Cómo Thomas lo había dicho, llego en diez minutos, quería pensar que Daniela estaba equivocada, y el hombre que lo esperaba, fuera otra persona.
— Thomas has llegado, por favor atièndelo tu, yo no se de que pueda ser capaz si lo veo, le tengo rabia, se que esta buscando a mi hija.
— Cálmate mujer ya, si es el de todos modos, no le diré nada sobre Alexandra.
Thomas salio de la oficina de su esposa, para ir donde se encontraba aquel hombre esperándolo.
— Buenos días señor Álvarez, permítame presentarme soy Thomas Thompson y soy el director de esta universidad, dígame ¿en que puedo ayudarlo? Tengo entendido que busca a una persona.
Agustín se sorprendió, pues el director hablaba perfectamente el español.
— Buenos días, mucho gustó señor Thompson disculpe la molestia, así es efectivamente estoy buscando a alguien, me informaron que es alumna de esta universidad.
— Vaya señor Álvarez, debe entender que no puedo proporcionar ningún dato sobre los alumnos de esta universidad a menos que sea familiar de algún alumno.
— Si señor director, eso lo sé muy bien, es un poco complicado ella.. Es mi esposa, y me urge encontrarla. — mintió Agustín, sin saber que Thomas conocía la verdad
— Oh! Su esposa a dicho — dijo Thomas con sorpresa — bueno si que es complicado. Y dígame ¿como se llama ella?
— Anna Leroy Rivera, dígame señor director, ella estudia aquí.
— Thomas actuó relajado sabía, ahora si sabía que su esposa tenia razón, y ese hombre frente a él era el ex esposo de Anna.
— Lo lamento señor, Álvarez, pero no hemos tenido ninguna alumna con ese nombre, en este instituto. Lamento no ser de ayuda y espero que encuentre, a la persona que busca.
Agustín ahora si se sentía perdido, al escuchar las palabras del director, no quería creer en eso, así que volvió a preguntar si el director estaba seguro de eso.
—¿Esta seguro de eso señor director? De verdad, necesito encontrarla.
— Muy seguro señor Álvarez, no puedo ayudarlo.
— Gracias de todos modos, y disculpe la molestia señor Thomson.
— No se preocupe, lo acompañó a la salida. Espero que tenga suerte en su búsqueda.
Thomas regreso a la oficina de Daniela.
— Thomas dime ¿era él verdad? ¿Esta buscando a Alexandra?
— Así es Daniela ese hombre la esta buscando, lo que no sabe, es que jamás la encontrará me encargare de eso, y si la encuentra espero que ella ya lo haya olvidado y se haya enamorado de alguien mas.
— Yo también espero eso, él no merece ni las lágrimas ni el amor de mi hija, no se merece nada de ella, absolutamente nada.
—Lo sé amor, nosotros la protegeremos de quien sea, yo se que Alex encontrara a un hombre que de verdad la merezca, no le diremos nada de esto a ella, fue una suerte que ella se fuera a Milán, de alguna manera el destino está de nuestro lado, creo que la vida no los quiere juntos.
— Si, así como yo te encontre a ti, Thomas gracias por todo lo que has hecho por nosotras. Y por supuesto no gano dada diciéndole que el la vino a buscar, es mejor que se olvide de el.
Ellas se fundieron en un abrazo, Thomas era el hombre perfecto, no solo apoyaba a su esposa en todo, si no tambien la amaba profundamente, y el haría cualquier cosa por ella y por sus hijas, si bien Alexandra no era su hija biológica, él habia aprendido a quererla como tal.
Agustín salió de la universidad se subió al auto, el manejó por un rato y sin rumbo alguno, sin querer estaba cerca de la torre eiffel.
Agustín.
Mis lagrimas empiezan a caer, se que en parte es mi culpa haberla perdido, nunca creí que no la encontraría, que me puedo esperar han pasado, dos años y medio desde que nos separamos y nunca la busque, aun seguía presente en mi mente, lo que vi en aquella habitación de hotel, ha decir verdad creo que siempre supe que ella no me había traicionado, pero mi maldito orgullo no me impidió buscarla, ahora creo que soy un verdadero idiota, me odio a mi mismo, mi madre siempre me dijo que me arrepentiria, por haberla dejado marcharse de mi lado.
Ahora creo que ella tenía razón, Anna regresa a mi por favor, te lo suplico, no te olvides de mi, porque yo nunca lo haré, juro que te encontraré, así sea lo último que haga en esta vida.
Perdoname por ser un estúpido, por no haber confiado en ti, por dejar que mis celos me cegaràn, por ser un idiota, Anna te amo, y siempre te amare, perdoname por haberte hecho sufrir, por todas esas cosas que te dije, esa última vez que nos vimos, todo lo que dije era mentira, me dolió tanto verte llorar, pero como dije, mi maldito orgullo pudo más que yo.
Nunca quise lastimarte de esa manera, en realidad no hay nada que me justifique, me gustaria tenerte frente a mi y decirte lo arrepentido que estoy, decirte que luchemos por nuestro amor.
Por favor, aparece Anna te lo ruego, se que no puedes escucharme, pero le rogare a Dios que aparezcas ante mi y podamos ser felices, te buscare aunque sea hasta el fin del mundo.Agustín se paso toda la tarde frente a la gran torre eiffel, lamentándose a si mismo su propio error, un error que le costo, perder el amor de una buena mujer, el la busco por unos dias más, sin suerte alguna, era como si a la chica se la hubiera tragado la tierra, tenia que darse por vencido, pues el tambien tenia obligaciones que cumplir.
En el aeropuerto.
Agustín ya iba de regreso a México antes de subir al avión penso. " Anna amor mio, por el momento tengo que partir, pero regresare aun asi te tenga que buscar hasta por debajo de las piedras, juro que te encontrare"
El le dijo hasta pronto con lagrimas en los ojos se subió al avión y partió de París
Poco sabía el que el destino los haría encontrarse de nuevo, pero como todo y como todos, los golpes de la vida te hacen cambiar, uno aprende de los errores y ellos te hacen mas fuertes, y depende de uno si se deja vencer por el dolor o tomas la enseñanza que te deja. Y Anna - Alexandra habría aprendido muy bien de ello

ESTÁS LEYENDO
EL CONTRATO
CasualeAnna una chica de 18 años que lucha por perseguir sus sueños, pero su padre, prácticamente la obliga a casarse con un hombre que ella no conocia. Agustin director ejecutivo de carter Corp con tan solo 25 años habia hecho muchas cosas, pero se decia...