EL CONTRATO

Capítulo - 88 -

¡No puedo creerlo! Hoy es el gran día de mi amiga, todos estan en el jardín esperándola, y ella por poco llora al ver el vestido, todavía no sabe quien lo hizo, y yo estoy que me muero de  alegría, Carolina, le ha dicho que no puede llorar, ya que si lo hace su maquillaje se arruinara.

Antes de salir para empezar la ceremonia, ella se detiene y pone una cara triste — ¿que pasa? — le pregunta Carolina — la extraño ella sería mi dama de honor — sopita me ve por la pantalla y mis corazón se estruja, mis lagrimas amenazan de nuevo con salir — tal vez lo está, no aquí contigo, pero su corazón si — le dice Sopita, Eva la ve — tal vez ella, ni siquiera sepa que hoy es mi boda — creeme la vida da muchas sorpresas — le dice Caro — bien vamos, tu futuro esposo debe estar ansioso.

Las tres salen, el hermano mayor de Eva la espera, para que sea él quien la entregue a Javier, Sopita le da el teléfono a Rosita, me alegra que todo este saliendo según lo planeado.
Eva pasa por un pasillo adornado con flores hasta llegar donde se encuentra la multitud, se ve realmente hermosa, ella toma el brazo de su hermano, y caminan hacia el altar, resuenan los aplausos al verla llegar.

El padre oficia la misa y yo estoy muy emocionada, estoy al borde de las lágrimas de la alegría que siente mi corazón, lastima que mi italiano no este en este momento.
El padre dice lo último para terminar la ceremonia — yo los declaro marido y mujer, puede besar a la novia — oigo aplausos por todos lados y gritos también, ellos se dan un tierno beso y posan para las fotos. Carolina y Sopita, están al lado de Eva, y David esta al lado de javier, yo me emociono al verlo, también tengo que comunicarme con él.

— Rosita, puedes colgar, en un rato mas seguimos — estoy a punto de chillar y no quiero que Rosita lo note.

— esta bien Anita — suspiro un poco aliviada.
Termino la video llamada y suspiro pensando en todo lo que dejé allá, porque David y Eva son como mis hermanos y ahora me doy cuenta que hice mal al no comunicarme con ellos. Ann me saca de mis pensamientos — en que piensas mi niña —  en nada Ann, estoy muy feliz por mi amiga, solo es eso — ella sonríe un poco — bueno niña, supongo que él señor Maximiliano no tarda en llegar, yo me retiro — bien Ann, gracias que descanses nos vemos el lunes.
Ella sale del departamento y yo me quedo sola, y yo le doy el pase a mis lágrimas para que salgan, ha... No se porque estoy tan sentimental, que por todo chillo, pero bueno. Estoy sentada frente a la encimera de la cocina y no me doy cuenta cuando Max entra, solo hasta que me da un abrazo y el nota que estoy chillando.

— amor ¿porque lloras? — me mira extraño — por nada cariño, dime ¿como te fue con tus padres?

— Alex, no me cambies el tema dime ¿que pasa?

Yo suspiro — no es nada, sólo que... Al ver a Eva, Javier y David me dio  nostalgia, al verlos recordé todo lo que ellos hicieron por mi, y yo durante este tiempo no me preocupe en llamarlos y decirles que estaba bien, Eva y David son como mis hermanos mayores, y siempre me defendieron, ahora sé que Javier también forma parte de esas personas que están para mi de todos los que me querían hacer daño. Y yo... Simplemente trate de olvidarme de todo y de ellos también cuando lo único que ellos hicieron fue apoyarme.

Él me abraza con mas fuerza y acaricia mi espalda — amor mírame — lo hago — ellos saben perfectamente tus razones y por lo visto te quieren mucho, sé que te entenderán, porque saben que todo lo que te pasó no fue fácil para ti, yo creo, que les dará mucho gusto saber que estas bien y feliz, pero por favor mi vida no estés triste, supongo qué todavía tu amiga no te ha visto y yo estoy aquí contigo mi amor por favor ya no llores — seca mis lágrimas con un tierno beso — gracias mi amor, te amo eres un hombre maravilloso, que siempre logra calmarme cuando me siento mal — él sonríe — para eso soy tu novio, para apoyarte en todo y no permitir que nada te pase.