CAPÍTULO 19

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Las fiestas nunca habían sido lo mío, aunque, a decir verdad, jamás me imaginé asistir a una como la que Lucian tenía previsto

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Las fiestas nunca habían sido lo mío, aunque, a decir verdad, jamás me imaginé asistir a una como la que Lucian tenía previsto.

Ignoraba la hora de llegada de los invitados, pero de acuerdo con las instrucciones de Wen, debía encontrarme con el señor Luc fuera de su oficina una hora antes de que todo comenzara.

Y eso hacía, en compañía de unos nervios intensos que me provocaban comerme las uñas.

Wen me hizo usar un traje bastante modesto pero elegante para la ocasión. Falda negra y blusa del mismo color. El peinado en coleta y un maquillaje de bajos tonos. Si sería la sombra del señor Luc, debía pasar lo más inadvertida posible.

Sentía un nudo en el estómago como si estuvieran a punto de darme náuseas, cosa que me dio mucho pavor. ¿Qué sucedería si vomitaba justo a lado de Lucian mientras este le daba la mano a uno de sus invitados? Muerte instantáne, eso significaba. Le rogué a mi cuerpo que se controlara, y lo mejor que pude hacer fue pensar en otra cosa.

Pero el otro asunto que invadía mis pensamientos, era esa estúpida nota.

"Una de ellas miente". ¿Cómo demonios pude haberla encontrado allí? Después de aquel extraño suceso en ese pequeño cuarto, tales palabras se negaban a abandonar mis pensamientos. La última vez que las había visto, había sido en esa ocasión cuando una extraña mujer me había dejado igual de confusa en el autobús. Había transcurrido tanto tiempo que casi lo tenía por olvidado. Incluso me convencí de que se trataba de una broma. Y ahí, bajo mis narices, en un lugar donde nunca habría creído que la encontraría, estaba de nuevo.

Dudé muchísimo si mostrárselo a Anne o a cualquiera de las chicas, pues no sabía lo que las haría pensar. ¿Y si en realidad estaba volviéndome loca? Pensé que debía preguntárselo a Karla, pero ella, al igual que las demás, se encontraba de tan mal humor y tan atareada que ni siquiera me atreví a planteárselo, debido al poco tiempo que nos quedaba. Todas se mostraron tan ocupadas con los últimos retoques del evento que ni siquiera nos preocupamos del hambre o la sed.

Y me estaba torturando, sobre todo porque esa nota, tenía la sospecha que no había sido para mí.

Intenté calmarme, pues me di cuenta que comenzaba a ponerme más nerviosa de lo que ya estaba, y faltaba tan poco para que Lucian saliera y el evento diera lugar. Debía volver a concentrarme.

Ocultando mis verdaderos sentimientos, formé una máscara en mi rostro debajo de la que ya tenía, y actué como si no sucediera nada extraordinario; pasar todas esas horas con Lucian no me asustaba, y no existían desconocidas gastándome bromas con notas fantasmales. Permanecí con esa misma cara cuando la puerta de la oficina se abrió, y un muy elegante y perfecto Lucian Jones salió ajustándose la corbata de su impecable traje. No me dirigió ni una mirada, pues cuando uno tiene una sombra, no le dedica más que un vago pensamiento, asumiendo que se encontraba a sus pies.

Mentirosa | Bilogía Mentiras #1 [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora