Capítulo - 79 -

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Narra Maximiliano.

Esta hermosa mujer que ahora es mi novia, es simplemente fantastica, me gusta todo de ella, su forma de ser, porque es timida y atrevida a la vez, su sencillez con las personas me tiene aun más fascinado. Que apesar de su corta edad sabe lo que quiere, lucha por ello y no se detiene, eso y muchas cosas más me gustan de ella.
Ella a logrado sacar facetas de mi que no conocía, jamás en mi vida pense ser romantico con alguien, pero con ella todo es diferente.

Hoy vine a medirme lo que ella hizo con sus preciosas manos, y no puedo estar más que satisfecho con el resultado, le quedo fantastico.

Es una mujer que sabe hacer bien su trabajo, me he sonrojado un poco cuando me dijo que me veía muy bien y no dude en acercarme a ella y darle un beso en esos labios que me vuelven loco, se que aún le cuesta ser un poco cariñosa conmigo, pero no quiero presionarla, aunque he de confesar que me sorprendió cuando nos dimos nuestro primer beso, pues ella fue la que dio el primer paso, y eso me encantó.

La quiero, quiero estar a su lado, que confíe en mi como yo confío en ella, quiero estar en las buenas, pero sobretodo en las malas, y quiero que siempre sepa que estaré para ella, y la defenderé de cualquier persona que quiera hacerle daño.

La tengo entre mis brazos, entierro mi rostro en su cuello, lo cual le causa cosquillas, me gusta sentir su aroma a vainilla.

— que te parece si vamos a cenar — la miro a los ojos y ella sonríe — si pero... — hmm... ¿Pero que? — le pregunto, sonríe y suspira — pero primero cambiate — ahora él que rie soy yo, me distrae tanto que no me acordaba que traía el traje que ella me hizo.

— pero si tu misma me has dicho que me queda perfecto — si, y es así, pero... — le doy un beso para que no diga más, y aun estando cerca de sus labios le digo que iré a cambiarme, ella sonríe, amo su sonrisa.

Hemos estado en su taller desde hace ya dos horas es momento de cenar, y con lo que me contó aquella vez, prefiero verla comer antes que le pase algo mas, salimos y la llevo a un restaurante.

Cenamos a gusto a la luz de las velas entre platica, y chistes hemos pasado una muy agradable cena, ella me hace tan feliz — bonita ¿que haras pasado mañana? — le pregunto, pero noto como cambia su expresión — yo... Tengo mucho trabajo que hacer, estare encerrada en taller toda la tarde ¿porque? — me pregunta — Nada, solo preguntaba — esta bien te creeré — me dice sonriendo.

Terminando de cenar, caminamos por un rato tomados de la mano, adoro cuando hacemos eso, me pongo enfrente de ella — bonita — tomo sus mejillas con ambas manos, junto mi frente a la de ella — Alex, te quiero — le doy un beso en la frente, y la oigo suspirar, su cálido aliento choca con el mio — Max, yo... Tambien... Te quiero — noto como se quiebra su voz al decirmelo y yo uno mis labios a los de ella, no me importa todo lo que me cueste, lo único que quiero es que ella sea feliz a mi lado.

La llevo a su departamento me despido de ella dejando un beso en su frente y otro en sus suaves labios, la veo entrar a su edificio y me dispongo a ir a mi departamento
Llego a mi departamento, pensando en la expresión de Alex, de hace un rato, todavía no se que fue lo que la lastimo tanto, y quien fue tan estupido para hacerlo, quien fue ese hombre en su vida para destrosarla, y lo que mas me duele es que aun a su corta edad haya tenido que pasar por eso.

Por eso me he propuesto hacerla inmensamente feliz, que se olvide por completo de ese trago amargo, que vivió. Me quedo dormido pensando en eso.

Al dia siguiente me despierto temprano, iré a ver a mi madre, platicar con ella, me ayudara mucho.

— Maxi, hijo mio, es un milagro verte ppr acá — bromea mi madre — hola mamá, disculpa por no haber venido antes — tranquilo hijo, yo solo bromeó, se que tienes trabajo — tengo a la mejor mamá del mundo, la amo — y cuantame Maxi, como vas con la chica que te gusta, ¿ya son novios? — le sonrío, picaro a ella nada se le escapa.

EL CONTRATODonde viven las historias. Descúbrelo ahora