Capítulo - 80 -

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Narra Alexandra.

Siempre que Carolina se enoja conmigo, dice mi antiguo nombre, se que se preocupan, pero no me gusta causar lastima, es por eso que estos años, en cada aniversario de mi nana y mi padre me pierdo, porque lo único que quiero es estar sola, hablar con ellos, sin que nadie me vea y me escuche.

Ella ha explotado, nunca la había escuchado tan molesta, cuando llegue a casa hablare con ella, no me gusta estar peleada, es mi mejor amiga, y me ha apoyado mucho. Al igual que Eva, pero esta española la deja corta.
Ando dando vueltas por este hermoso parque, he visto un hermoso árbol con una enorme sombra, decidí sentarme por un rato y sentir el viento, despejarme un poco de todo, se que devo confesarle todo mi pasado a Maximiliano ya no quiero vivir bajo esa sombra quiero que el sepa que confío en él, lo quiero, lo quiero en mi vida, pero tampoco me gustaría lastimarlo, el único problema es que no sé como hacerlo, me da miedo perderlo, después de que sepa todo sobre mi, me da miedo a volver a repetir la misma historia.
Solo sé que tengo que encontrar la mejor manera para hacerlo y también entenderé si ya no quiere estar conmigo, aunque... De solo pensar en esa posibilidad me duele el pecho, imaginar mi vida sin él, es algo que creo no soportaría.

Me siento con tanta frustración en este momento, llego hasta donde esta el árbol, me siento al pie de el, encima del fino y hermoso pasto verde, recargo mi cabeza en el tronco y respiro el aroma de las flores que hay al rededor, cierro mis ojos y empiezan a caer mis lágrimas sin mi permiso, trato de ser fuerte, las seco rusticamente maldiciendome a mi misma por ser tan débil en este momento, sigo pensando en lo sucedido con ellos hace tres años y mis ojos no dejan de llenarse de estas molestas lágrimas que ya quiero dejar de derramar, vuelvo a cerrar mis ojos, para evitar derramar más lágrimas, mi celular no ha dejado de sonar, pero no me siento de animos para contestar, no se ni siquiera quien es el que me llama en este momento, lo único que quiero es aclarar mis ideas para saber que hacer.

Abro mis ojos este celular me esta volviendo loca y no me deja concentrame en lo que pienso, decido contestar.

— Alex, por fin contestas — oigo a mi amiga algo agitada, y noto que ya no esta molesta.

—¿que pasa? — le pregunto, pero ella tarda en contestar.

— es... Maximiliano, Alex él... Creo que me ha escuchado decir tu antiguo nombre.

— ¡Que! Que carajos has dicho Carolina.

Ella se queda callada y cuando voy a hablarle de nuevo me interrumpe una voz, esa voz que me tranquiliza pero en este momento esa voz me trasmite todo menos tranquilidad.

— ANNA — me quedo atónita por un momento, y volteo lentamente, tengo en frente de mi a Maximiliano, con su ceño ligeramente fruncido. Intento hablar pero no me salen las palabras intento dar un paso pero todo se me nubla y pierdo el conocimiento.

He despertado en una habitación de hospital, y es como si reviviera lo vivido hace tres años, froto mis ojos y me levanto de la cama, con mis pies descalzos me dirijo hacia la puerta y antes de que yo pueda abrirla, la abren desde afuera.

— Alexandra, por fin despiertas — me mira de pies a cabeza y yo lo único que hago es abrazarlo.

— creí que te habías ido — le digo, enterrado mi cara en su pecho, lo oigo sonreír al escucharme y me carga para llevarme a la cama de nuevo.

— No debiste levantarte — me reprende, pero a mi eso no me importa.

— el doctor ya viene a revisarte — asiento con la cabeza — Maximiliano tenemos que hablar — lo miro a los ojos, esperando su respuesta.

— lo sé, pero ahorita no es el mejor momento, esperemos que es lo que te dice el doctor, después podemos aclarar las cosas.

Muerdo mi labio inferior, esta molesto lo sé, solo que no quiere demostrarmelo, en menos de un minuto el doctor ya esta en la habitación.

EL CONTRATODonde viven las historias. Descúbrelo ahora