CAPÍTULO 59

123 28 5
                                    

Nos giramos hacia Liz

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Nos giramos hacia Liz.

Anne rio sin gracia, pero dejó de hacerlo al percatarse de que lo había dicho en serio.

—Ni muerta.

—Lucian sabe que ejerce todavía mucha atracción en ella. Él no se negará a pasar una, dos o tres noches, tal vez más en su compañía. Además, sé que descubrió todo sobre nosotras a través de nuestros archivos. Aunque haya sido un error de Wen, Layla supo cómo dar con ellos. Es posible que logre repetir lo mismo con él y no solo en su aposento, sino también en su oficina.

—No.

—Hay que darle una oportunidad.

—Una oportunidad para arruinarlo. Layla está loca. ¡No podemos fiarnos de ella! ¿Y qué le explicaremos? "Disculpa querida, sabemos que amas este sitio por alguna extraña razón y que te derrites por un tipo que casi te rompe la espalda. ¿Quieres ayudarnos a salir? ¿Qué tal una tacita de té?" ¡Casi puedo escuchar sus respuestas con su fanfarrona voz!

—Te diré algo que te sorprenderá, porque estoy segura de que ni siquiera te has dado el tiempo de hablar con ella. Layla quiere encajar, démosle la oportunidad de que lo haga.

Esta vez, Anne no reprimió una carcajada.

—No hablarás en serio. Ella no es una niña necesitada de afecto, un poco de tiempo cortando flores y permitiéndole que te haga preguntas irritantes no es suficiente como para ablandar su anómalo corazón.

—Al menos me he dado el tiempo de conocerla, ustedes se limitan a criticarla.

—Esto es ridículo. Sam —solté un respingo—. Lo siento pero no queda más opción. O te acuestas con Lucian o dejamos todo hasta aquí.

Comencé a balbucear.

—Hablaré con Layla —persistió Liz—. Si no consigo convencerla, entonces dejaré que Sam lo haga.

Lo consideramos. Al contrario de lo que ella afirmaba, yo sí había intercambiado conversación con Layla, y debía estar de acuerdo con Anne; ella no era de fiar sabiendo que su intención al estar con nosotras era para sacar provecho a costa nuestra. Lo había demostrado varias veces. No obstante, cualquier vía que no conllevara estar a solas con Lucian me parecía mejor opción. Sí, había estado dispuesta a que él me castigara, incluso a que Barb se divirtiera conmigo, pero acostarme de nuevo con él no solo lo había pasado por alto, sino que también me asustaba.

—Tal vez funcione —aceptó de pronto Tiana, aunque se le escuchó muy insegura.

—Recuerdo el día que llegó —le siguió Lia—. No creo que funcione, pero si Liz piensa que sí, por mí bien.

Anne buscó apoyo en Karla y en mí. La primera tenía la vista perdida y agotada, por mi parte me limité a no mostrar lo aliviada que me sentía de que no tuviera que hacerlo.

Mentirosa | Bilogía Mentiras #1 [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora