EL CONTRATO

Capítulo - 24 - ¿Cómo me encontraste?

Anna no podia dormir, pensando en todo lo que había escuchado en esa cena y ahora, había aceptado salir con Rodrigo. Despues de un rato se quedo profundamente dormida.

La mañana había llegado, Anna se despertó se metió a bañar para después areglarse para su cita, lo bueno era que ese día, era libre para todos sus compañeros, así que podía salir sin ningún problema.

Tenia nervios esta era la primera vez, que saldria con un hombre de esta manera. Pues su padre nunca la dejo tener novio y los chicos de la universidad eran groseros con ella asi que ninguno le habia llamado la atención. Mas tarde se caso con Agustin, pero con él nunca tuvo una cita.

Se puso una body blusa con olan en los hombros color lila, un pantalon de mezclilla, y unas sandalias, se peino su cabello en una trenza y dado que era un lugra donde hace mucho calor, solo se puso rimel en sus pestañas, delineador en sus ojos y en sus labios un labial rosa mate.

Eva, seguía dormida, pero al escuchar el ruido de los movimientos de se despertó.

—Anna, te ves preciosa. — dijo Eva, elogia do a su amiga.

— Basta Eva, me haras sonrojar. - que dijo Anna, pues era tímida en ese aspecto.

— Bueno ya no te dijo nada, bueno si te dijo algo, si ese hombre intenta propasarse contigo me las pagará. — Anna se rio ante la cara de su amiga al decir eso, abrazo a su amiga.

— No te preocupes Eva, si pasa algo así, te lo informare de inmediato. — Eva asintió.

— Bueno siendo así, diviértete y no pienses en nada mas de acuerdo. — Anna asintió

— Está bien Eva. —Pero al decir eso se pregunto ella misma si de verdad no le importaba en lo absoluto a Agustin. Pues el dia que se enfermo él estuvo a su lado todo el día.
No Anna en que rayos estas pensando claro que no le importas, ni siquiera sabes a donde se fue, mucho menos pienses que vendria a buscarte, tampoco sabe en donde estas.
Sacudio sus preguntas para ella misma, y salio de la habitación despidiensose de Eva.
Anna llego al vestíbulo del hotel, Rodrigo ya la estaba esperando.

— Anna te ves hermosa. — dijo Rodrigo, al verla salir del vestíbulo, ella se sonrojo al escucharlo.

— Gracias Rodrigo, tú tambien te ves muy apuesto. — contestó ella. Rodrigo vestía muy bien, perfecto para la ocasión. Ellos caminaron hacia el auto, rodrigo abrió la puerta para ella y la ayudó a subir, después lo hizo él y se fueron de ahí.

Por otro lado Agustin acaba de llegar al hotel y seguia dentro del auto estaba apunto de salir del auto cuando vio a su esposa del brazo de otro hombre.
Vio a Anna subir al auto junto con él, así que le dijo a David que los siguiera, David no tenia ni idea en lo que su jefe estaba pensando en ese precisó momento, pero hizo caso a la orden que él dio.

Rodrigo había preparado un lugar muy hermoso frente al mar, para que almorzaran. Se veía fantástico el mar azul, que rodeaba todo el lugar,
Cuando Anna vio el lugar se sorprendió, pues no imagino que Rodrigo hiciera tal cosa. Él la ayudo a acomodarse en  la silla él, se sento frete a ella. Se pusieron a platicar por un rato, pues él estaba interesado en conocer todo de ella.

—Anna puedo preguntar ¿De donde eres? — Anna asintió y contestó rápidamente.

— Claro, yo vivo en la ciudad de México y tú de ¿donde eres? — ella hizo la misma pregunta y Rodrigo sonrió.

— Vaya que curioso, yo también vivo en la ciudad de México. — esto sorprendió a Anna.

— ¿De verdad? — preguntó Anna y él asintió. Anna lo vio ponerse serio.

— Anna, yo quiero decirte que, desde el primer momento en que te vi me gustaste, nunca me había sentido atraído por alguien de esta manera. —  Rodrigo habló calro, sobre lo que sentía.
Anna se sorprendió por las palabras del hombre y recordo a Eva.

— Rodrigo yo... — Anna intento decir algo, pero se quedó callada.

— Anna, no te digo que me aceptes rápidamente, se muy bien que acabamos de conocernos, pero dejame conquistarte, dejame ganarme tu corazón. — Anna, se sentia abatida, pues ella estaba casada, con un hombre que no amaba, aun así quería encontrar la felicidad, así que decidio ser sincera con Rodrigo.

—  Rodrigo, yo no se como explicarlo. — realmente, ella no sabía cómo abordar el tema.

— Dime, no te preocupes por nada, yo entenderé y tampoco te juzgarte. — Rodrigo, decía la verdad, él no era quien para juzgarla, pero si quería saber si tenía la oportunidad de conquistarla.

— No es fácil de decir, pero te lo diré. Soy  una mujer casada. — Rodrigo quedo un poco confundido, pues Anna, no le parecia el tipo de mujer que le gustaría casarse a tan temprana edad, él se dio cuenta del espíritu libre de la chica, así que no dudo en preguntar.

— Anna ¿te obligaron a casarte? — Anna estaba apunto de contestar, cuando aparecio Agustín.

— Anna ¿Que es lo que estas haciendo? — Anna se congeló en su asunto al escuchar a Agustín, creyó por un momento que 3staba soñando, pero se dio cuenta que no era así, cuando Agustín la tomó de la mano y la levantó de la silla. Él se puso delante de ella y miró al hombre frente a él, con furia. Ambos hombres se miraban de la misma manera.

—  Ella es mi esposa, le pediré que no la contacte de nuevo, o de lo contrario me veré obligado a actuar. — Agustín, escupió sus palabras con evidente enojo, no estaba para nada contento con tal situación.

— Eso solo lo decide, ella no usted. Ella es su esposa, pero no significa que sea de su propiedad, ella es un ser humano y tiene derecho a tener amistades. — replicó Rodrigo. Anna por su parte, quería evitar cualquier conflicto con ambos hombres, ella jamás se imagino que Agustín apareciera.

— Agustin basta, calmate por favor. Rodrigo una disculpa, me tengo que ir. — Anna jalo a Agustín, para poder salir de ahí.

— Está bien Anna, si necesitas mi ayuda, no dudes en contactarme. — dijo él y Agustín lo miró desafiante.

— Gracias Ridrigo lo are. Me despido.
Agustin vámonos. — Anna jalo a Agustín como pudo.
Anna prefirió irse con Agustin, ella no sabia de lo que él podía llegar hacer estando ahí, así que pensó en la mejor manera de calmar la situación.

En el auto

Agustin estaba que hervia de coraje, ver a Anna con otro hombre habia sido lo peor para él, ahí fue donde se dio cuenta que en realidad Anna le importaba mas de lo que él pensaba.

— Agustin ¿Qué haces aqui, ¿Cómo me encontraste? — preguntó, pero la mirada fría del hombre la intimido.

— Ahora no Anna, hablaremos cuando lleguemos al hotel. — Anna ya no dijo mas, ella tambien estaba molesta de alguna manera.

Las cosas no habían salido como ella había pensado, jamás, ni en sus más locos sueños, se habría imaginado que Agustín, la iría a buscar, ni mucho menos que la encontraría en tal situación, al final Anna se tranquilizó a ella no estaba hacia do nada malo, además que con Rodrigo fue franca y le dijo la verdad, Agustín no tenía nada que reclamarle.