Capítulo - 20 - Anna está desaparecida

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Javier no se movió de donde estaba hasta que perdió de vista a las chicas.

Las chicas iban platicando, viendo de aquí y allá, habían acordado en que Anna le diría todo a Eva.

— Anna ¿Cómo conoces a ese hombre?  — preguntó Eva con intriga.

— Javier es amigo de tu jefe, y también su abogado. — respondió Anna, dejando a Eva con preguntas en su cabeza.

— de mi jefe, por cierto, ¿Tú cómo sabes eso? ¿Cómo conoces a mi jefe? — preguntó Eva.

— Bueno amiga mia, tu jefe es el hombre, con el que me case. — respondió Anna y Eva abrió los ojos como platos y detuvo su paso.

— ¡¿Qué?! Mi jefe, es tu esposo, te casaste con el soltero mas codiciado del país. — dijo Eva emocionada pero después recordó como fue que eso sucedió y se tranquilizó.

— Así es Eva, el es mi marido. — dijo Anna, no muy contenta

— Sé que me dijiste que tu padre te obligó, pero dime, de verdad no sientes nada por él, digo es muy atractivo, todas las chicas en el trabajo quisieran que el se fijará en ellas, deberías de ver como suspiran cuando el llega hacer sus inspecciones. — dijo Eva pero Anna negó con la cabeza.

— Eva entre nosotros no hay nada, solo nos une el acta de matrimonio y nada mas. Entre él y yo no hay amor. Y tampoco creo que lo vaya a ver algún día.

Aunque debo confesar, que se ha portado medio raro desde que vivimos juntos .

Pensó Anna, pero no sé lo dijo a su amiga.

— ¿Acaso no crees que ustedes algún día, se lleguen a enamorar? Digo tu eres joven y hermosa y él, es muy atractivo, juntos son la pareja perfecta

— No lo creo, además él ya tiene a alguien en su corazon. El y yo hablamos y me dijo que no me hiciera iluciones de nada. Asi que lo mismo, dije para el.
Yo solo tengo que buscar mi propia felicidad. Además tenemos un contrato firmado, de mutuo acuerdo, así que olvídate de esas cosas. — respondió Anna.

— bueno amiga, si todo esta claro, no se puede hacer nada. — dijo Eva y Anna asintió.

— así es, Eva. Bueno ya vamos a descansar, que mañana sera un día lleno de aventuras y tenemos que recuperar energías.

Las chicas regresaron al hotel a descansar, pues al otro día saldrían muy, muy temprano.

Mientras los dias pasaban Anna y todos los de la excursión se divertian enormemente. Pues habian ido a muchos lugares como cascadas, lagunas, la selva. el ultimo dia de paseo estuvieron en un lugar llamado palenque. Ya había pasado una semana asi de rápido.

En Nueva York

Agustín finalmente se habia desocupado un poco toda esa semana estubo como loco, tratando de calmar a los inversionistas de dicho lugar.
Ya que estaba un poco relajado decidió contactar a Anna.
Él la llamo muchas veces, pero siempre lo mando a buzon. En ese momento Anna y todos estaban en el avion. Aguatin dejo de intentar y marco a la residencia.

— Residencia de la familia Álvarez. — Agustín escucho a Maggie.

— Maggie, podrias pasarle el telefono a mi esposa por favor. — dijo Agustín.

—  Oh! buenas noches señor, este... Su  esposa... Su esposa no se encuentra señor. — dijo la chica, nerviosa, Agustín lo noto pero no quiso ponerle atención.

— ¿Sabes a que hora regresa? Ya es muy tarde para que ande sola en la calle — dijo él, pero la seriedad llegó a él, en cuanto escucho lo que Maggie le diría.

EL CONTRATODonde viven las historias. Descúbrelo ahora