Capítulo - 64 - Acaso me estoy volviendo loco

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En París.

Ya eran las ocho de la mañana, Alexandra, Carolina, Lana, Daniela y Thomas, iban rumbo al aeropuerto

— Alexandra, Carolina por favor cuídense mucho y siempre esten en contacto, siempre coman a sus horas, no se duerman muy tarde, si salen a divertirse no lleguen muy tarde a casa. Carolina te encargo mucho a Alexandra, ya sabes cómo es cuando esta trabajando.

— Madre no te preocupes estaremos bien, prometo cuidarme mucho, en cuanto lleguemos a Milan te llamo, esta bien, para que estés mas tranquila.

— Si señora Daniela, no se preocupe, estaremos bien, y siempre estaremos en contacto con ustedes, yo cuidare de ella quédese tranquila.

— Vamos Daniela, ya son mayores de edad, y pueden cuidarse solas, no te preocupes tanto por ellas, las haras sentir mal.

—Lo sé Thomas, pero no puedo evitar preocuparme por ellas.

—Mamá ellas estarán bien, son muy listas las dos y ambas se cuidan siempre.

— Así es mamá no te preocupes, Carolina y yo siempre nos hemos cuidado la una a la otra, y esta vez no sera diferente.

Todos iban en el auto, discutiendo sobre cuidarse y esas cosas, Daniela no quería que Alexandra se fuera, por todo lo que le había pasado, pero Alexandra la convenció diciéndole que ya se sentía mas segura de si misma, y que no dejaría que nadie la volviera a lastimar de nuevo.
Al ver y escuchar a su hija Daniela ya no tuvo mas objeción.

— Alexandra te quiero mucho hija mia, promete que siempre te cuidaras siempre, nosotros iremos después a visitarlas, te voy a extrañar hija.

—Lo sé mamá yo también te voy a extrañar, pero no estaremos muy lejos, solo es una hora de vuelo a donde me voy.

— Lo sé Alexandra, pero aun asi ya no te veré todo los días.

— Ya amor deja de ostigar a tu hija, ella tiene razón, solo es una hora en avión, podremos ir a verla cuando queramos.

—Si mamá, mi papa tiene razón, y si nos vamos en el jet privado creo que llegaremos mas rápido y ni una hora nos tardariamos.

— Bueno, bueno ya me tranquilizó, oh, ya llegamos al aeropuerto.

Todos bajaron del auto y entraron al aeropuerto, para despedir a ambas chicas.

En el aeropuerto de París.

Agustín, por fin y después de diez horas de vuelo había llegado a su destino.
Los pasajeros bajaron del avión, se dirigieron a recoger su equipaje.
Agustín ya iba rumbo a la salida.

Alexandra y acompañantes iban entrando al aeropuerto. Ellas ya iban un poco retrasadas de tiempo y tenían que ir a documentar su equipaje.

— Carolina hay que correr, apenas y tenemos tiempo si no, el avión nos dejara.

—Si tenemos una cita dos horas después de que lleguemos.

A lo lejos agustin creyó escuchar la voz de Anna — Esa voz, esa voz yo la conozco, es Anna, si es Anna, estoy seguro de que es ella. — se dijo así mismo y camino hacia donde había escuchado la voz. 

Thomas las ayudo a documentar el equipaje, cuando se escucho por el alta voz.

Pasajeros con el vuelo 8PML56 favor de pasar a la sala de abordaje.

—Mamá, Thomas, Lana gracias es hora de irnos.

Agustin llego a donde estaban las personas despidiéndose pero no tenia una vista clara de las personas, pero si escucho lo siguiente.

— Alex mamá te extrañará mucho, cuídense. Vayan ya es hora.

Nos vemos después señores Thompson  yo la cuidare.

Daniela, Thomas y Lana abrazaron a Alexandra.
Agustín escucho el nombre de la chica

— Al parecer me equivoque, por dios acaso me estoy volviendo loco, juraría que es u voz, ah tengo que encontrarla. — Él salio del aeropuerto con la esperanza de encontrar a su ex esposa.

Mientras tanto en el aeropuerto.

Alexandra y Carolina se despedían de París, para comenzar una nueva aventura, las dos estaban emocionadas.

Alexandra

Comienza una nueva etapa en mi vida, estoy segura que lograre mi objetivo, y seré una de las mas grandes diseñadoras, mi nombre sera reconocido.

—Alexandra en que piensas, estas muy callada desde que subimos al avión.

— No es nada, bueno solo estoy un poco nerviosa, por fin comenzaré mi propia empresa.

—Alexandra se que lo lograras.

— No, Carolina, lo lograremos juntas.

Mientras ellas iban rumbo a Milan, Agustín llegaba a su hotel. Tenia planeado salir esa misma tarde a la dirección del departamento de Anna.

Lo que no sabía era que no encontraría a Anna, Thomas se había encargado de ocultar toda rastro de ella.
Thomas había pagado mucho dinero, para lograrlo, Daniela le había pedido a su esposo que la ayudara con eso.

Agustín se dio una ducha rápida, se vistió y salio a toda prisa del hotel, hacia el departamento. Rento un auto, para poder andar libremente por el lugar.
En 20 minutos el ya estaba ahí, bajo lo mas rápido que pudo del auto, subió por el ascensor, hata el piso número cinco, encontro el departamento, ya estando afuera respiro profundamente. Y se dijo a si mismo.
Bueno aquí voy, Anna de verdad espero que me perdones.

El toco el timbre, la chica que vivía ahí salió, para ver quien tocaba el timbre insistentemente.

La chica abrió la puerta de su departamento y diciendo cosas en su idioma, que Agustín no entendía, pero se veía que la chica estaba muy molesta.

Agustin hablo en ingles para ver si la chica le entendía.

—Disculpe señorita, estoy buscando a una persona, ella se llama Anna.

La chica se tranquilizo un poco al escucharlo, pero no bajo la guardia.
Agustín, se dio cuanta que ella le entendía.

— Disculpe señor, pero no conozco a nadie llamada así. — ella estaba a punto de cerrar la puerta, pero Agustín insistió

—Señorita por favor, disculpe por molestarla, pero me urge encontrar esta persona y me dieron esta dirección.

— Lo lamento señor, pero mi compañera y yo llevamos viviendo aquí dos años, y solo somos nosotras dos.

— Muchas gracias, señorita y disculpe la molestia.

Él, salio del lugar.
Agustín se sintia derrotado, pues no encontró Anna, pero no se daria por vencido, al dia siguiente iria a buscarla a la universidad, esperando a que le dieran una pista sobre su paradero.

EL CONTRATODonde viven las historias. Descúbrelo ahora