EL CONTRATO

Capítulo - 63 - Hare lo que sea, para recuperarla.

Agustín estaba decidido en buscar a Anna, asi que tenia que hablar con Eva y Javier, para saber de ella y no quería perder tiempo, después se encargaría de Lucía. Agustín sabia donde encontrar a Javier. El entro al despacho de Javier sin permiso.

— Javier necesito hablar contigo, dime en donde se encuentra Anna, necesito saber donde se encuentra, tengo que buscarla.

Javier sonrió con ironía. —! Agustín, no crees que ya sea demasiado tarde para eso.

—Vamos Javier, tal vez tengas un poco de razón, pero al menos tengo que hablar con ella, y decirle lo estúpido que fui al no creerle, Javier si todavia eres mi amigo, dime en donde se encuenta.

— Agustín, la verdad es que yo tampoco lo se, hace tiempo que ella ya no se comunica con nosotros, y la unica que tiene información de donde estaba es Eva, pero ella aun sigue molesta contigo, porque ella dice que por tu culpa Anna se fue de aquí, así que no puedo ayudarte.

— Javier por favor ayudame necesito buscar a Anna, necesito disculparme con ella, necesito que sepa que yo todavía la amo.

Javier suspiro — Hay Agustín, esta bien vamos a ver a Eva, pero tu tienes que hablar con ella yo no me metere.

Los dos salieron del despacho, para ir a la casa de Eva. Cuando llegaron a casa, y Eva vio a Agustín le reclamo a Javier.

—Tú... Por que trajiste a este hombre, ¿que es lo que quiere? yo no quiero verlo en mi casa. — dijo muy enojada la mujer.

— Eva amor no te enojes, él quiere hablar contigo, escuchalo por favor.

— Yo no tengo nada que hablar con ese hombre — respondió Eva. — que es lo que quiere el gran Agustín, por cierto, no se supone que hoy es tu boda, que demonios haces aquí, deberías estar con esa mujer, la que según tú es muy buena no aquí. — completo Eva con ironía.

Agustín sabía que sería difícil, pero aun así lo intentaría — Eva, quiero pedirte disculpas a ti también, cuando Anna me dijo que tu sabias la verdad yo..

— Basta  Agustín — lo interrumpió ella — ni me lo recuerdes, que me da mas coraje, por ti, por tu culpa Anna decidió irse de aquí, para que la buscas ahora, despues de hacerle tanto daño, no te basto con la humillación que le hiciste pasar, que ahora quieres buscarla.

— Eva, lo sé, se el daño que eh hecho, lo he tenido muy presente durante este tiempo.

—Agustín, tu no confiaste en ella, sabes la base de una relación es la confianza, el amor y el respetuo mutuo, y no entiendo como fue que pudiste creer tal cosa o a caso no estabas seguro de lo que Anna sentia por ti. No solo le destruiste la vida a Anna, si no también a Rodrigo, te llevaste entre los pies a dos personas inocentes, que no tenian culpa alguna. Y creo que Anna, fue mas inteligente que tú, ella se dio cuenta de inmediato que había sido obra de Lucía, pero no te dijo, por que sabía que no le creirias.

Agustín se quedo callado ante las palabras de Eva, pues la chica tenia razón.

— Eva, por lo que mas quieras, ayudame a encontrar a Anna, te lo ruego, solamente tú sabes donde puedo empezar a buscarla.

— Agustín, la verdad es que ella dejo de comunicarse conmigo desde hace año y medio no se nada de ella y tampoco se, si siga viviendo allí.

— No importa, solo necesito una pista. Saber a que pais se fue.

Bueno agustin estos son los ultimos datos que tengo espero y te sirva. Pero quiero decirte algo, conozco a Anna desde hace mucho tiempo, y dudo mucho que te perdoné, y no es que yo sea cruel, pero espero que ella allá encontrado en su vida un buen hombre, porque sinceramente tú no la mereces.

Agustín ya no dijo nada, tomo el papel y salio de la casa de de Eva, con mil pensamientos en la cabeza, sabia que Eva tenia razón, tenia que ver una manera de hacer que Anna volviera a él, y dejaran el pasado atrás.
Tenia tanta prisa de irse que penso, queseria lo mejor avisarle a su hermano que se encargara de todo en el camino.

En el aeropuerto de la ciudad de México.

Agustín, en el camino hacia el aeropuerto, había hablado con David, para que lo esperarar con una maleta y comprara el voleto a París.
David, era muy eficiente y llego antes que su jefe.

— Jefe aquí esta su boleto, el avión sale a las diez de la noche, no pude encontrar otro que salga antes.

Esta bien David, gracias por favor te quedas a cargo y cualquier cosa puedes  congactar a mi hermano, no regresare hasta encontrarla y traerla conmigo, se que ella todavía me ama, asi como yo todavía la amo.

— Jefe, perdon que me meta, pero conozco a Anna y dudo que sea facil de convencer, ella tiene su caracter y no perdona tal fácilmente. A demás usted tiene parte de culpa por no confiar en ella.

— No eres la primera persona que me lo dice. Haré cualquier cosa, para que me perdone.

No importa cuanto me cueste, luchare, para que ella me perdone, se que yo fui un idiota al decirle todas esas cosas, en ese momento lo único que venia a mi mente, era ver a Anna en los brazos de otro hombre, eso me quemaba el alma, mis celos me cegaron, y no supe reaccionar de otra manera. pensó para si mismo.

— Bueno le deseo mucha suerte, Anna aveces suele ser escurridiza, y si no quiere que la vea se escondera de usted, si no es que ya lo hizo.

— que quieres decir con eso David, que es lo que sabes, ¿Por qué dices eso?

— la conozco y también se, cuanto dolor le causo, todo lo que le dijo, lamento decirle que escuche todo y fue sin querer, en ese momento yo no entendí, por que usted la trató asi, pero no podía meterme, así que no dije nada, solo vi partir a mi amiga de la oficina eh de confesar, que me dio mucho coraje, ver como usted la hacia sufrir de esa manera.

— De verdad aprecias mucho a Anna. David se que fui un idiota, pero hare lo que sea para recuperarla.

— Claro que la aprecio, ella es como mi hermana menor, siempre la cuide, pero con usted yo fui un cobarde y no pude ayudarla.

La verdad era que Anna tenia muy buenos amigos, que siempre la apoyarían sin importan las circunstancias.
Pronto llego la hora, para que Agustín tomara el vuelo a paris.

Pasajeros con vuelo 1MP217, favor de pasar a la sala cuatro de abordaje.

Agustín no lo pensó mas, fue directo a la sala de abordaje ya queria llegar a París sin saber, que ya no encontraría a Anna.