HUNTER ━ Stiles Stilinski

16 ━ Halloween

[Capítulo Dieciséis]

Los chicos en ese momento se encontraban en la oficina del sheriff siendo interrogados por el agente McCall, ya que Barrow había sido asesinado y ellos habían estado cerca de la zona del crimen. Michael estaba en silencio, cosa que no es normal en él pero no podía dejar de darle vuelta sobre el comentario de Lydia, hasta podía jurar que su modo de ver a Stiles había cambiado.

—Michael.— lo llamo Lydia sacándolo de sus pensamientos.—El agente te estaba preguntando algo.

—Perdón, ¿qué me decía?

—Estabas ingresado en el hospital, te escapaste y apareciste ahí ¿por qué?

—¿Está tratando de decir que yo lo hice?

—Yo pregunté primero, niño.

—Para que trabaje en el FBI no veo que lleve muy bien el caso.

Todos soltaron una pequeña risa al escuchar esa respuesta pero se callaron al ver la mirada que les daba el agente McCall.

—Solo responde a mi pregunta, Argent.

—Iba camino a mi casa y me encontré con los chicos, esa es la verdad.— mintió Michael y al ver que el agente no le quitaba la mirada, bufó desesperado.—Mire, lo importante es que Kira está bien y ningún menor de edad está lastimado, superelo.

Los dos hicieron peleas de miradas hasta que el padre de Scott se rindió al ver que ninguno estaba dispuesto a hablar con la verdad, dejándolos ir cada quien por su lado. Michael aceleró sus pasos para poder retirarse de ahí sin que los demás lo vieran pero Stiles paro su camino cuando lo tomo por el brazo.

—Mitch, déjame llevar...

—No es necesario, me iré caminando.— interrumpió Michael soltándose de su agarre mientras se iba dejando al otro chico sorprendido por ese cambio de humor tan radical

A Michael le había dolido tratar a Stiles de esa manera pero realmente necesitaba tiempo a solas para aclarar su mente. No le gustaba Stiles, eran buenos amigos y el chico lo había tratado bien desde el primer momento que hablaron; solo fue el comentario de Lydia que lo dejó confundido aunque una vocecita suya dentro de su cabeza le decía que la chica tenía razón, ya que cada vez que lo veía sentía una inexplicable felicidad y nunca quería que sus momentos juntos acabarán. Estaba tan abrumado por sus pensamientos que no se dio cuenta de lo que había sucedido en su hogar, era como si estuviera en modo automático realizando sus actividades para irse a dormir todavía con la mente en otro lado.

Ya era el día siguiente e iba camino a la escuela, no había tenido la oportunidad de descansar mucho por sus pensamientos y eso lo tenía malhumorado, odiaba a Lydia por haberle dicho eso porque desde esa conversación andaba desconcentrado. No se había dado cuenta que estaba en el parqueo de la escuela y como un carro se aproximaba a él, un pitido lo hizo reaccionar viendo al conductor que resultó ser Aslan.