HUNTER ━ Stiles Stilinski

21 ━ Vacíos

[Capítulo Veintiuno]

Michael entró a la comisaría, el sheriff le había hablado para reunirse en ese lugar, se acercó a la recepción donde estaba un joven rubio y ojos claros.

—Hola, buscó al sheriff Stilinski.— saludó llamando la atención del policía

—Claro, ¿cuál es tu nombre?

—Michael Argent.

—¿Eres hijo de Christopher Argent? — preguntó confundido y el chico asintió.—Oh, están en la oficina del sheriff

—Gracias...— Michael se quedó callado esperando escuchar el nombre del policía

—Parrish, Jordan Parrish.

—Gusto en conocerte, Jordan.

Fue directo a la oficina del sheriff, entró encontrándose con Derek, el señor Stilinski y su padre. Le entregaron dos exámenes de scanner explicándole de quién era cada uno, aunque eran exactamente iguales.

—Estos son iguales, no pueden ser iguales. Es imposible.

—Es lo que estaba pensando. Creo que esto estaba manipulandonos y tratando de encubrirse utilizando la enfermedad que tuvo mi esposa.

—Es posible, los nogitsune son conocidos por ser traviesos y engañosos.

—Los reuní acá porque necesito gente con experiencia en...esto.— todos cruzaron miradas al escuchar eso.—Necesito que me ayuden.

Emprendieron camino hacia el hogar de los Argent, allí los esperaba Allison con algunas armas y algunos elementos que ocuparían por cualquier cosa. Estaban alrededor de la mesa pensando algunas estrategias o lugares donde pudiera estar el nogitsune. Michael y el sheriff irían al hospital mientras que Allison, Derek y su padre irían a la Eichen House. El castaño dudo pero al final terminó eligiendo un arma para estar preparado.

Los dos fueron directo al hospital e ingresaron sin problema, Michael al estar caminando por los pasillos se le fue imposible transportar su mente a casi todo lo que ha vivido en ese lugar, puede que la mayoría fueran malas cosas pero también habían cosas buenas. Entraron al ascensor y su corazón comenzó a latir de manera rápida, su respiración se aceleró y sus ojos comenzaron a picar provocando que se le llenaran de lágrimas. El sheriff volteó a verlo para hablarle pero se sorprendió cuando lo vio en ese estado.

—¿Michael? ¿Estás bien?

—Estoy bien.— sintió como se le hundía el corazón al decir esas palabras, esas dos palabras eran una vil mentira y aún así lo volvió a repetir.—Estoy bien.