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La chiquilla no estaba exagerando al llamarlo viejo, anciano, vejestorio y todo lo que se le ocurriera. ¡Sí era un maldito viejo decrepito! ¡Se veía igual de viejo que Chrome! Y pensar que se había burlado antes, ahora sentía ese dolor.

Casi con miedo, pasó una mano por su rostro, examinando a fondo las leves pero presentes arrugas y sintiendo su barba pinchar las yemas de sus dedos. Al menos lo aliviaba que no tenía canas en su cabello como Chrome, pero si las tenía en su barba.

Oh, esa barba tenía que irse.

Revisó en los compartimientos junto al espejo, y afortunadamente encontró bastante rápido un rastrillo y crema para afeitar.

Y entonces halló otra cosa que llamó su atención: Una fina capa de polvo recubriendo los objetos en los estantes.

Frunció el ceño, extrañado.

Pero... eso significaba que esas cosas no podrían haber sido preparadas recientemente, debían llevar aunque fuera unas semanas allí sin ser tocados, sin embargo a juzgar por la gran cantidad de polvo en las esquinas de los estantes él apostaría por un par de meses, de hecho. Y eso significaba que... ¿esa habitación para él ya llevaba tiempo esperándolo? Incluso antes de que se supiera que había perdido la memoria ¿Kohaku ya tenía lista una habitación para que él se quedará?

No es que lo emocionara la idea de estar casado con ella exactamente pero ¿no se suponía que marido y mujer dormían en la misma habitación? ¿Por qué ya tenía preparadas sus cosas en una habitación aparte desde antes que supiera que tenía amnesia?

Revisó el resto de las cosas en los estantes y se dio cuenta de que eran todas masculinas, y en esa casa solo vivía él, una mujer y una niña preadolescente. Además reconoció su marca favorita de pasta dental allí en un envase a medio usar. Por un lado se alegró de que la empresa hubiera renacido, por otro lado eso le confirmó que él ya había estado en esa habitación desde antes del accidente. Desde antes de la amnesia.

Él había estado durmiendo en una habitación separada a la de su esposa. Y no es que le molestara, solo... era curioso...

¿Qué relación tenían exactamente él y Kohaku antes del accidente y la amnesia?

Tenían una hija innegablemente parecida a ambos, con características tanto de él como de ella, aunque un poco más de él, pero definitivamente le había encontrado varias similitudes a su madre.

Los matrimonios en los que solo había pasión en los primeros años y luego solo se mantenían unidos por los hijos no eran ninguna rareza en la era moderna, mucho menos en Japón. Algunos hasta solo cometían el acto una vez y se la pasaban pegados toda la vida por los mocosos. ¿Algo parecido habría pasado con ellos?

¿O tal vez estaba pensando demasiado las cosas? Quizá hubiera otra explicación.

De cualquier forma tampoco le importaba mucho.

Se encogió de hombros y procedió a deshacerse de esa molesta barba llena de canas.

No había tenido que afeitarse muchas veces en su vida, la barba casi no le crecía, y ahora solo tenía una fina capa de vello facial, pero igual no le gustaba como le quedaba así que se afeitó rápida y cuidadosamente y luego procedió a bañarse.

Afortunadamente la ducha no era muy diferente a las duchas más modernas que había en el antiguo Japón moderno, así que supo manejarse y dejó que el agua caliente relajara sus músculos tensos.

Una vez terminó, se vistió con la misma ropa después de secarse el cabello, caminó derrotado hasta la cama, lo suficientemente cansado como para seguir atormentándose con preguntas que de todos modos no tenía los medios para responder por el momento.

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