - pregunta mi amiga, muy curiosa - bien, si seguimos así, pronto podremos llegar a New York.

- En serio, eso esta genial bueno ya lo sabía - sonrió, porque sé, que ella también esta contenta por el éxito que hemos tenido.

- si, así es, yo creo que en cuatro o cinco meses podremos ir a New York, y con mi madre, todo esta bien, hablamos de muchas cosas.

- me imagino de que cosas - contesta mi amiga, y yo sonrió aún más.

- Si, te imaginas bien y todos estan de acuerdo contigo.

- en serio, ya lo sabia - me dice ella con una enorme sonrisa, que borra cuando ve que el mio cambia.

- ¿que te pasa Alex? - pregunta ella.

- Nada, sólo es que no he hablado con Maximiliano, tal vez no sea nada de lo que tú y yo pensamos - ella sonríe.

- no seas tonta, tal vez no se ha comunicado contigo, porque tiene trabajo, y porque sabe que estabas trabajando.

-¿a caso el vino a buscarme? - le pregunto yo, y ella sonríe aún más.

- lo bueno es que no te interesa nada con él, y si, fue a buscarte, le dije que habías salido a Londres y ya no me pregunto mas, supongo que él también debe de estar ocupado él también sabe que llegabas hoy.

- tal vez tienes razón, ya veremos que pasa - yo veo las calles por la ventana del auto, pero mi amiga quiere saber más - y dime ¿que has pensado?

- ¿sobre que? - le pregunto yo haciéndome la tonta.

Ella rueda los ojos - sobre Maximiliano.

- el tiempo dirá - le digo yo sonriendo, pero ella sabe lo que significa.

Hablar con mi madre y con Thomas sobre como me sentía, me sirvió mucho, ellos y Carolina tienen razón, debo darle otra oportunidad al amor, solo espero, que esta vez no me equivoque.

Llegamos a casa, carolina noe quiso llevar al taller, ella entro a la cocina a preparar la cena, y yo me metí a mi habitación a darme un relajante baño, y ponerme mi pijama, me fui por cuatro días, que me sirvieron de mucho, para pensar y aclarar mis ideas, y saber lo que quiero en mi vida, y si, si quiero ser feliz, quiero amar y sentirme amada.

Mi amiga y yo cenamos a gusto y después de cenar nos fuimos a descansar.

•••

Al día siguiente, me levante como siempre, y me fui a mi taller, ya era una costumbre mía llegar antes que los demás trabajadores, e incluso antes que Carolina y por eso la dejaba en casa, pero jamás me imagine encontrarme a Maximiliano esperándome de nuevo.

En cuento me ve llegar, él se baja de su auto, y me saluda dandome un beso en la mejilla, acto que correspondo, pero al mismo tiempo me hace sonrojar.

Pasamos al taller, y preparo dos tazas de café ya que recuerdo que no desayune y mi amiga vendra a regañarme. Me siento en mi escritorio, para disfrutar de mi rico cafe, que espero que le guste a él.

- ¿que tal estuvo tu viaje? - pregunta él - muy bien, todo esta perfecto, pronto podremos expandirnos más, pero eso te lo puede explicar mas a detalle Carolina.

- de eso no tengo ninguna duda - le regalo una sonrisa, es impresionante como él confía en nosotras, y ni yo ni Carolina hariamos algo para decepcionarlo él fue el unico que nos apoyo y de verdad estoy muy agradecida.

EL CONTRATODonde viven las historias. Descúbrelo ahora