Capítulo - 32 - ¿Te está empezando a atraer?

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— Así son las cosas Lucia, yo tampoco imagine enamorarme pero pasó, disculpame por eso tú y yo ya no podemos seguir viéndonos.

— Esta bien Agustín, pero por favor podemos al menos seguir siendo amigos, me conformaré con eso. — Agustín se sorprendió por eso, él lo pensó por un momento, y dado que el creía que Lucia era una buena persona y habían estado juntos por un tiempo decidió aceptar.

— Por su puesto Lucía... Al menos te debo eso — respondió él. Lucia sonrió al escucharlo pues seria bueno para ella, tenerla como amiga, así podría planear como hacer que él y su esposa rompieran para siempre y ella quedarse con Agustín.
Lucia salio del edificio sonriendo, porque la batalla para ella estaba perdida, pero no la guerra, así que empezaría a armar su plan.

Mientras tanto en la residencia Álvarez.
Anna se acababa de despertar vio la hora y se apresuro a levantarse y arreglarse. Bajo las escaleras rápidamente, para llegar a la cocina, Joanna estaba preparando la merienda.

— sra Anna ya se ah despertado. — Anna frunció el ceño, al escucharla, llamarla señora de nuevo, Joanna se dio cuela y rápidamente.

— Lo siento, por favor disculpe, ni a Anna, es solo que todavía no me acostumbro — dijo ell y Anna sonrió

—  esta también, no te preocupes ¿La sra Sofía ya desayunó? — preguntó Anna, cambiando de tema.

— Si, no se preocupe por esas cosas. — Anna sonrió y fue a ver a Sofía. 

— Hola, buenos días — saludo ella, al verla en el jardín. — disculpe la demora, me quede dormida. — dijo ella con pena y Sofía sonrió.

— No te preocupes Anna, puedes levantarte, a la hora que quieras, esta bien que descanses ¿Dime saldrás hoy? — preguntó Sofía con interés.

— Hm. No, bueno al menos que usted necesite algo. — Sofía negó con la cabeza y le dijo a Anna que no se quedara encerrada con ella.

— Anda, sal un rato a distraerte ya suficiente es que yo este aquí encerrada, en lo que me recupero completamente. — Anna lo pensó por un momento.

—  Bueno, haber a dónde voy, regreso en un rato. — dijo ella, y se despidió de su suegra. Anna pensó en lo que Sofía había dicho y decidió llamar a su amiga para ver si se podían ver.

— Amiga ¿Cómo estas? — preguntó Eva, al contestar la llamada.

— Bien Eva, oye ¿podemos vernos? necesito platicar contigo.

— Claro, que te parece si vamos a un café.

— Me parece perfecto. Nos vemos en un ratito.

Anna salio de la casa para ver a su amiga.
Media hora después las chicas se encontraron.

— Anna dime ¿Qué es lo que pasa? Ahora que es lo que te preocupa. — preguntó Eva, al ver la cara afligida de su amiga.

— Eva estoy mas que confundida ahora. — respondió Anna.

—¿Por qué? ¿Qué es lo que pasa? Dime. — dijo Eva, con preocupación.

— Es Agustin, Eva el me empieza a poner nerviosa, las acciones que ha tenido conmigo, son, son. Ni siquiera se como explicarlo. — dijo Anna, desesperada.

— Oh — dijo Eva con asombro — te está empezando a atraer. — completo después y Anna la observó resignada.

—  Eva creo que si, pero eso no puede pasar Eva. — dijo Anna y Eva la miró con intriga.

— ¿Por qué no? ¿Por qué  no te puedes enamorar de él? Yo ko veo ningún problema, y es tu esposo, dime ¿Por qué no intentas ser feliz con él? — Eva lleno de preguntas a la pobre chica.

EL CONTRATODonde viven las historias. Descúbrelo ahora