EL CONTRATO

Capítulo - 37 - Cena Para Dos

Dado que Agustin no encontro a nadie en casa le marco a Anna, pues estaba preocupado.

— Anna cariño ¿Dónde están? ¿Por qué no hay nadie en casa? — preguntó preocupado el hombre.

— Oh Agustín, salimos a dar un paseo, pero ya vamos de regreso.

— ¿Dime en donde estan? Iré por ustedes. — respondió el, no se sentiría tranquilo, hasta verla, sana y salva.

— No te preocupes Agustín, el chofer vino por nosotras, ya vamos para allá, nos vemos en un rato.

— Esta bien, tengan cuidado aquí las espero.

Agustin se puso manos a la obra en lo que ellas llegaban el hizo la cena. Esperaba sorprender a Anna con eso.

Cuándo las tres mujeres llegaron y entraron a la casa, sintieron un aroma agradable que venia desde la cocina, Sofía y Joanna sabían quien era el autor pero Anna no.

— ¿Quién esta cocinando? si Joanna esta con nosotras.

— ve a la cocina a averiguarlo, Joanna acompáñame a mi habitacion. — dijo Sofia.

— Sí señora sofia — respondió Joanna.
Las dos mujeres se fueron y Anna se quedo sola, fue a ver quien era y vio a Agustín cocinando, aun no se había cambiado, su saco descansaba, en una de las sillas y traía las mangas de su camisa, rematada hasta los codos, Anna jamás se imagino que él se viera tan bien de esa forma.

— Oh Agustín, no sabia que tu sabias cocinar. — Agustin estaba tan entretenido que no se dio cuenta cuando llegaron a casa.

— No se hacer gran cosa, pero me defiendo un poco quieres probar. — dijo él con una sonrisa, Anna asintió con la cabeza.
Agustín saco un plato y sirvió un poco.

— Esta delicioso, Agustín. — dijo ella al probar la comida hecha por su marido.

—Te dije que me defiendo un poco. — le guiño un ojo. Ella sonrió. — Dime se divirtieron mucho.

— Sí, tu madre se la paso muy bien al igual que Joanna y yo. — respondió ella.

Agustin brazo a Anna — sabes, te admiro.

— ¿A mi? ¿Por qué? — preguntó ella al escucharlo.

— Por que eres simplemente magnifica. Eres dulce y le caes bien a todos, me gusta tu actitud e de admitir que en un principi creí muchas cosas, pero antes de casarnos me di cuenta que tu eras muy diferente a las demás. Tu eres única, a pesar de que creciste con todos los lujos, no eres ese tipo de chica que desprecia a las personas, es mas tambien tratas bien a la servidumbre.

— bueno eso se debe gran parte a mí nana, ella es un gran ejemplo para mi, ella me enseñó a no menospreciar a las personas, si una persona trabaja como sirviente no significa que debo o debemos despreciarlos por eso. Es un trabajo y es honesto. — Agustin se quedo pensando, la chica tenia tanta razón en sus palabras.

— Bueno te dejo a que termines, me iré a dar un baño. — dijo ella, saliendo de sus brazos.

— De acuerdo, esto estará listo cuando termines. — ella asiento y  salio de la cocina, subió a la habitación, busco su ropa y se metió al baño.

Agustin le hablo a Joanna para que le llevara la cena a su mamá y el subió con la bandeja con los platos para cenar.
En lo que Anna se daba una ducha rapida. Agustin preparo todo para que cenaran arriba en el balcón, él acomodo los platos puso una rosa en un florero y subio una botella de vino.
Cuando Anna salio del baño Agustín la estaba esperando.

— Vamos, ya esta todo listo para cenar, ven acompañe.

Agustin y Anna salieron al balcon. Agustín estaba haciendo muchos meritos para conquistarla, ya que su amigo le habia dicho que tenia que ser romantico.
Mientras tanto a ella, le gustaba todo lo que estaba haciendo él, para conquistarla.

Creo que si, quiere ganarse mi corazón, él no lo sabe pero ya es suyo, aún asi me seguire haciendo la dificil, bueno solo un poquito más.

Se dijo así misma y rio para sus adentros.

Agustin como todo un caballero la ayudo a sentarse destapo su plato y  sirvió las copas de vino, para ambos.

— Debo admitir que esta noche, me has sorprendido mucho, no imagine que fueras tan romantico, creí que eras un hombre frío y sin sentimientos.

— Bueno, tal vez era por que aun no encontraba a la mujer que sacara mi lado romantico, y para mi buena suerte la tengo enfrente a mi y lo mejor de todo  es, que es mi esposa. — Anna como siempre tan penosa cuando él hablaba, se puso rojita de inmediato.

— Tú... — dijo ella quedándose sin palabras.

— me gusta cuando te sonrojas. — dijo él.

— Mejor sigamos comiendo — respondió ella.

— de acuerdo — dijo él, la observo comer mitras en su cabeza pensaba.
"Nunca escaparas de mi Anna seras mia para siempre de eso estoy seguro"

Terminaron de cenar tranquilamente Agustin levanto todo, y lo llevo a la cocina para lavarlos después de que termino regreso con Anna. Ella seguía en el balcón observando el jardín que se veía maravilloso desde arriba.

Agustin llamó a Anna. Ella volteo a verlo y aunque Agustin se había disculpado por ser tan impulsivo. No pudo controlarse y tomo con sus manos el bello rostro de la chica sus rostros estaban tan cerca. Agustin le dio un beso en la frente, luego en la nariz y al final sello sus labios, él movio sus labios y su lengua habilmente en la boca de Anna pero esta vez ella trato de seguirle, al beso apasionado que Agustin le estaba dando, ambos se perdieron en ese beso hasta que los dos casi no podian respirar. Agustin la solto a regañadientes.