Capítulo - 81 -

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Narra Maximiliano.

No puedo creer por todo lo que mi bonita tuvo que pasar, no me cabe en la cabeza como ese hombre pudo hacerle tanto daño, aunque gracias a eso, ella esta a mi lado, yo le demostraré que si puede existir el amor incondicional, y que la base para una buena relación es la comunicación, la confianza del uno al otro, yo siento que si no hay comunicación en una relación no hay nada.

Doy gracias que ella me contará todo lo que vivió, sé que tal vez recordarlo fue doloroso para ella, mas que nada por que en ese mismo año, ella perdió a sus dos más grandes seres queridos.

En este momento nos encontramos en la sala, ella se ha quedado dormida entre mis brazos, estaba muy cansada, pero aún asi quiso hablar, me levanto, evitando que ella despierte, rodea mi cuello con sus brazos enterrando su cara en mi cuello, su respiración me causa cosquillas, la llevo a mi habitación para que ella descanse mejor, y antes de depositarla en mi cama susurra.

- Quedate conmigo Max, no me dejes sola - yo sonrío al escucharla, miro atentamente su rostro y sigue con los ojos cerrados
Tal vez esta soñando, intento dejarla totalmente para arroparla con las sábanas, pero vuelve a decir lo mismo, apretando más mi cuello, sonrío aún más, me acomodo junto a ella esperando a que se quede dormida, pero ella se acomoda mas pegandose a mi pecho, yo acarició su sedoso cabello y poco a poco me quedo dormido también...

Narra Alexandra.

Me despierto por un ruido, abro mis ojos y me doy cuenta que no estoy en mi habitación, antes de sobresaltarme, pienso y recuerdo que estoy en el departamento de Maximiliano, estiro mi cuerpo, observando detenidamente la habitación me doy cuenta que me encuentro sola, lo soñé o le pedí a Max que se quedara conmigo...

Sacudo mis pensamientos ando en busca de mi teléfono hasta que veo un reloj que se encuentra en el buro, dios santo son las nueve de la mañana, digo es sábado si, pero nunca había dormido tanto.
Aunque a decir verdad dormi tan bien que me siento renovada, hacía ya mucho tiempo que no descansaba tan bien, de verdad hablar con Max me ayudo mucho, me levanto de la cama, miro una bolsa al otro extremo de la misma, dudosa la abro, y hay ropa.

Miro algo dudosa, cuando se abre la puerta y escucho - es para ti, anda ve a darte un baño te espero en la sala - ni tiempo me da de responder porque sale muy rápido, le hago caso y me meto al baño a ducharme.
Veinte minutos despues salgo del baño y en la cama se encuentra mi bolso, lo tomo para maquillae un poco, a decir verdad casi siempre ando al natural, lo unico que uso es mi enchinador, rimel, delineador y un brillo labial.

Salgo de la habitación y suspiro al ver a mi italiano, él esta hablando por teléfono mirando hacia la ventana, trae un treje deportivo casi igual al mío, y no se ve nada mal, pues siempre lo había visto con sus trajes de trabajo, él termina la llamada y yo carraspeo para llamar su atención.

- hola - le digo cuando voltea a verme, me regala una sonrisa.

- te ves muy hermosa - me dice acercandose a mi.

- tu también te ves muy bien - le digo con algo de coqueteo, hasta yo me sorprendo de mi misma.
Sonríe aún más cuando me escucha.

Cuando llega hasta donde estoy, pasa sus brazos por mi cintura y yo rodeo su cuello con los míos, acerca su nariz acariciando la mia, siento cosquillas y no puedo evitar reir.

- me encanta cuando sonríes, jamás Alex, jamás quiero verte triste.

Le sonrío - lo prometo Max - le digo uniendo mis labios a los de él, disfruto del beso mordiendo un poco su labio inferior, se abre paso entre mis labios para enredar mi lengua con la suya y disfrutar de ella, seguimos disfrutando del beso hasta que mi estómago nos interrumpe, porque si tengo hambre.

EL CONTRATODonde viven las historias. Descúbrelo ahora