Después de la batalla, los estudiantes, profesores y voluntarios tuvieron que ayudar a habilitar Hogwarts para que volviera a ser el colegio que era desde siempre.
La batalla había durado poco, había habido varios muertos alumnos, pero ni voluntarios ni profesores acabaron tan mal.
Los menores llegaron cuando Hogwarts ya estaba más limpió y ya hubieran desalojado los cuerpos de allí. A Victoire le dolía la cabeza.
Primero había esperado la víspera de su cumpleaños sin poder dormirse para que la batalla comenzara, después había tenido que batallar en su propio colegio, luego vio a compañeros suyos morir y ser mordidos y, por último, sus primos se habían colado durante bastante tiempo en la batalla.
Lo único que había salido bien había sido la llegada de los antiguos alumnos que la mayoría salió bastante bien exceptuando tres mordidos y uno ingresado en San Mungo. También había tenido la oportunidad de acabar con dos licántropos confusos incapaces de entender las órdenes de su alfa, que decía cosas sinsentido que parecía que estaban en un código o algo así.
Eran las seis cuando el Gran Comedor se dispuso a festejar la victoria. Los voluntarios se habían ido dos horas antes para reunirse con sus preocupadas familias, entre ellos los padres de Victoire, Fleur y Bill.
—Feliz cumpleaños —le felicitó su mejor amiga sentándose a su lado, pero no sería muy feliz para Victoire.
Habían perdido muchos compañeros, pero lo más duro es que el mejor amigo de ambas estaba en San Mungo.
—Se pondrá bien —prometió Liz, su amiga. Victoire asintió, pero no del todo segura.
En la mesa de Ravenclaw, Dominique comía de su plato con poco apetito. Se sentía estúpida. Desobedecer las normas para demostrar que era tanto como sus hermanos. ¿En serio hasta ahí había llegado su autoestima?
Victoire era casi perfecta, todos lo sabían, Louis era muy inteligente, pero ella era creativa y muy lista y no tenía porque notarlo nadie por mucho que ella quisiera.
Esperar un poco de atención... ¿Para qué exactamente?
—¡Dominique! —una chica de Gryffindor se sentó a su lado—. Eres Dominique, ¿no?
Dominique levantó la mirada saliendo de sus pensamientos y asintió tras la pregunta.
—Hola —dijo la chica—. Solo quisiera darte las gracias. —Dominique frunció el ceño sin entender—. Mi hermano y yo tuvimos un duro encuentro con un hombre lobo cuando éramos pequeños —explicó la chica—. Gracias a tu investigación pudimos estar seguros el día que era.
Dominique sonrió y se metió tímida un mechón tras la oreja.
—Gracias a vosotros... —respondió—. Por creerme...
Pero esa simpática chica no era la única que se acercó, muchos sabían que Dominique era la que había averiguado el significado de las pistas.
Es cierto que Dominique como cualquier persona no necesitaba que nadie le recordara lo grande que era, pero un "estoy orgulloso de ti" no le sienta mal a nadie y eso fue lo que le dijo su grandiosa hermana mayor al terminar el día.
—Estoy orgullosa de ti, Dominique —sonrió.
Dominique abrazó a su hermana con fuerza, la envidia se había borrado casi completamente.
—Te quiero, Victoire...
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Aullidos de Venganza (Una historia de la Tercera Generación)
FanfictionHogwarts peligra por una gran amenaza, así pues tanto adultos como niños de las familias Weasley, Potter, Lupin y Malfoy reúnen piezas para descifrar los mensajes que dejan en el castillo aun cuando descubren que no es el principal objetivo de sus o...