14 ━ Malia

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[Capítulo Catorce]

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[Capítulo Catorce]

Michael iba caminando por los pasillos en busca del salón donde recibiría su clase, iba en el teléfono pues Juliette le había llamado para pedir su ayuda porque Derek y Peter desde hace días se encontraban desaparecidos y no contestaban sus llamadas.

—¿Estas segura que están en peligro?

—Ya te dije que si, Derek nunca rechaza mis llamados.

—Siempre hay una primera vez, además tal vez está ocupado.

—Estoy segura que no está ocupado. Michael solo pasame el contacto de la mercenaria que me hablaste, por favor.

—Bien, pero lo haré porque siento que si te digo que no, vendrás acá a romperme el tímpano hasta que te lo pase.

—Estás muy en lo correcto.

—Ten cuidado, Jules.

Lo tendré, Michael, gracias.

Cuando su amiga colgó, le mando el contacto de Braeden, una mercenaria que los había ayudado un poco con el problema de Deucalion, y después ingresó a su salón sentándose en unos de los bancos atrás. Se encontraba dibujando cuando escuchó el ruido de la puerta del salón abrirse, levantó la vista al escuchar la voz de Scott llamándole y al ver su mirada entendió todo. Se levantó guardando todo apresurado y salió del salón con prisa dejando a la maestra con la palabra en la boca.

Scott y Michael corrieron con rapidez mientras el moreno lo guiaba, y se dio cuenta que se aproximaba a los baños de los chicos pero antes de entrar, Scott lo paró.

—Estaba a punto de leer en clases y comenzó con el ataque de pánico. No sabía qué hacer y me pidió que te llamara.

—Hiciste bien, Scott, gracias.— agradeció antes de abrir la puerta y entrando viendo a Stiles reflejando en el espejo tratando de respirar y murmurando que estaba soñando.—Stiles, estoy acá. Soy Michael, mírame. Esto no es sueño, soy real, estoy aquí contigo como te prometí ¿recuerdas?— aseguró mientras agarraba las manos del chico y las estiro juntándose con las suyas.—¿Cuántos dedos tengo? ¿Stiles, cuántos dedos tengo? Necesito que me ayudes, no mejoraras si no me ayudas.

Stiles enfocó la vista en las manos del castaño, comenzando a contar con su ayuda hasta que llegaron al número diez y cuando terminaron, el chico ya estaba más tranquilo. Se dejó caer en el suelo con la ayuda de Michael y recuperaba su respiración de nuevo, el cazador se sentó con él dejando que el otro recostara su cabeza sobre su hombro. Le hizo una seña a Scott para que se acercara con ellos.

—¿Qué nos está pasando? Scott, tú no te puedes transformar; Allison está siendo perseguida por su tía muerta y yo estoy perdiendo la cabeza. No podemos hacer esto, no podemos ayudar a Malia, no podemos ayudar a nadie.

HUNTER ━ Stiles StilinskiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora