Capítulo 2: Pasadizos

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—Decidnos que no os iréis.

Molly y Albus estaban preocupados, pero James y Fred ya tenían un plan y estaban dispuestos a ponerlo en marcha.

—Es el momento —dijo James—. Vamos, chicos.

Roxanne, Fred y James se colocaron la capa de invisibilidad. Recorrieron el pasadizo del sauce boxeador y entraron a Hogwarts en un santiamén.

—Vamos —urgió James.

Fred y Roxanne salieron de debajo de la capa y James se dispuso a recoger otro grupo. Los chicos estaban listos.

La luna brillaba y algunas estrellas decoraban el cielo. Hubiera sido una buena noche si no hubiese sido por el ataque.

Los dos hermanos recorrieron el camino hasta llegar a Hogwarts donde al parecer ya había comenzado la batalla.

—Estamos listos para esto —prometió Fred.

No eran muchos licántropos, pero muchos de ellos ya habían conseguido en media hora herir a varios estudiantes asustadizos que se arrastraban por el suelo para conseguir el remedio a estas heridas.

—No estoy segura si quiero esto —dijo Roxanne viendo como algunos de los heridos eran caras conocidas.

—Vamos, Roxanne —le apremió Fred—. Somos valientes.

Roxanne se mordió el labio y con varita en mano buscó los hombres lobo.

Uno de ellos le saludó detrás.

—¿No eres muy pequeña para tener diecisiete? —preguntó.

Roxanne pegó un grito mientras el hombre lobo se abalanzaba hacia ella.

—¡Flippendo! —Victoire se quedó observando a su prima incrédula—. ¿Qué haces aquí?

—Feliz cumpleaños, Victoire —respondió Roxanne con un hilo de voz.

Victoire alejó a un licántropo que se acercaba con un hechizo y luego se dirigió a su prima que se encargaba de otro.

—¿Cuántos más han venido? —preguntó Victoire.

—Todos vienen para acá —respondió Roxanne—. Lo siento, Victoire. Aunque sean pocos licántropos sois menos voluntarios estudiantes y con los profesores y nuestros padres no sois suficientes.

—Somos muchos —respondió Victoire—. Además, si no fuéramos suficientes varios estorbos más no cambiarían las cosas.

—¿Estorbos? —gritó Roxanne.

Un hombre lobo aprovechó su descuido para agarrarla por detrás hasta tirarla al suelo.

—¡Roxanne! —exclamó Victoire mientras el medio animal arrastraba a la prima de la chica.

Victoire observó como el licántropo se llevaba a Roxanne, pero no podía distraerse porque otro se acercaba a ella con intención de pillarle desprevenida.

—¡Petrificus totalus! —ordenó Flitwick al licántropo que sostenía Roxanne, ella rodó por el suelo. Por suerte solo le habían tirado de la túnica así que no había salido herida.

Roxanne se levantó con cansancio. Veía varios Flitwicks hablándole.

—Lo siento —fue lo único que logró decir.

Roxanne observó que su brazo tenía algo manchado en el brazo. Era de color rojo y... era sangre.

Roxanne había caído en un charco de sangre, de una estudiante.

—Eso es... —Roxanne ahogó una arcada.

Flitwick peleaba con un licántropo, mientras giraba la mirada de vez en cuando a Roxanne.

—Vete —ordenó—. Por favor.

Roxanne asintió. Sabía que era peligroso y horrible. Corrió por el castillo para volver a Hogsmage, pero sabía que sus primos no deberían irse tampoco a una zona peligrosa.

—Qué difícil es ser la responsable que protege —escupió Roxanne.

Aullidos de Venganza (Una historia de la Tercera Generación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora